MENSAJE DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO 2007
"Hoy les ha nacido en el pueblo de David un Salvador,
que es el Mesías, el Señor…"
Lucas 2:11
Hermanos y hermanas: con mucha alegría proclamamos que nuestro Señor Jesucristo se manifiesta en la historia de lucha de nuestros pueblos oprimidos.
La estrella roja del cambio ilumina los campos y ciudades de nuestra América Latina y el Caribe en esta Navidad del 2006 y sus rasgos victoriosos saludan en el mundo la resistencia de los pueblos de Irak, Líbano, Afganistán y Palestina.
El pesebre rebelde de ese niño campesino que pronto nacerá en Belén anuncia la llegada de nuevas jornadas de lucha contra los imperios que dominan la tierra y de nuevos triunfos.
Belén es Izalco, Belén es La Habana, Belén es Manta, Belén es Maracaibo, Belén es Chinandega, Belén es Gaza, Belén es Beirut, Belén es Kandahar, Belén es cada lugar donde surge la protesta y nace la esperanza. Belén es la siempre presente resistencia popular desafiando a los imperios.
Y la Virgen María nos convoca a luchar contra el patriarcado y el egoísmo que esclaviza nuestros corazones. Y San José nos impulsa a construir en nuestros hogares una casa con ventanas y puertas abiertas a la solidaridad.
Y en esta Navidad, en el espíritu de Monseñor Romero, vamos marchando unidos, de la mano de los sueños, orgullosos y orgullosas de nuestras diferentes identidades, de nuestro rumbo revolucionario y socialista, cantando los himnos de nuevas luchas y nuevas victorias…
¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra valor y dignidad para los pueblos que luchan contra la opresión imperialista!
Ricardo Cornejo Roberto Pineda
Sihuat Tutut Efraín Cerna
María Isabel Villegas Crescencio Maldinera
José Merches
lunes, 21 de abril de 2008
Schafik, una vida de lucha 28-enero-07
08/02/2007
Schafik, una vida de lucha
Hermanos y hermanas:
Es para mi motivo de inmensa alegría el poder compartir en esta ciudad de Los Ángeles algunos pensamientos sobre el significado de la vida de Schafik Handal. Y en especial en esta Primera Iglesia Universalista, tan vinculado a nuestro pueblo, porque en los principios de los años ochenta abrió sus puertas para los refugiados salvadoreños; y se transformo en una Iglesia Santuario; que protegió la vida de nuestro pueblo que huía de la represión de la dictadura militar. Mis respetos por esta Primera Iglesia Universalista de Los Ángeles.
Voy a compartir con ustedes tres textos de mi tradición religiosa, que surge de la gran reforma protestante del siglo XVI, la tradición luterana. Son textos que surgen del calendario litúrgico, que compartimos las iglesias cristianas con la
Iglesia Católica Romana. El primer texto es de un gran profeta, de un gran revolucionario, como lo fue Schafik. Es un texto del profeta Jeremías, y se encuentra en su libro, en el capitulo 1, versículos del 1 al 4. Y dice así:
Desde que estabas en el vientre de tu madre ya te conocía,
Antes de que nacieras, ya te había yo apartado
Te había destinado ha ser profeta de las naciones
La segunda lectura es de una carta enviada por el apóstol Pablo, también un gran profeta, a los cristianos que Vivian en Los Ángeles, es decir en Corinto. Es el capitulo 13 y habla sobre el amor. Habla sobre ese poderoso sentimiento humano conocido como amor y que es una fuerza transformadora en nuestras vidas y dice así:
Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para ser quemado pero si yo no tengo amor, de nada me sirve. El amor es compasivo, es bondadoso, no tiene envidia, no es presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta…Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejara de existir.
Y también leeremos un texto de los Evangelios, del Evangelio de Lucas, en el capitulo 4, versículos del 21 al 24. Y dice así:
El comenzó a hablar, diciendo: hoy mismo se ha cumplido esta escritura delante de ustedes. Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas bellas que decía. Se preguntaban: no es este el hijo de José. Jesús les respondió: Seguramente ustedes me dirán este refrán: medico, cúrate a ti mismo. Y además me dirán: lo que oímos que hiciste en Capernaum, hazlo también aquí en tu propia tierra. Y siguió diciendo: Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra…
De la misma forma que Jesús fue criticado e incluso encarcelado, torturado en su propia tierra, de la misma forma contra Schafik se desato una millonaria campaña presentándolo como un violento agitador y un peligro para el país.
De la misma forma que a Jesús, las clases dominantes, los poderosos le tenían miedo a la integridad del carácter y al pensamiento liberador de Schafik.
Es importante conocer las raíces del pensamiento revolucionario de Schafik Handal. En los últimos años en muchas ocasiones platicamos sobre diversos temas. Como a muchas personas nos invitaba a su casa a desayunar. Una vez le preguntamos sobre como había adquirido su conciencia revolucionaria, como había despertado su sensibilidad social.
Cada persona, cada uno de nosotros en determinado momento de nuestras vidas, atraviesa por experiencias que lo impactan, lo cambian, lo transforman. Puede ser una persona, un suceso, una lectura, que deja una huella profunda que marca toda nuestra existencia. Cada uno de nosotros tiene raíces como los árboles, y también ramas, también hojas y damos frutos. Las raíces nos sustentan y nos mantienen firmes frente a las tormentas de la vida.
Schafik nació en el seno de una familia de emigrantes palestinos, que nosotros llamamos turcos y que llegaron a El Salvador a principios del siglo pasado. Ellos venían de Palestina huyendo de la represión y de la pobreza. Específicamente venían de Belén, el sitio donde nació Jesús, debido a la opresión y represión del Imperio Otomano, de los turcos, que era un imperio cruel como han sido crueles todos los imperios que han existido sobre la faz de la tierra. Como lo es el actual imperio estadounidense.
Nos contaba Schafik que los soldados de este imperio otomano o turco, eran rapaces, depredadores, como la Guardia Nacional o la Policía de Hacienda. Sus papas o abuelos le habían contado que una vez estaban sentados en la mesa comiendo, almorzando, cuando tocaron fuerte mente a la puerta y eran ellos y entraron violentamente y los empujaron de sus sillas y ellos se abalanzaron y se sentaron a comerse los alimentos que estaban en los platos.
Y fue de esta situación de abusos y represión que huyeron muchos hacia América, incluyendo la familia de Schafik, que se estableció en el oriente del país, en Usulutan. Es la misma experiencia que vivieron las familias salvadoreñas que huyeron de la represión de los militares en los ochenta y que hoy huyen de la pobreza, del desempleo. La familia de Schafik fue una familia
de refugiados políticos, de refugiados económicos, vino de Belén a San Salvador así como las familias de refugiados vienen hoy de El Salvador a los Estados Unidos, a Los Ángeles, en busca de un empleo, de un sitio seguro donde vivir en el que no sean perseguidos…
Schafik nos contaba que la primera lección de solidaridad la recibió de su madre que se llamaba Erlinda. El estudiaba primaria en la escuela municipal de Usulutan, departamento al oriente de San Salvador. Y todos los días su mama le preparaba dos panes grandes para llevarlos a la escuela. Y le decía: uno es para vos y otro para unos amiguitos
que su mama no le haya puesto un pan para comer. Y entonces yo compartía ese otro pan. Este fue el primer momento de un aprendizaje que lo llevo después a convertirse en el revolucionario mas destacado del siglo XX en El Salvador. Este es el momento inicial, el primer momento. Nuestras madres nos enseñan casi siempre el valor de la solidaridad
El Segundo momento. Nos contaba que una vez cuando estudiaba quinto o sexto grado llegaron a la escuela unos miembros del PUCA, del Partido Unionista Centro Americano y hablaron sobre Morazán y la necesidad de reconstruir la federación Centro Americana, sobre el ideal unionista. Y esto le impacto y lo llevo a sumarse a este ideal y marco toda su vida con un espíritu centroamericanista alejado de las tradicionales visiones estrechas y nacionalistas de la ideología dominante. Allí nació su visión internacionalista, su solitadaridad con los pueblos que luchan por su liberación, su solidaridad con Corea, con Vietnam, con Palestina, con Cuba, con Chile, con Irak, su amistad con el pueblo soviético
El tercer momento. Cuando termínala primaria lo enviaron a San Salvador para continuar sus estudios porque no había plan básico en Usulutan. Corría el año 1944. Schafik tenía 14 años. Nació el 14 de octubre de 1930. Dos años después de su nacimiento estallo la insurrección indígena campesina del 22 de enero de 1932. Hace setenta y cinco años nuestro pueblo estaba alzado en armas. Y en el año 1944 presencio desde el Colegio García Flamenco dos grandes acontecimientos históricos. Los resultados de la sublevación cívico militar del 2 de abril y luego en mayo la Huelga General de Brazos Caídos
Contra el dictador General Maximiliano Hernández Martínez. El levantamiento del 2 de abril no logro la victoria. El general Martínez tuvo la suficiente inteligencia y astucia para desmantelar la amenaza y luego instaurar un reinado de terror y empezó a fusilar a los rebeldes.
