Jesús y la etica del compromiso y la resistencia
Reflexión sobre Lucas 21:5-19
Jesús de Nazaret siempre estuvo claro que los sectores dominantes, en la defensa de sus intereses, no dudaban en recurrir a la violencia y la represión, para lograr sus propósitos de perpetuar su dominación y defender sus privilegios. Por esto Jesús de Nazaret se esforzó en explicar y mentalizar a los militantes de su Movimiento sobre los peligros que iban a enfrentar y la necesidad de ser firmes hasta el final, de resistir la represión, la delación, la tortura, la cárcel, la muerte.
La ética de los seguidores de Jesús giraba sobre estos criterios y era una ética del compromiso y de la resistencia. Compromiso con los sectores oprimidos, empobrecidos y excluidos y denuncia de los poderes opresores, de los sectores enriquecidos y dominantes. Esta ética del compromiso y la resistencia respondía a la necesidad de proclamar el Reino de Dios y estaba en discrepancia permanente con otras tendencias, visiones, con otros proyectos históricos, con otros modos de comprender la vida y la fe, que se disputaban las mentes y los corazones del pueblo de Israel.
Es importante conocer estas tendencias porque reflejan criterios y prácticas actuales de las iglesias, conductas institucionales que han sido internalizadas por la feligresía sobre lo que es y lo que se debe aceptar como bueno y lo que es y se debe rechazar como malo. Los saduceos practicaban la ética del acomodamiento y la asimilación. Eran la aristocracia sacerdotal, controlaban el poder político(sanedrín) y el poder religioso(el Templo de Jerusalén). Los fariseos practicaban la ética de la hipocresía y del ritualismo. Eran un movimiento laico vinculado a las sinagogas.
Los celotes practicaban la ética de la violencia y del mesianismo. Eran un grupo de conspiradores antiimperialistas. Los esenios practicaban la ética del aislamiento y el elitismo. Eran un grupo cerrado, altamente organizado y selectivo. Los romanos practicaban la ética del avasallamiento y la supremacía. Eran el poder imperial. Es en este contexto que actuaba Jesús y su Movimiento Popular.
En el texto seleccionado se nos revelan los contenidos temáticos de las enseñanzas de Jesús a sus discípulos, sobre la necesidad de ser firmes en la defensa de la fe. En nuestra realidad latinoamericana, con una historia de dictaduras militares y de violación de los derechos humanos estos contenidos nos resultan muy actuales.
El pasaje citado trata también sobre las señales de los tiempos y sus diversas expresiones e interpretaciones, por parte de las diversas tendencias religiosas, de acontecimientos tanto políticos( aparición de falsos lideres) como de la naturaleza (terremotos, hambre, enfermedades).
Luego Jesús de Nazaret pasa a enumerar los actos represivos de que serán víctimas sus discípulos. En primer lugar les advierte sobre la persecución. Les dice: a ustedes les echarán mano y los perseguirán. La persecución siempre acompañó a los primeros cristianos. Los llevarán a juzgar en las sinagogas, les dice. Los someterán a juicios amañados, con testigos falsos y jueces corruptos. Los meterán en la cárcel y los presentarán ante reyes y gobernadores por causa mía. La cárcel ha sido siempre el hogar de los que luchan por la verdad y la justicia.
Así tendrán oportunidad de dar testimonio de mí. Jesús nos llama a ser consecuentes con su causa. Les aconseja: háganse el propósito de no preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de sus enemigos podrá resistirlos ni contradecirlos en nada. Con mucha franqueza Jesús les advierte sobre la fragilidad del vínculo familiar. Ustedes serán traicionados incluso por sus padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigos. La radicalidad del mensaje de Jesús provocaba la ruptura del lazo familiar y filial.
Ante la sorpresa de sus seguidores, Jesús les revela con mucho dolor que a algunos de ustedes los matarán. Sí, la muerte podía coronar el seguimiento. Esteban inaugura esta cadena de mártires de la fe. En nuestro país nos acordamos de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, del pastor luterano David Fernández, de los sacerdotes jesuitas asesinados hace doce años, de miles de mártires y víctimas de los escuadrones de la Muerte y de la represión de la dictadura militar, que durante sesenta años oprimió al pueblo salvadoreño, el siglo pasado.
Y todo el mundo los odiará por causa mía. Es claro que el mundo, el sistema, los intereses dominantes rechazaron y rechazan el mensaje de Jesús. Y por esto este pasaje concluye con un llamado emotivo, Jesús les grita a sus discípulos:
¡Manténganse firmes para poder salvarse!
La salvación, la vida eterna, la vincula Jesús claramente con el testimonio, el compromiso, el seguimiento, la resistencia, la lucha, el coraje de vivir y de soñar, a la firmeza frente a la represión.
¡Qué el Señor Jesucristo en la Comunión de su cuerpo y sangre, nos consagre siempre en la verdadera fe y nos dé una vida abundante en amor, justicia y esperanza!
Rev. Roberto Pineda
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