Nos sentimos muy alegres de estar aquí en Atiquizaya, una población con una larga trayectoria de lucha y con una riquísima herencia cultural de nuestros antepasados mayas. La lucha popular por la justicia y las raíces indígenas de nuestra identidad cultural son dos expresiones muy significativas de este pueblo.
Es para mi un honor estarme dirigiendo a jóvenes, hombres y mujeres, descendientes de una de las más importantes culturas que ha conocido la historia universal, la cultura maya, en este Sitio de Manantiales, que formaba parte de un área de ceremonias religiosas. Debemos estar orgullosos de nuestra identidad cultural.
En este mundo globalizador, es clave conocer nuestra identidad, la riqueza de nuestra cultura y de nuestra historia, para no ser barridos por la tormenta globalizadora que pretende que todos seamos lo mismo, y que trata de imponernos un discurso único. Pero somos muy diferentes, con raíces históricas muy fuertes, y esto nos da mucha fortaleza para resistir el ataque del modelo globalizante neo-liberal.
Vivimos una situación muy difícil a nivel internacional. Recientemente los estados Unidos decidieron intervenir militarmente en Irak, y pasaron por encima de las Naciones Unidas, bombardearon y hoy mantienen una repudiable ocupación militar. Fueron a Irak por petróleo y por agua. Estos son dos recursos estratégicos que necesitan para garantizar su futuro como superpotencia.
Y luego de Irak, el gobierno de George Bush Hijo esta amenazando a otros países, a Irán, Corea del Norte, incluso esta amenazando a Cuba, amenazando a Venezuela. Hay que leer, estudiar las situaciones de esos países para evitar ser engañados por la propaganda originada en Washington. Es clave responder estos actos de agresión y de prepotencia del gobierno estadounidense.
Los Estados Unidos están militarizando el mundo, como Ustedes saben, en Comalapa, han instalado una base militar, supuestamente para combatir el tráfico de drogas, pero en realidad forma parte de un dispositivo contrainsurgente, es un centro de comunicaciones, de inteligencia militar.
Y en nuestro país, los dueños de la globalización nos están imponiendo un Tratado de Libre Comercio con USA que nos hundirá más en la miseria porque destruirá aún más la ya golpeada agricultura y destruirá nuestra raquítica industria. Los únicos beneficiados serán los banqueros y algunos grandes comerciantes.
Es por eso que nos oponemos a estos megaproye4ctos como los TLC, el Plan Puebla Panamá, y claro, el ALCA. Todos ellos están orientados a integrarnos al bloque económico norteamericano, a insertarnos en su estrategia económica.
Y al mismo tiempo se sigue expulsando a nuestra población para Estados Unidos. Sí, son obligados a irse porque aquí no hay trabajo ni hay oportunidades. Y si en el camino hacia estados Unidos muchas veces enfrentan la muerte en el desierto. Esta es una evidencia del fracaso del sistema, es un sistema capitalista fracasado que no puede proporcionarle empleo ni una vida digna a su población.
Y estos son algunos de los retos que enfrentamos como iglesias, como comunidades de fe comprometidas en proclamar el evangelio de Jesús de Nazaret. No podemos darle la espalda a esta realidad de sufrimiento de nuestra gente.
Nos corresponde denunciar estas injusticias. Gritar con todas nuestras fuerzas, que esta es una sociedad basada en el pecado del egoísmo. Tenemos que trabajar por construir una nueva sociedad con los valores del reino de Dios.
Y en esta construcción, los jóvenes, tienen un papel primordial. En la energía y la creatividad de la juventud descansa el presente y el futuro de nuestro país. Estamos seguros que los jóvenes y las jóvenes dirán ¡presente! En esta tarea histórica., de destruir lo viejo y construir lo nuevo. ¡Gracias!
Rev. Roberto Pineda, Iglesia Luterana Popular
Atiquizaya, 23 de mayo de 2003
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