Y Schafik como todo el pueblo observo las carretas de bueyes que pasaban por la Avenida Cuscatlan hacia el cementerio donde los fusilaban. Eran condenados a muerte por sedición y le pueblo escuchaba los disparos de los asesinos. Ni su propio hijo se salvo del odio de este militar. Y esta masacre desperto la indignación popular. Y esto marco a Schafik y los acontecimientos de mayo le dejaron una huella mas profunda.
Y en mayo los estudiantes universitarios organizados en AGEUS llamaron a la Huelga General de Brazos Caídos. Y todo, todo El Salvador fue paralisado. Las oficinas y los talleres, los ferrocarriles y los autobuses, los campos, las escuelas y los hospitales. El llama do de los estudiantes fue obedecido por el pueblo y recuerda Schafik que en el marco de esa lucha llegaron unos estudiantes universitarios al García Flamenco y recuerda Schafik que los exhortaron a apoyar la huelga hasta que caiga el tirano.
Y esto los entusiasmo y se pararon y tomaron sus útiles y se sumaron a la Huelga. Y estas palabras de este estudiante las record aria toda su vida con mucha fuerza: hasta que caiga el tirano. Cuando el pueblo se une puede derrocar a las tiranías fue la lección que aprendió y que nunca olvido. El director del García Flamenco estaba preocupado. Pero el junto a otro amigos corrieron para alcanzar el ultimo ferrocarril hacia Oriente. En esa época se viajaba en ferrocarril. Tomaba cuatro horas llegar a Usulutan. No estaba todavía la carretera Litoral. Allá en Usulutan se entero con alegría que el tirano había caído.
El cuarto momento. Luego paso a estudiar al Colegio Francisco Gavidia. El director era el científico y comunista salvadoreño José Celestino Castro. Allí junto con otros amigos funda un periódico, llama do Alma Joven. Y salían a vender el periódico. Iban a los colegios, incluso a colegios católicos y sin problemas. Pero una vez le dedicaron un numero al 100 aniversario del
Nacimiento o muerte, ya no me acuerdo, de Gerardo Barrios y salio la madre superiora del colegio religioso bien enojada, hablando pestes contra Barrios, y ellos comprendieron como el nombre de Gerardo Barrios seguía teniendo un peso, generaba rechazo en sectores conservadores, y es que fue un gran caudillo liberal que separo a la iglesia del estado, y todo esto les fortaleció en sus ideas progresistas, en sus convicciones democráticas.
He querido señalar estos cuatro momentos porque de Nuevo les comparto, que cada uno de nosotros recibe en el transcurso de nuestras vidas aprendizajes que nos van orientando hacia la lucha. La lucha se convierte entonces en el sentido de la vida y se vive una vida con dignidad lo que le permite a uno morir con tranquil dad. Se ha cumplido con la misión en la vida. Y Schafik cumplió con su misión de profeta del pueblo salvadoreño.
Schafik denuncio un sistema capitalista que ha destruido nuestra naturaleza y ha creado una sociedad discriminatoria, desigual, excluyente, con mucha pobreza y con mucha explotación. Frente a esto reacciono Schafik y por más de sesenta años se convirtió en un firme y sabio luchador por la justicia social.
En un gran organizador popular que desde la clandestinidad, desde la montaña, desde la lucha diplomática y desde el parlamento defendió los intereses populares y levanto la gloriosa bandera del socialismo y nos dejo como herencia una conducta intransigente con los explotadores y el imperialismo, pero de mucha ternura e identificación con la gente humilde, con la gente que sufre, con la gente que llora y que también lucha y que de esa lucha nace la esperanza.
Schafik, ese gran profeta que ya se unió a Monseñor Romero y a Farabundo Marti y a Prudencia Ayala en los cielos, vivirá por siempre en las mentes y los corazones de los que lo conocimos y de las nuevas generaciones que encontrara en su pensamiento y su acción una fuente inagotable de sabiduría y de entusiasmo para seguir luchando hasta la victoria final porque como el decía y la lucha continua.
* Predicación realizada el 28 de enero de 2007 por Rev. Roberto Pineda, presbítero de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador, en la Primera Iglesia Unitaria Universalista de Los Ángeles, California, USA, en Acto de Homenaje organizado por el FMLN de esta ciudad.
Schafik, una vida de lucha
Hermanos y hermanas:
Es para mi motivo de inmensa alegría el poder compartir en esta ciudad de Los Ángeles algunos pensamientos sobre el significado de la vida de Schafik Handal. Y en especial en esta Primera Iglesia Universalista, tan vinculado a nuestro pueblo, porque en los principios de los años ochenta abrió sus puertas para los refugiados salvadoreños; y se transformo en una Iglesia Santuario; que protegió la vida de nuestro pueblo que huía de la represión de la dictadura militar. Mis respetos por esta Primera Iglesia Universalista de Los Ángeles.
Voy a compartir con ustedes tres textos de mi tradición religiosa, que surge de la gran reforma protestante del siglo XVI, la tradición luterana. Son textos que surgen del calendario litúrgico, que compartimos las iglesias cristianas con la
Iglesia Católica Romana. El primer texto es de un gran profeta, de un gran revolucionario, como lo fue Schafik. Es un texto del profeta Jeremías, y se encuentra en su libro, en el capitulo 1, versículos del 1 al 4. Y dice así:
Desde que estabas en el vientre de tu madre ya te conocía,
Antes de que nacieras, ya te había yo apartado
Te había destinado ha ser profeta de las naciones
La segunda lectura es de una carta enviada por el apóstol Pablo, también un gran profeta, a los cristianos que Vivian en Los Ángeles, es decir en Corinto. Es el capitulo 13 y habla sobre el amor. Habla sobre ese poderoso sentimiento humano conocido como amor y que es una fuerza transformadora en nuestras vidas y dice así:
Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para ser quemado pero si yo no tengo amor, de nada me sirve. El amor es compasivo, es bondadoso, no tiene envidia, no es presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta…Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejara de existir.
Y también leeremos un texto de los Evangelios, del Evangelio de Lucas, en el capitulo 4, versículos del 21 al 24. Y dice así:
El comenzó a hablar, diciendo: hoy mismo se ha cumplido esta escritura delante de ustedes. Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas bellas que decía. Se preguntaban: no es este el hijo de José. Jesús les respondió: Seguramente ustedes me dirán este refrán: medico, cúrate a ti mismo. Y además me dirán: lo que oímos que hiciste en Capernaum, hazlo también aquí en tu propia tierra. Y siguió diciendo: Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra…
De la misma forma que Jesús fue criticado e incluso encarcelado, torturado en su propia tierra, de la misma forma contra Schafik se desato una millonaria campaña presentándolo como un violento agitador y un peligro para el país.
De la misma forma que a Jesús, las clases dominantes, los poderosos le tenían miedo a la integridad del carácter y al pensamiento liberador de Schafik.
Es importante conocer las raíces del pensamiento revolucionario de Schafik Handal. En los últimos años en muchas ocasiones platicamos sobre diversos temas. Como a muchas personas nos invitaba a su casa a desayunar. Una vez le preguntamos sobre como había adquirido su conciencia revolucionaria, como había despertado su sensibilidad social.
Cada persona, cada uno de nosotros en determinado momento de nuestras vidas, atraviesa por experiencias que lo impactan, lo cambian, lo transforman. Puede ser una persona, un suceso, una lectura, que deja una huella profunda que marca toda nuestra existencia. Cada uno de nosotros tiene raíces como los árboles, y también ramas, también hojas y damos frutos. Las raíces nos sustentan y nos mantienen firmes frente a las tormentas de la vida.
Schafik nació en el seno de una familia de emigrantes palestinos, que nosotros llamamos turcos y que llegaron a El Salvador a principios del siglo pasado. Ellos venían de Palestina huyendo de la represión y de la pobreza. Específicamente venían de Belén, el sitio donde nació Jesús, debido a la opresión y represión del Imperio Otomano, de los turcos, que era un imperio cruel como han sido crueles todos los imperios que han existido sobre la faz de la tierra. Como lo es el actual imperio estadounidense.
Nos contaba Schafik que los soldados de este imperio otomano o turco, eran rapaces, depredadores, como la Guardia Nacional o la Policía de Hacienda. Sus papas o abuelos le habían contado que una vez estaban sentados en la mesa comiendo, almorzando, cuando tocaron fuerte mente a la puerta y eran ellos y entraron violentamente y los empujaron de sus sillas y ellos se abalanzaron y se sentaron a comerse los alimentos que estaban en los platos.
