sábado, 23 de febrero de 2008

El árbol de la resistencia se conoce por su fruto...15-mayo-03

Lucas 6: 43-45

Quiero compartirles que...Jesús de Nazaret no se hacía falsas ilusiones sobre la conducta de los opresores y de sus empleados, cuando estaban en peligro sus intereses. Sabía que los poderosos recurrían siempre al engaño o a la represión para defender sus privilegios.

Es por eso que nos enseñó a reconocer lo verdadero de lo falso. A contrastar las promesas y los discursos con las realidades de la vida, con la práctica. Y para esto utilizo la figura de un árbol y de su fruto.

Jesús nos dijo: “no hay árbol bueno que pueda dar fruto malo, ni árbol malo que pueda dar fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto.” Y después nos dice al respecto de las personas “de lo que abunda en su corazón habla su boca.”Esto son criterios muy importantes para juzgar a las instituciones y a las personas.

¡Hoy estamos frente a este árbol, la Asamblea Legislativa, que debe de dar frutos buenos, debe de dar esperanza y seguridad al pueblo salvadoreño, debe legislar en beneficio de las mayorías populares , debe promover la justicia y la concertación . Eso es lo que esperamos todos y todas.

La opinión pública tiene puesto sus ojos en lo que va a decidir este día la Asamblea Legislativa. El pasado 2 de mayo el presidente (Francisco) Flores vetó el decreto legislativo para resolver la huelga del Seguro Social. Pudo más la prepotencia de un presidente que la voluntad mayoritaria de los diputados y diputadas de esta Asamblea Legislativa.

Hoy de nuevo los diputados y diputadas tienen una responsabilidad histórica, tienen un desafío, el desafío de dar buenos frutos o da dar malos frutos. Como sociedad civil, como iglesias vamos a observar y esperamos, estamos en oración para que den buenos frutos, para que nos digan cosas buenas.

Esta Asamblea tiene que decidir si respalda la concertación o el enfrentamiento. Como iglesias seguidoras de Jesús apoyamos la necesidad que todos nos unamos para defender la salud publica y evitar que se entreguen a los empresarios nuestros hospitales.

Hermanos y hermanas:

Estamos aquí de nuevo con ustedes en esta Jornada de Oración, aquí frente a la Asamblea Legislativa. Los hemos acompañado durante ocho meses. Han sido ocho meses de lucha, ocho meses de oración, ocho meses de resistencia. El árbol de la resistencia se conoce por su fruto. No ha sido fácil. Les tenemos mucho respeto. Mucho respeto al gremio medico. Ustedes nos han enseñado a nuestras iglesias a no arrodillarnos frente a los poderosos. Y seguiremos con ustedes hasta la victoria. Esta lucha va hacia la victoria. Y cada hospital, cada unidad de salud, ha sido y es un baluarte de la resistencia contra la privatización.

Esta Asamblea tiene que decidir si respalda a la justicia, a la necesidad de una salud para todos y todas o se deja comprar, y se vuelve cómplice de la corrupción, sirviente de los planes de privatización neo-liberal. Esta asamblea debe decidir si trabaja por fortalecer la democracia o va a ser tolerante con el autoritarismo que pretende imponerse desde el Ejecutivo.

La decisión esta planteada: por la salud o por la privatización. Hacemos un llamado a los diputados y diputadas a guiarse por el compromiso que adquirieron con el pueblo y no vender sus conciencias y entregar sus votos a los empresarios de la salud. Que Dios les de fuerzas para que puedan levantar la frente con dignidad de cara a la población y para eso necesitan levantar la mano para superar el veto presidencial. Que nos les tiemble la conciencia. Amén.

*Predicación realizada por Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Salvadoreña en Jornada de Oración por la Solución del Conflicto de Salud, realizada el 15 de mayo a la entrada de la Asamblea Legislativa.

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