Y fue de esta situación de abusos y represión que huyeron muchos hacia América, incluyendo la familia de Schafik, que se estableció en el oriente del país, en Usulutan. Es la misma experiencia que vivieron las familias salvadoreñas que huyeron de la represión de los militares en los ochenta y que hoy huyen de la pobreza, del desempleo. La familia de Schafik fue una familia
de refugiados políticos, de refugiados económicos, vino de Belén a San Salvador así como las familias de refugiados vienen hoy de El Salvador a los Estados Unidos, a Los Ángeles, en busca de un empleo, de un sitio seguro donde vivir en el que no sean perseguidos…
Schafik nos contaba que la primera lección de solidaridad la recibió de su madre que se llamaba Erlinda. El estudiaba primaria en la escuela municipal de Usulutan, departamento al oriente de San Salvador. Y todos los días su mama le preparaba dos panes grandes para llevarlos a la escuela. Y le decía: uno es para vos y otro para unos amiguitos
que su mama no le haya puesto un pan para comer. Y entonces yo compartía ese otro pan. Este fue el primer momento de un aprendizaje que lo llevo después a convertirse en el revolucionario mas destacado del siglo XX en El Salvador. Este es el momento inicial, el primer momento. Nuestras madres nos enseñan casi siempre el valor de la solidaridad
El Segundo momento. Nos contaba que una vez cuando estudiaba quinto o sexto grado llegaron a la escuela unos miembros del PUCA, del Partido Unionista Centro Americano y hablaron sobre Morazán y la necesidad de reconstruir la federación Centro Americana, sobre el ideal unionista. Y esto le impacto y lo llevo a sumarse a este ideal y marco toda su vida con un espíritu centroamericanista alejado de las tradicionales visiones estrechas y nacionalistas de la ideología dominante. Allí nació su visión internacionalista, su solitadaridad con los pueblos que luchan por su liberación, su solidaridad con Corea, con Vietnam, con Palestina, con Cuba, con Chile, con Irak, su amistad con el pueblo soviético
El tercer momento. Cuando termínala primaria lo enviaron a San Salvador para continuar sus estudios porque no había plan básico en Usulutan. Corría el año 1944. Schafik tenía 14 años. Nació el 14 de octubre de 1930. Dos años después de su nacimiento estallo la insurrección indígena campesina del 22 de enero de 1932. Hace setenta y cinco años nuestro pueblo estaba alzado en armas. Y en el año 1944 presencio desde el Colegio García Flamenco dos grandes acontecimientos históricos. Los resultados de la sublevación cívico militar del 2 de abril y luego en mayo la Huelga General de Brazos Caídos
Contra el dictador General Maximiliano Hernández Martínez. El levantamiento del 2 de abril no logro la victoria. El general Martínez tuvo la suficiente inteligencia y astucia para desmantelar la amenaza y luego instaurar un reinado de terror y empezó a fusilar a los rebeldes.
Y Schafik como todo el pueblo observo las carretas de bueyes que pasaban por la Avenida Cuscatlan hacia el cementerio donde los fusilaban. Eran condenados a muerte por sedición y le pueblo escuchaba los disparos de los asesinos. Ni su propio hijo se salvo del odio de este militar. Y esta masacre desperto la indignación popular. Y esto marco a Schafik y los acontecimientos de mayo le dejaron una huella mas profunda.
Y en mayo los estudiantes universitarios organizados en AGEUS llamaron a la Huelga General de Brazos Caídos. Y todo, todo El Salvador fue paralisado. Las oficinas y los talleres, los ferrocarriles y los autobuses, los campos, las escuelas y los hospitales. El llama do de los estudiantes fue obedecido por el pueblo y recuerda Schafik que en el marco de esa lucha llegaron unos estudiantes universitarios al García Flamenco y recuerda Schafik que los exhortaron a apoyar la huelga hasta que caiga el tirano.
Y esto los entusiasmo y se pararon y tomaron sus útiles y se sumaron a la Huelga. Y estas palabras de este estudiante las record aria toda su vida con mucha fuerza: hasta que caiga el tirano. Cuando el pueblo se une puede derrocar a las tiranías fue la lección que aprendió y que nunca olvido. El director del García Flamenco estaba preocupado. Pero el junto a otro amigos corrieron para alcanzar el ultimo ferrocarril hacia Oriente. En esa época se viajaba en ferrocarril. Tomaba cuatro horas llegar a Usulutan. No estaba todavía la carretera Litoral. Allá en Usulutan se entero con alegría que el tirano había caído.
El cuarto momento. Luego paso a estudiar al Colegio Francisco Gavidia. El director era el científico y comunista salvadoreño José Celestino Castro. Allí junto con otros amigos funda un periódico, llama do Alma Joven. Y salían a vender el periódico. Iban a los colegios, incluso a colegios católicos y sin problemas. Pero una vez le dedicaron un numero al 100 aniversario del
Nacimiento o muerte, ya no me acuerdo, de Gerardo Barrios y salio la madre superiora del colegio religioso bien enojada, hablando pestes contra Barrios, y ellos comprendieron como el nombre de Gerardo Barrios seguía teniendo un peso, generaba rechazo en sectores conservadores, y es que fue un gran caudillo liberal que separo a la iglesia del estado, y todo esto les fortaleció en sus ideas progresistas, en sus convicciones democráticas.
He querido señalar estos cuatro momentos porque de Nuevo les comparto, que cada uno de nosotros recibe en el transcurso de nuestras vidas aprendizajes que nos van orientando hacia la lucha. La lucha se convierte entonces en el sentido de la vida y se vive una vida con dignidad lo que le permite a uno morir con tranquil dad. Se ha cumplido con la misión en la vida. Y Schafik cumplió con su misión de profeta del pueblo salvadoreño.
Schafik denuncio un sistema capitalista que ha destruido nuestra naturaleza y ha creado una sociedad discriminatoria, desigual, excluyente, con mucha pobreza y con mucha explotación. Frente a esto reacciono Schafik y por más de sesenta años se convirtió en un firme y sabio luchador por la justicia social.
En un gran organizador popular que desde la clandestinidad, desde la montaña, desde la lucha diplomática y desde el parlamento defendió los intereses populares y levanto la gloriosa bandera del socialismo y nos dejo como herencia una conducta intransigente con los explotadores y el imperialismo, pero de mucha ternura e identificación con la gente humilde, con la gente que sufre, con la gente que llora y que también lucha y que de esa lucha nace la esperanza.
Schafik, ese gran profeta que ya se unió a Monseñor Romero y a Farabundo Marti y a Prudencia Ayala en los cielos, vivirá por siempre en las mentes y los corazones de los que lo conocimos y de las nuevas generaciones que encontrara en su pensamiento y su acción una fuente inagotable de sabiduría y de entusiasmo para seguir luchando hasta la victoria final porque como el decía y la lucha continua.
* Predicación realizada el 28 de enero de 2007 por Rev. Roberto Pineda, presbítero de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador, en la Primera Iglesia Unitaria Universalista de Los Ángeles, California, USA, en Acto de Homenaje organizado por el FMLN de esta ciudad.
domingo, 20 de abril de 2008
El camino de Schafik: practicar el ayuno del Señor…*23-enero-08
El camino de Schafik: practicar el ayuno del Señor…*
Reflexión sobre Isaías 58:6-12
“¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, deshacer los haces de opresión, y dejar ir libres á los quebrantados, y que rompáis todo yugo?¿No es que partas tu pan con el hambriento, y á los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu carne?
Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver presto; é irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y oírte ha Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad; Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares el alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el medio día; Y Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías hartará tu alma, y engordará tus huesos; y serán como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Y edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar…”
Deseamos agradecer al FMLN por esta invitación a realizar este Culto Ecuménico…
Isaías fue un gran profeta del Antiguo Testamento, un gran luchador por la justicia y la paz, de la misma forma que Schafik fue en El Salvador un gran profeta de la democracia y del socialismo. Tanto Schafik como Isaías desataron las ligaduras de impiedad, denunciaron la opresión de los poderosos y se identificaron con el sufrimiento y las esperanzas de los humildes. O sea que practicaron el ayuno del Señor, el verdadero ayuno del Señor.
La vida es como un camino. El camino de la vida de Schafik estuvo orientado siempre por la lucha por la justicia. Desde muy joven sintió el llamado a dedicar sus esfuerzos a trabajar por los intereses del pueblo salvadoreño.
Nosotros como Iglesia Luterana Popular, integrantes de las Comunidades de Fe y Vida, platicábamos bastante con Schafik. Y una vez le preguntamos si el creía en Dios. Y nos respondió que en ese Dios que nosotros predicábamos, el dios del Éxodo, el Dios de Jesús de Nazaret, el rebelde crucificado, en ese Dios si creía. No creía en el Dios que legitima la explotación. Y le explicamos que ese era el Dios verdadero, los demás son ídolos.
Schafik desde muy joven fue impactado por las luchas populares. Nos contaba que una tarde estaba recibiendo clases, estudiaba en el Colegio García Flamenco que entonces quedaba en la Avenida Cuscatlan, cuando llegaron unos estudiantes y le pidieron permiso al profesor para hablarles. Y un joven les dijo: ha sonado la hora de la liberación…hemos iniciado la Huelga general…y los exhortó a apoyar. Y entonces ellos tomaron sus útiles y salieron del aula. Schafik se fue corriendo para tomar el último tren hacia Usulutan. Ese fue el bautismo político de Schafik. A los 14 años. Estando ya en su pueblo, semanas después se enteró de la caída del tirano Martínez. La semilla estaba sembrada.
En 1950 nos lo encontramos en la Universidad de El Salvador estudiando derecho. Entonces la U quedaba al costado oriente de Catedral. Y entonces inicia su participación política. Empieza a practicar el ayuno del señor del que nos habla el profeta Isaías. Y se destacó en la lucha por la Reforma Universitaria, en la lucha porque la Universidad abriera sus puertas a los jóvenes de los sectores populares, y pusiera sus recursos, sus instalaciones al servicio del pueblo salvadoreño.
Luego viaja estudiar a Chile. Y continua su aprendizaje de la vida y de la lucha, bebe en lasa tradiciones del movimiento obrero y revolucionario chileno. Y al regresar a El Salvador se integra al Partido Comunista, organización a la que dedicó buena parte de su vida, de su pensamiento, de sus energías revolucionarias.
Es en lasa filas del PCS que Schafik participa a finales de los años cincuenta en las luchas que conducen al derrocamiento del dictador Lemus en octubre de 1960. Schafik desde la clandestinidad impuesta a los comunistas orientaba el combate contra la dictadura militar, la oligarquía y el imperialismo.
A principios de 1960, Schafik inspirado en la gloriosa Revolución Cubana, organiza el FUAR, el Frente Unido de Acción Revolucionaria, que estaba integrado por columnas, la obrera, la campesina, la juvenil…y fueron grandes batallas, hasta cayó preso, en una escuela política-militar en La Campiña, y la presión del pueblo lo liberó…
En los años 67-68 del siglo pasado, acompañó a los movimientos huelguísticos, a las gloriosas huelgas de panificadores, de maestros, así como a la campaña electoral presidencial que llevaba como candidato al Dr. Fabio Castillo, cinco soluciones para cinco problemas era la premisa del PAR ¿se acuerdan? Y grandes movilizaciones y se habla de reforma agraria…Y Schafik anduvo en todo esto…perseguido por la dictadura, pero presente desde la clandestinidad.
Y es el artífice de la gran alianza política de democratacristianos, socialdemócratas y comunistas expresada en la Unión Nacional Opositora, la UNO, que llevó en el 72 a Napoleón Duarte y en el 77 al coronel Ernesto Claramount como candidatos a la presidencia. Y se ganaron ambas elecciones y la dictadura militar hizo gigantescos fraudes…y la gente en 1977 indignada se tomó la Plaza Libertad y la dictadura ejecutó una sangrienta represión el 28 de febrero de ese año. Y en todo este esfuerzo, estuvo la conducción estratégica de Schafik.
A finales de los setenta Schafik dedicó su pensamiento y acción a crear las condiciones para la reunificación de la izquierda, que estaba dividida en cinco expresiones, el PCS, las FPL, el ERP, la RN y el PRTC. Y se crea la DRU, y nació la esperanza. Se iba a romper el yugo del militarismo. El 22 de enero de 1980 como expresión de esa unidad tan deseada por el pueblo marchan por las calles de San Salvador miles y miles de personas, de as organizaciones revolucionarias de masas, del Bloque, del FAPU, de las Ligas, del MLP, del UDN.
Y luego viene la guerra, una larga guerra de doce años, y Schafik de nuevo esta al frente de este esfuerzo, en octubre de 1980 se crea el FMLN, cinco dedos se unen para formar un puño y golpear a la dictadura militar y al imperialismo. Schafik pasa a integrar la inolvidable Comandancia General. Y se crean los frentes de guerra, Morazán, Chalatenango, el heroico Guazapa, y Schafik destaca por su visión estratégica en lo militar.
A finales de los ochenta, inicia un nuevo desafío para este experimentado luchador revolucionario. Comienza el periodo de diálogo y negociación con el Gobierno salvadoreño para concluir la guerra y de nuevo Schafik esta al frente de este esfuerzo. Y su pensamiento, su visión, se dedica a trazar los linderos de un nuevo país, desmilitarizado y democrático. Schafik fue de los artífices de los Acuerdos de Paz de 1992.
A partir de ese año 1992 surgen nuevos desafíos, el FMLN se convierte en partido político. En un gran partido de masas. El FMLN es el hijo, el resultado, el fruto más valioso de la acumulación histórica de muchos años de lucha del pueblo salvadoreño, por la democracia y el socialismo. Y Schafik fue construyendo este Partido, el FMLN es la herencia que Schafik nos dejó, es el tesoro que debemos de proteger y fortalecer, porque esta forjado con la sangre y el sacrificio de miles de salvadoreños y salvadoreñas.
El ejemplo, el pensamiento, el testimonio profético de Schafik continúa y continuara iluminando el caminar del FMLN, nos ayudar a enfrentar los nuevos desafíos de la lucha. Schafik nos da la fuerza y la inspiración para que en el 2009 conquistemos la victoria con la formula de la esperanza, con Mauricio y Salvador. Ese es el desafío. Romper con los yugos de la opresión como nos lo enseñó Isaías y como nos lo enseñó Schafik. Amén.
* Predicación realizada por Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular, ILPES en Culto Ecuménico el pasado 23 de enero de 2008, en Vigilia convocada por el FMLN y realizada en la tumba de Schafik, en el Cementerio General de San Salvador.
Reflexión sobre Isaías 58:6-12
“¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, deshacer los haces de opresión, y dejar ir libres á los quebrantados, y que rompáis todo yugo?¿No es que partas tu pan con el hambriento, y á los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu carne?
Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver presto; é irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y oírte ha Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad; Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares el alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el medio día; Y Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías hartará tu alma, y engordará tus huesos; y serán como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Y edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar…”
Deseamos agradecer al FMLN por esta invitación a realizar este Culto Ecuménico…
Isaías fue un gran profeta del Antiguo Testamento, un gran luchador por la justicia y la paz, de la misma forma que Schafik fue en El Salvador un gran profeta de la democracia y del socialismo. Tanto Schafik como Isaías desataron las ligaduras de impiedad, denunciaron la opresión de los poderosos y se identificaron con el sufrimiento y las esperanzas de los humildes. O sea que practicaron el ayuno del Señor, el verdadero ayuno del Señor.
La vida es como un camino. El camino de la vida de Schafik estuvo orientado siempre por la lucha por la justicia. Desde muy joven sintió el llamado a dedicar sus esfuerzos a trabajar por los intereses del pueblo salvadoreño.
Nosotros como Iglesia Luterana Popular, integrantes de las Comunidades de Fe y Vida, platicábamos bastante con Schafik. Y una vez le preguntamos si el creía en Dios. Y nos respondió que en ese Dios que nosotros predicábamos, el dios del Éxodo, el Dios de Jesús de Nazaret, el rebelde crucificado, en ese Dios si creía. No creía en el Dios que legitima la explotación. Y le explicamos que ese era el Dios verdadero, los demás son ídolos.
Schafik desde muy joven fue impactado por las luchas populares. Nos contaba que una tarde estaba recibiendo clases, estudiaba en el Colegio García Flamenco que entonces quedaba en la Avenida Cuscatlan, cuando llegaron unos estudiantes y le pidieron permiso al profesor para hablarles. Y un joven les dijo: ha sonado la hora de la liberación…hemos iniciado la Huelga general…y los exhortó a apoyar. Y entonces ellos tomaron sus útiles y salieron del aula. Schafik se fue corriendo para tomar el último tren hacia Usulutan. Ese fue el bautismo político de Schafik. A los 14 años. Estando ya en su pueblo, semanas después se enteró de la caída del tirano Martínez. La semilla estaba sembrada.
En 1950 nos lo encontramos en la Universidad de El Salvador estudiando derecho. Entonces la U quedaba al costado oriente de Catedral. Y entonces inicia su participación política. Empieza a practicar el ayuno del señor del que nos habla el profeta Isaías. Y se destacó en la lucha por la Reforma Universitaria, en la lucha porque la Universidad abriera sus puertas a los jóvenes de los sectores populares, y pusiera sus recursos, sus instalaciones al servicio del pueblo salvadoreño.
Luego viaja estudiar a Chile. Y continua su aprendizaje de la vida y de la lucha, bebe en lasa tradiciones del movimiento obrero y revolucionario chileno. Y al regresar a El Salvador se integra al Partido Comunista, organización a la que dedicó buena parte de su vida, de su pensamiento, de sus energías revolucionarias.
Es en lasa filas del PCS que Schafik participa a finales de los años cincuenta en las luchas que conducen al derrocamiento del dictador Lemus en octubre de 1960. Schafik desde la clandestinidad impuesta a los comunistas orientaba el combate contra la dictadura militar, la oligarquía y el imperialismo.
A principios de 1960, Schafik inspirado en la gloriosa Revolución Cubana, organiza el FUAR, el Frente Unido de Acción Revolucionaria, que estaba integrado por columnas, la obrera, la campesina, la juvenil…y fueron grandes batallas, hasta cayó preso, en una escuela política-militar en La Campiña, y la presión del pueblo lo liberó…
En los años 67-68 del siglo pasado, acompañó a los movimientos huelguísticos, a las gloriosas huelgas de panificadores, de maestros, así como a la campaña electoral presidencial que llevaba como candidato al Dr. Fabio Castillo, cinco soluciones para cinco problemas era la premisa del PAR ¿se acuerdan? Y grandes movilizaciones y se habla de reforma agraria…Y Schafik anduvo en todo esto…perseguido por la dictadura, pero presente desde la clandestinidad.
Y es el artífice de la gran alianza política de democratacristianos, socialdemócratas y comunistas expresada en la Unión Nacional Opositora, la UNO, que llevó en el 72 a Napoleón Duarte y en el 77 al coronel Ernesto Claramount como candidatos a la presidencia. Y se ganaron ambas elecciones y la dictadura militar hizo gigantescos fraudes…y la gente en 1977 indignada se tomó la Plaza Libertad y la dictadura ejecutó una sangrienta represión el 28 de febrero de ese año. Y en todo este esfuerzo, estuvo la conducción estratégica de Schafik.
A finales de los setenta Schafik dedicó su pensamiento y acción a crear las condiciones para la reunificación de la izquierda, que estaba dividida en cinco expresiones, el PCS, las FPL, el ERP, la RN y el PRTC. Y se crea la DRU, y nació la esperanza. Se iba a romper el yugo del militarismo. El 22 de enero de 1980 como expresión de esa unidad tan deseada por el pueblo marchan por las calles de San Salvador miles y miles de personas, de as organizaciones revolucionarias de masas, del Bloque, del FAPU, de las Ligas, del MLP, del UDN.
Y luego viene la guerra, una larga guerra de doce años, y Schafik de nuevo esta al frente de este esfuerzo, en octubre de 1980 se crea el FMLN, cinco dedos se unen para formar un puño y golpear a la dictadura militar y al imperialismo. Schafik pasa a integrar la inolvidable Comandancia General. Y se crean los frentes de guerra, Morazán, Chalatenango, el heroico Guazapa, y Schafik destaca por su visión estratégica en lo militar.
A finales de los ochenta, inicia un nuevo desafío para este experimentado luchador revolucionario. Comienza el periodo de diálogo y negociación con el Gobierno salvadoreño para concluir la guerra y de nuevo Schafik esta al frente de este esfuerzo. Y su pensamiento, su visión, se dedica a trazar los linderos de un nuevo país, desmilitarizado y democrático. Schafik fue de los artífices de los Acuerdos de Paz de 1992.
A partir de ese año 1992 surgen nuevos desafíos, el FMLN se convierte en partido político. En un gran partido de masas. El FMLN es el hijo, el resultado, el fruto más valioso de la acumulación histórica de muchos años de lucha del pueblo salvadoreño, por la democracia y el socialismo. Y Schafik fue construyendo este Partido, el FMLN es la herencia que Schafik nos dejó, es el tesoro que debemos de proteger y fortalecer, porque esta forjado con la sangre y el sacrificio de miles de salvadoreños y salvadoreñas.
El ejemplo, el pensamiento, el testimonio profético de Schafik continúa y continuara iluminando el caminar del FMLN, nos ayudar a enfrentar los nuevos desafíos de la lucha. Schafik nos da la fuerza y la inspiración para que en el 2009 conquistemos la victoria con la formula de la esperanza, con Mauricio y Salvador. Ese es el desafío. Romper con los yugos de la opresión como nos lo enseñó Isaías y como nos lo enseñó Schafik. Amén.
* Predicación realizada por Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular, ILPES en Culto Ecuménico el pasado 23 de enero de 2008, en Vigilia convocada por el FMLN y realizada en la tumba de Schafik, en el Cementerio General de San Salvador.
La estrella de Belén brilla sobre Irak...6-enero-08
La estrella de Belén brilla sobre Irak...
Reflexión sobre Mateo 2:1-12
La estrella de Belén brilla en el lugar donde la lucha entre los imperios y las resistencias es más intensa. Así ha sido a lo largo de la historia. La Epifanía surge de esta experiencia de fe en la lucha popular.
La Epifanía de la solidaridad
Epifanía es un vocablo griego que significa manifestación, hecho milagroso, darse a conocer, mostrarse...En la historia de Jesús de Nazaret hay tres grandes momentos de epifanía: la de los reyes magos, que se celebra este día; el bautizo de Jesús en el Jordán por Juan y luego el milagro de la fiesta de Cana, con el que inicia su vida pública.
La más conocida de estas epifanías es la de los tres reyes magos. Es ya proverbial la imagen de estos personajes, con sus coronas, montados en camellos, y que llevan oro, incienso y mirra al Niño Dios.
Los tres reyes magos
La llegada de los tres reyes magos y la noticia sobre el nacimiento del Mesías sorprende a las estructuras de poder de Judea y desencadena una ola represiva contra los sectores populares organizados, que puso en peligro la vida del recién nacido Jesús.
La Judea de ese entonces, la Patria de Jesús, era un lugar con una larga tradición de resistencia a la dominación romana, cuna de muchas rebeliones. Y precisamente la llegada de los reyes magos, de los reyes astrólogos, era la expresión de la solidaridad de otros pueblos con las luchas del pueblo judío.
La resistencia judía se encontraba activa y trabajaba afanosamente en la organización, educación y movilización del pueblo contra los romanos imperialistas. Y como parte de esa tradición se encontraba la certeza sobre la llegada de un Mesías que aglutinaría a la resistencia y daría un fuerte impulso a la lucha contra Roma.
La estrella de Belén marcó la llegada de este momento. Un Liberador había surgido del seno del pueblo judío. La estrella de Belén siempre brilla sobre los pueblos que sufren y luchan.
¿Dónde brilló la estrella de Belén en el siglo pasado?
Hace ochenta años, a finales de los años veinte, la estrella de Belén iluminaba a los combatientes de Las Segovias nicaragüenses; que enfrentaban alas tropas invasoras del imperialismo yanqui. Había un gran apoyo, una gran simpatía popular por los patriotas de Nicaragua, y en los barrios se organizaban comités sandinistas. Sarbelio Navarrete saludo en San Vicente la gesta heroica de Sandino.
En la Federación Regional de Trabajadores salvadoreños se organizó un destacamento para irse a pelear, y salió electo Agustín Farabundo Martí, y estuvo allá y hasta adquirió el grado de Coronel del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua.
Luego la estrella de Belén se desplazó hacia Europa, y a mediados de los años treinta estaba en España. Brillaba en Valladolid, en Zaragoza, en Barcelona, en Madrid. Y supimos del grito No Pasaran y de La Pasionaria. Y todo el mundo progresista tenía su vista puesta en la España republicana. Y porque en 1936 el fascista Francisco Franco da un golpe de estado y la defensa de la Republica se convierta en la bandera de la humanidad.
Tuve la oportunidad de conocer en Nueva York a veteranos de la Brigada Abraham Lincoln, un grupo de patriotas estadounidenses que se fueron a pelear a España. Y hablaban con tanta alegría y orgullo de esta experiencia en la que fueron reyes magos para el pueblo ibérico.
Luego la estrella de Belén giró hacia el norte, hacia la tierra de Lenin, hacia la ciudad de Stalingrado, en los años cuarenta, en la segunda Guerra Mundial. En esta ciudad la dignidad de la humanidad midió fuerzas con las huestes fascistas de las SS hitlerianas. Stalingrado fue el corazón de un mundo en resistencia. Stalingrado estuvo sitiada por largos meses, en invierno y resistieron y al final conquistaron la victoria.
Luego la estrella de Belén se traslado al oriente. Y estuvo iluminando a los trabajadores chinos que derrotaron a los japoneses. Y la estrella de Belén se fue hacia Vietnam. Y desde los arrozales de la esperanza, un pueblo heroico derrotó a los imperios, a los franceses, a los japoneses y finalmente a los norteamericanos. Y luego estuvo en Cuba, en Chile...
Luego la estrella de Belén ilumina en Nicaragua. De nuevo en Nicaragua. Y presenciamos entusiasmados el asalto al Palacio, la ofensiva, la insurrección de Masaya. Y muchos salvadoreños combatieron al lado del FSLN. Y la estrella de Belén iluminó a estela, a León, a Chinandega, a Managua.
Y luego ¿y luego? Es a nosotros que ilumina. En los años ochenta del siglo pasado la estrella de Belén alumbraba los campamentos guerrillero del FMLN en Guazapa, en Chalatenango, en Morazán, a las asambleas de la UNTS. Y en todo el mundo se hablaba de la lucha del pueblo salvadoreño.
Me acuerdo que tuve la oportunidad en febrero de 1981 de estar en Europa. Y presencie una marcha en Roma y miles de jóvenes gritaban: Rosso El Salvador! Rosso El Salvador! Y lo mismo en Ámsterdam, en Londres, en Paris. En Alemania una revista recogió miles de dólares para comprar armas para el FMLN. Miles de dólares se recogieron en universidades y sindicatos, en comunidades e iglesias de los Estados Unidos. Ese fue el oro, la mirra y el incienso. El apoyo, la solidaridad.
Y en cada revolución surgen personas que rompen con el nacionalismo estrecho y están dispuestas a entregar su vida por otro pueblo hermano. Ese fue el espíritu del Che. Ese es el espíritu de los tres reyes magos, que a propósito ni fueron tres ni eran reyes pero la tradición así los ha retratado. Pro si fueron probados internacionalistas de esas gestas revolucionarias del tiempo de Jesús.
En la ciudadela Guillermo Ungo, en Suchitoto, hay un cementerio de los caídos en la guerra, de combatientes de las FAL, y a la par de sus nombres uno puede leer en una pared lo gentilicios de chileno, nicaragüense, dominicano, mexicano, estadounidense, internacionalistas que regaron su sangre en nuestras tierras, en el cerro de Guazapa.
La internacionalista Valeria
Cuando era joven, en los años setenta, conocí a una internacionalista, quizás la primera internacionalista. Como Movimiento Estudiantil Cristiano (MEC) recibimos la visita, el intercambio de una joven irlandesa, en realidad, era mayor que nosotros. Y nos impactó. Su nombre era Valeria y venía de Inglaterra. Era irlandesa.
Y nos sorprendió como a los pocos días ya se relacionaba con mucha gente, con los sindicatos, iba a la Universidad, sabía de nuestras reuniones clandestinas, y se identificaba con nuestro pueblo, con su forma de hablar, con la forma de vestir de los sectores populares, de comportarse y nos hablaba de feminismo, en aquella época, algo nuevo para nosotros, y de que éramos homófobos. De la ecología. En fin, abrió nuestro horizonte intelectual y político. Fue nuestra reina maga que vino a solidarizarse con la lucha de este pueblo.
¿Dónde gravita actualmente la estrella de Belén en el mundo?
Sin duda alguna en Irak. Hace cinco años, el 15 de febrero de 2003, como Foro de la Sociedad Civil nos sumamos a las protestas mundiales en contra de la guerra y fuimos a la Embajada de Estados Unidos, por cierto los antimotines me golpearon...Y marchamos de todos los sectores sociales y hasta la comunidad estadounidense en el país.
Pero cinco años después ya nos olvidamos, la lejanía, la debilidad orgánica del movimiento social...Y la gente haya sigue luchando, sigue resistiendo al ejército más poderoso de mundo...y no han podido imponer su voluntad imperialista. En nuestro caso tenemos el agravante de tropas salvadoreños que no hemos sido capaces de hacer regresar. No hemos sido buenos reyes magos con Irak. La estrella de Belén brilla sobre los combatientes iraquíes, sobre el movimiento popular iraquí, sobre sus sindicatos y organizaciones sociales.
Como Iglesia Luterana Popular nos mantenemos vigilantes de ubicar la estrella de Belén. En el 2003 estuvo en Venezuela. La estrella de Belén es la estrella de la esperanza de los pueblos. Y sin duda alguna brillará de nuevo en nuestra Patria en el 2009...así es la historia.”
* Predicación realizada por el Rev. Roberto Pineda en Iglesia Luterana Popular el 6 de enero de 2008.
Reflexión sobre Mateo 2:1-12
La estrella de Belén brilla en el lugar donde la lucha entre los imperios y las resistencias es más intensa. Así ha sido a lo largo de la historia. La Epifanía surge de esta experiencia de fe en la lucha popular.
La Epifanía de la solidaridad
Epifanía es un vocablo griego que significa manifestación, hecho milagroso, darse a conocer, mostrarse...En la historia de Jesús de Nazaret hay tres grandes momentos de epifanía: la de los reyes magos, que se celebra este día; el bautizo de Jesús en el Jordán por Juan y luego el milagro de la fiesta de Cana, con el que inicia su vida pública.
La más conocida de estas epifanías es la de los tres reyes magos. Es ya proverbial la imagen de estos personajes, con sus coronas, montados en camellos, y que llevan oro, incienso y mirra al Niño Dios.
Los tres reyes magos
La llegada de los tres reyes magos y la noticia sobre el nacimiento del Mesías sorprende a las estructuras de poder de Judea y desencadena una ola represiva contra los sectores populares organizados, que puso en peligro la vida del recién nacido Jesús.
La Judea de ese entonces, la Patria de Jesús, era un lugar con una larga tradición de resistencia a la dominación romana, cuna de muchas rebeliones. Y precisamente la llegada de los reyes magos, de los reyes astrólogos, era la expresión de la solidaridad de otros pueblos con las luchas del pueblo judío.
La resistencia judía se encontraba activa y trabajaba afanosamente en la organización, educación y movilización del pueblo contra los romanos imperialistas. Y como parte de esa tradición se encontraba la certeza sobre la llegada de un Mesías que aglutinaría a la resistencia y daría un fuerte impulso a la lucha contra Roma.
La estrella de Belén marcó la llegada de este momento. Un Liberador había surgido del seno del pueblo judío. La estrella de Belén siempre brilla sobre los pueblos que sufren y luchan.
¿Dónde brilló la estrella de Belén en el siglo pasado?
Hace ochenta años, a finales de los años veinte, la estrella de Belén iluminaba a los combatientes de Las Segovias nicaragüenses; que enfrentaban alas tropas invasoras del imperialismo yanqui. Había un gran apoyo, una gran simpatía popular por los patriotas de Nicaragua, y en los barrios se organizaban comités sandinistas. Sarbelio Navarrete saludo en San Vicente la gesta heroica de Sandino.
En la Federación Regional de Trabajadores salvadoreños se organizó un destacamento para irse a pelear, y salió electo Agustín Farabundo Martí, y estuvo allá y hasta adquirió el grado de Coronel del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua.
Luego la estrella de Belén se desplazó hacia Europa, y a mediados de los años treinta estaba en España. Brillaba en Valladolid, en Zaragoza, en Barcelona, en Madrid. Y supimos del grito No Pasaran y de La Pasionaria. Y todo el mundo progresista tenía su vista puesta en la España republicana. Y porque en 1936 el fascista Francisco Franco da un golpe de estado y la defensa de la Republica se convierta en la bandera de la humanidad.
Tuve la oportunidad de conocer en Nueva York a veteranos de la Brigada Abraham Lincoln, un grupo de patriotas estadounidenses que se fueron a pelear a España. Y hablaban con tanta alegría y orgullo de esta experiencia en la que fueron reyes magos para el pueblo ibérico.
Luego la estrella de Belén giró hacia el norte, hacia la tierra de Lenin, hacia la ciudad de Stalingrado, en los años cuarenta, en la segunda Guerra Mundial. En esta ciudad la dignidad de la humanidad midió fuerzas con las huestes fascistas de las SS hitlerianas. Stalingrado fue el corazón de un mundo en resistencia. Stalingrado estuvo sitiada por largos meses, en invierno y resistieron y al final conquistaron la victoria.
Luego la estrella de Belén se traslado al oriente. Y estuvo iluminando a los trabajadores chinos que derrotaron a los japoneses. Y la estrella de Belén se fue hacia Vietnam. Y desde los arrozales de la esperanza, un pueblo heroico derrotó a los imperios, a los franceses, a los japoneses y finalmente a los norteamericanos. Y luego estuvo en Cuba, en Chile...
Luego la estrella de Belén ilumina en Nicaragua. De nuevo en Nicaragua. Y presenciamos entusiasmados el asalto al Palacio, la ofensiva, la insurrección de Masaya. Y muchos salvadoreños combatieron al lado del FSLN. Y la estrella de Belén iluminó a estela, a León, a Chinandega, a Managua.
Y luego ¿y luego? Es a nosotros que ilumina. En los años ochenta del siglo pasado la estrella de Belén alumbraba los campamentos guerrillero del FMLN en Guazapa, en Chalatenango, en Morazán, a las asambleas de la UNTS. Y en todo el mundo se hablaba de la lucha del pueblo salvadoreño.
Me acuerdo que tuve la oportunidad en febrero de 1981 de estar en Europa. Y presencie una marcha en Roma y miles de jóvenes gritaban: Rosso El Salvador! Rosso El Salvador! Y lo mismo en Ámsterdam, en Londres, en Paris. En Alemania una revista recogió miles de dólares para comprar armas para el FMLN. Miles de dólares se recogieron en universidades y sindicatos, en comunidades e iglesias de los Estados Unidos. Ese fue el oro, la mirra y el incienso. El apoyo, la solidaridad.
Y en cada revolución surgen personas que rompen con el nacionalismo estrecho y están dispuestas a entregar su vida por otro pueblo hermano. Ese fue el espíritu del Che. Ese es el espíritu de los tres reyes magos, que a propósito ni fueron tres ni eran reyes pero la tradición así los ha retratado. Pro si fueron probados internacionalistas de esas gestas revolucionarias del tiempo de Jesús.
En la ciudadela Guillermo Ungo, en Suchitoto, hay un cementerio de los caídos en la guerra, de combatientes de las FAL, y a la par de sus nombres uno puede leer en una pared lo gentilicios de chileno, nicaragüense, dominicano, mexicano, estadounidense, internacionalistas que regaron su sangre en nuestras tierras, en el cerro de Guazapa.
La internacionalista Valeria
Cuando era joven, en los años setenta, conocí a una internacionalista, quizás la primera internacionalista. Como Movimiento Estudiantil Cristiano (MEC) recibimos la visita, el intercambio de una joven irlandesa, en realidad, era mayor que nosotros. Y nos impactó. Su nombre era Valeria y venía de Inglaterra. Era irlandesa.
Y nos sorprendió como a los pocos días ya se relacionaba con mucha gente, con los sindicatos, iba a la Universidad, sabía de nuestras reuniones clandestinas, y se identificaba con nuestro pueblo, con su forma de hablar, con la forma de vestir de los sectores populares, de comportarse y nos hablaba de feminismo, en aquella época, algo nuevo para nosotros, y de que éramos homófobos. De la ecología. En fin, abrió nuestro horizonte intelectual y político. Fue nuestra reina maga que vino a solidarizarse con la lucha de este pueblo.
¿Dónde gravita actualmente la estrella de Belén en el mundo?
Sin duda alguna en Irak. Hace cinco años, el 15 de febrero de 2003, como Foro de la Sociedad Civil nos sumamos a las protestas mundiales en contra de la guerra y fuimos a la Embajada de Estados Unidos, por cierto los antimotines me golpearon...Y marchamos de todos los sectores sociales y hasta la comunidad estadounidense en el país.
Pero cinco años después ya nos olvidamos, la lejanía, la debilidad orgánica del movimiento social...Y la gente haya sigue luchando, sigue resistiendo al ejército más poderoso de mundo...y no han podido imponer su voluntad imperialista. En nuestro caso tenemos el agravante de tropas salvadoreños que no hemos sido capaces de hacer regresar. No hemos sido buenos reyes magos con Irak. La estrella de Belén brilla sobre los combatientes iraquíes, sobre el movimiento popular iraquí, sobre sus sindicatos y organizaciones sociales.
Como Iglesia Luterana Popular nos mantenemos vigilantes de ubicar la estrella de Belén. En el 2003 estuvo en Venezuela. La estrella de Belén es la estrella de la esperanza de los pueblos. Y sin duda alguna brillará de nuevo en nuestra Patria en el 2009...así es la historia.”
* Predicación realizada por el Rev. Roberto Pineda en Iglesia Luterana Popular el 6 de enero de 2008.
Moisés y la resistencia popular frente al becerro de oro imperialista...21-diciembre-07
Moisés y la resistencia popular frente al becerro de oro imperialista...
Reflexión sobre Éxodo 32
Entre las diversas experiencias vividas por el pueblo hebreo en su camino a la liberación, luego de la salida de Egipto, se encuentra la del Becerro de Oro. Su enseñanza es muy valiosa y vigente para las batallas que libramos en la actualidad. Es la enseñanza de la dignidad como principio básico de nuestras vidas y como el corazón de la resistencia milenaria a los imperios.
La actitud de Moisés frente al Becerro de Oro nos revela la claridad de la dirección revolucionaria frente a las vacilaciones de un sector de la población, que fácilmente es arrastrado a repetir las mismas prácticas religiosas de opresión, de la esclavitud en Egipto.
Sucede que mientras Moisés se encontraba en el Monte Sinaí dialogando con Yahvé, la gente se confunde y le exigen a Aarón la construcción de dioses para conducirlos. Y él lo hace e incluso les construye un altar para venerarlo. Se trataba de cambiar la conducción política de Moisés por la de Aarón.
Y más importante, se trataba de regresar a los dioses de la opresión simbolizados por el oro y rechazar al dios que con mano fuerte los sacó de la casa de la esclavitud en Egipto. Los esclavos añoraban la mano del amo para que los acariciara y los golpeara, la comida del amo, la religión del amo con sus fiestas y sus disfraces.
Y Moisés al regresar del Monte Sinaí fue categórico en su rechazo al becerro de oro. No se podía conciliar. No puede coexistir la opresión con la liberación. Y Moisés y lo sectores populares que acompañaban este proyecto se vieron obligado a resolver esta crisis de manera radical. De no hacerlo se ponía en peligro el futuro de este proyecto de liberación.
La tentación del becerro de oro
La tentación del becerro de oro acompaña nuestras vidas y las vidas de nuestros pueblos. Los poderosos saben que fomentando el individualismo y la búsqueda de la riqueza como principio que orienta nuestras vidas, se aleja el peligro de un cambio revolucionario. Los imperios enfrentan a la resistencia de los pueblos por medio del becerro de oro. La compra de conciencias es una de las fórmulas para mantener la dominación. La otra es el látigo de la represión. La otra es el adormecimiento.
Aarón decidió construir un altar al becerro de oro para adorarlo. Los altares son la demostración de nuestro agradecimiento. Cada uno de nosotros debe preguntarse hacia quienes construimos altares. Los altares pueden construirse para consolidar la opresión y legitimar las cadenas de los imperios o pueden ser barricadas de la resistencia. Nosotros determinamos la decisión.
El becerro de oro es la mejor representación de actual mundo capitalista globalizado. En este mundo la guerra y el comercio son los medios mediante los cuales el becerro de oro penetra en nuestras vidas y conciencias. El becerro de oro imperialista se alimenta de petróleo, de agua, de gas natural, de biodiversidad, etc. El becerro de oro vive de la sangre de nuestros pueblos que son sacrificados ante el altar del mercado. El templo del becerro de oro es el mercado.
Y esto hace que los templos religiosos cristianos se asemejen a los mercados. El mercado es el modelo de la humanidad globalizada. Y entonces el mundo gira alrededor del mercado capitalista, alrededor del becerro de oro. Y entonces la familia se parece al mercado. El mercado rompe la unidad de la familia y establece sus leyes. Y penetra en la escuela. Y penetra en los hospitales.
Y también la iglesia se ve infiltrada por el becerro de oro. Y surge el pastor empresario. Y las iglesias se convierten en mercados. Y se venden las oraciones y se vende todo. Y se vende la conciencia. Es lo que más se vende. Es la mercancía más valiosa. Porque la conciencia es la base de la dignidad. Y la religión del becerro de oro olvida, niega, rechaza la religión del camino por el desierto, la religión de la cruz de Jesús. Deja de ser la religión de los esclavos en lucha y vuelve a ser la religión de los amos, la religión del Faraón, la religión de Baal, la religión de los imperios.
Cuando el becerro de oro ilumina nuestros corazones hemos dejado de ser pueblo de Dios y nos hemos convertido en esclavos, en consumidores del mercado, en seguidores de ídolos. Únicamente la resistencia a los imperios y la lucha por la justicia nos convierte en hombres y mujeres libres.
En cada corazón que se abre a la solidaridad y la lucha allí se encuentra la semilla de la esperanza. Con la confianza que nuestro pueblo quebrará como Moisés al becerro de oro y que seguiremos caminando como iglesia acompañando a nuestro pueblo. Así sea.
Rev. Roberto Pineda, Iglesia Luterana Popular
San Salvador, 21 de diciembre de 2007
Reflexión sobre Éxodo 32
Entre las diversas experiencias vividas por el pueblo hebreo en su camino a la liberación, luego de la salida de Egipto, se encuentra la del Becerro de Oro. Su enseñanza es muy valiosa y vigente para las batallas que libramos en la actualidad. Es la enseñanza de la dignidad como principio básico de nuestras vidas y como el corazón de la resistencia milenaria a los imperios.
La actitud de Moisés frente al Becerro de Oro nos revela la claridad de la dirección revolucionaria frente a las vacilaciones de un sector de la población, que fácilmente es arrastrado a repetir las mismas prácticas religiosas de opresión, de la esclavitud en Egipto.
Sucede que mientras Moisés se encontraba en el Monte Sinaí dialogando con Yahvé, la gente se confunde y le exigen a Aarón la construcción de dioses para conducirlos. Y él lo hace e incluso les construye un altar para venerarlo. Se trataba de cambiar la conducción política de Moisés por la de Aarón.
Y más importante, se trataba de regresar a los dioses de la opresión simbolizados por el oro y rechazar al dios que con mano fuerte los sacó de la casa de la esclavitud en Egipto. Los esclavos añoraban la mano del amo para que los acariciara y los golpeara, la comida del amo, la religión del amo con sus fiestas y sus disfraces.
Y Moisés al regresar del Monte Sinaí fue categórico en su rechazo al becerro de oro. No se podía conciliar. No puede coexistir la opresión con la liberación. Y Moisés y lo sectores populares que acompañaban este proyecto se vieron obligado a resolver esta crisis de manera radical. De no hacerlo se ponía en peligro el futuro de este proyecto de liberación.
La tentación del becerro de oro
La tentación del becerro de oro acompaña nuestras vidas y las vidas de nuestros pueblos. Los poderosos saben que fomentando el individualismo y la búsqueda de la riqueza como principio que orienta nuestras vidas, se aleja el peligro de un cambio revolucionario. Los imperios enfrentan a la resistencia de los pueblos por medio del becerro de oro. La compra de conciencias es una de las fórmulas para mantener la dominación. La otra es el látigo de la represión. La otra es el adormecimiento.
Aarón decidió construir un altar al becerro de oro para adorarlo. Los altares son la demostración de nuestro agradecimiento. Cada uno de nosotros debe preguntarse hacia quienes construimos altares. Los altares pueden construirse para consolidar la opresión y legitimar las cadenas de los imperios o pueden ser barricadas de la resistencia. Nosotros determinamos la decisión.
El becerro de oro es la mejor representación de actual mundo capitalista globalizado. En este mundo la guerra y el comercio son los medios mediante los cuales el becerro de oro penetra en nuestras vidas y conciencias. El becerro de oro imperialista se alimenta de petróleo, de agua, de gas natural, de biodiversidad, etc. El becerro de oro vive de la sangre de nuestros pueblos que son sacrificados ante el altar del mercado. El templo del becerro de oro es el mercado.
Y esto hace que los templos religiosos cristianos se asemejen a los mercados. El mercado es el modelo de la humanidad globalizada. Y entonces el mundo gira alrededor del mercado capitalista, alrededor del becerro de oro. Y entonces la familia se parece al mercado. El mercado rompe la unidad de la familia y establece sus leyes. Y penetra en la escuela. Y penetra en los hospitales.
Y también la iglesia se ve infiltrada por el becerro de oro. Y surge el pastor empresario. Y las iglesias se convierten en mercados. Y se venden las oraciones y se vende todo. Y se vende la conciencia. Es lo que más se vende. Es la mercancía más valiosa. Porque la conciencia es la base de la dignidad. Y la religión del becerro de oro olvida, niega, rechaza la religión del camino por el desierto, la religión de la cruz de Jesús. Deja de ser la religión de los esclavos en lucha y vuelve a ser la religión de los amos, la religión del Faraón, la religión de Baal, la religión de los imperios.
Cuando el becerro de oro ilumina nuestros corazones hemos dejado de ser pueblo de Dios y nos hemos convertido en esclavos, en consumidores del mercado, en seguidores de ídolos. Únicamente la resistencia a los imperios y la lucha por la justicia nos convierte en hombres y mujeres libres.
En cada corazón que se abre a la solidaridad y la lucha allí se encuentra la semilla de la esperanza. Con la confianza que nuestro pueblo quebrará como Moisés al becerro de oro y que seguiremos caminando como iglesia acompañando a nuestro pueblo. Así sea.
Rev. Roberto Pineda, Iglesia Luterana Popular
San Salvador, 21 de diciembre de 2007
MOISES Y LA MARCHA POR EL DESIERTO 20-enero-07
MOISES Y LA MARCHA POR EL DESIERTO
Reflexión sobre Éxodo 16, 17, 18, 19
La marcha del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto a la Tierra Prometida se realizo a trabes del desierto en un esfuerzo peligroso y difícil, rodeados de enemigos y dificultades
El esfuerzo de liberación de los oprimidos comprende muchos sacrificios. Y en el camino muchos prefieren regresar a la casa de la esclavitud
El oportunismo, la tendencia a aprovecharnos de las circunstancias para buscar el beneficio personal siempre esta presente en el corazón de las personas, por lo que se necesita llevar permanentemente una lucha ideológica contra esta situación. Y en este caso, se manifestaba como la idea de esperar resultados
Inmediatos de la situación nueva creada por la salida de Egipto.
Y así sucedió. Después que abandonaron el oasis de Elim y se internaron el desierto de Sin iniciaron de nuevo por segunda vez las murmuraciones contra la conducción revolucionaria representada en Moisés y Aarón. Antes fue por agua y esta vez fue por comida.
Los esclavos añoraban las cadenas del amo, las palabras del amo, la sonrisa del amo, el látigo del amo, la comida del amo, la ropa del amo, la casa del amo. Y de manera desvergonzada empezaron a conspirar diciendo:
Allá nos sentábamos junto a las ollas de comer y comíamos hasta llenarnos…En la mente del oprimido continua funcionando la mentalidad del opresor.
Y ante esta grave situación la conducción revolucionaria consulta con Yahvé, el Dios que los saco de la esclavitud
Y Yahvé desde su sabiduría divina decide resolver la crisis proporcionándoles comida del cielo, el mana. Pero lo hace mediante un mecanismo que fortalece el principio comunista de a cada quien según su necesidad. Y la comida proporcionada desde el cielo no podía atesorarse, no podía acumularse, para ser luego utilizada
Duraba por un día. Y esto se les explico. Pero aun así hubieron aquellos que trataron de
aprovecharse en una clara actitud oportunista. La ideología del faraón seguía viviendo en sus cabezas y trataban de poseer más que los demás.
Moisés evaluó correctamente que las murmuraciones no eran contra ellos sino contra Yahvé. Estas personas, a quien estaban rechazando era a Yahvé. Y por eso Yahvé al conceder de su Pan aclaro que "nadie debe dejar nada para el día siguiente
Y luego en otra medida revolucionaria, estableció el sábado como día de reposo, porque había que descansar como rechazo a la esclavitud
Y aun así el oportunismo se manifestó en que algunos salieron el sábado a buscar comida.
Al avanzar la marcha hacia Rafidim surgió de Nuevo el problema de la escasez de agua. Y la sed en la garganta de los hebreos provoco de nuevo murmuraciones. Por tercera vez consecutiva los esclavos eran confundidos por la añoranza de Egipto. Y le gritaban a Moisés en su propia cara: para que nos hiciste salir de Egipto. Para matarnos de sed.
Y de nuevo el Señor asesora a Moisés y aconseja prudencia. Le enseña a Moisés que debe golpear con el bastón una roca para que salga agua. Y de nuevo se resuelve la crisis generada por la falta de conciencia política entre los oprimidos.
Posteriormente surge una nueva amenaza. Los reyes del desierto escuchan con extrañeza sobre la presencia en sus territorios de este peligroso ejército de esclavos y se preparan para enfrentarlos y derrotarlos. No podían permitirles que penetraran en Canaan. Y tiene lugar la primera agresión de un rey cananeo de la tribu de los amalecitas. Moisés le encarga la conducción militar a Josué y el mantiene la conducción política-religiosa.
Y con la ayuda de Yahvé derrotan a los amalecitas. La clave de la victoria consistió en que Moisés mantuviera los brazos levantados pero a veces se cansaba por lo que lo sentaron y le ayudaron a mantener los brazos levantados. De esta primera batalla de los esclavos hebreos contra los reyes de Canaan surgió un himno revolucionario de Guerra conocido como El Señor es mi bandera.
Al pasar el tiempo, Moisés recibió la visita de su suegro, el sacerdote Jetro, a quien le compartió sobre todo lo que habían vivid durante la resistencia contra el faraon y luego en la marcha por el desierto. Jetro como sacerdote del dios de los cielos realizo un culto de acción de gracias. Al día siguiente Jetro observo como una larga línea de gente esperaba afuera de la tienda de Moisés para que este dictara sentencia y como esto agotaba la salud del patriarca.
Y entonces Jetro le recomienda que organice al pueblo, que nombre jueces como conductores políticos y que esto resuelvan los problemas inmediatos de la gente y que el se dedique más a la conducción estratégica de atravesar el desierto y Moisés escuchó a su suegro.
Al tercer mes de marcha llegan al monte Sinaí, el hogar de Yahvé, y Moisés sube a la Montaña para sostener un encuentro con Dios. Yahvé llama a Moisés para hacer un pacto. Y Yahvé le dice: si ustedes me obedecen en todo y cumplen mi pacto serán mi pueblo escogido entre todos los pueblos, pues toda la tierra me pertenece. Ustedes serán un reino de sacerdotes, un pueblo consagrado a mi."
Esta es una poderosa declaración que luego ha sido utilizada para justificar las políticas expansionistas del estado de Israel por lo que es importante saber en que contexto fue realizada. Se hace en el contexto de una lucha de liberación en la que Yahvé manifiesta su poder en favor de los oprimidos contra los reyes de la tierra. No es una manifestación de exclusividad sino de responsabilidad revolucionaria de combatir a los reyes de la tierra. La lucha es de los esclavos contra los reyes de la tierra y este fue el mandato, que luego es asumido por Jesús de Nazareth.
Y como símbolo de este mandato Yahvé decide que solo se puede subir al monte cuando se oiga el toque del cuerno de carnero. Cuando se oiga el anuncio para las nuevas luchas de los oprimidos por conquistar su derecho a vivir en paz, en salmo. Amen.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
Los Ángeles, California, 20 de enero de 2007
Reflexión sobre Éxodo 16, 17, 18, 19
La marcha del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto a la Tierra Prometida se realizo a trabes del desierto en un esfuerzo peligroso y difícil, rodeados de enemigos y dificultades
El esfuerzo de liberación de los oprimidos comprende muchos sacrificios. Y en el camino muchos prefieren regresar a la casa de la esclavitud
El oportunismo, la tendencia a aprovecharnos de las circunstancias para buscar el beneficio personal siempre esta presente en el corazón de las personas, por lo que se necesita llevar permanentemente una lucha ideológica contra esta situación. Y en este caso, se manifestaba como la idea de esperar resultados
Inmediatos de la situación nueva creada por la salida de Egipto.
Y así sucedió. Después que abandonaron el oasis de Elim y se internaron el desierto de Sin iniciaron de nuevo por segunda vez las murmuraciones contra la conducción revolucionaria representada en Moisés y Aarón. Antes fue por agua y esta vez fue por comida.
Los esclavos añoraban las cadenas del amo, las palabras del amo, la sonrisa del amo, el látigo del amo, la comida del amo, la ropa del amo, la casa del amo. Y de manera desvergonzada empezaron a conspirar diciendo:
Allá nos sentábamos junto a las ollas de comer y comíamos hasta llenarnos…En la mente del oprimido continua funcionando la mentalidad del opresor.
Y ante esta grave situación la conducción revolucionaria consulta con Yahvé, el Dios que los saco de la esclavitud
Y Yahvé desde su sabiduría divina decide resolver la crisis proporcionándoles comida del cielo, el mana. Pero lo hace mediante un mecanismo que fortalece el principio comunista de a cada quien según su necesidad. Y la comida proporcionada desde el cielo no podía atesorarse, no podía acumularse, para ser luego utilizada
Duraba por un día. Y esto se les explico. Pero aun así hubieron aquellos que trataron de
aprovecharse en una clara actitud oportunista. La ideología del faraón seguía viviendo en sus cabezas y trataban de poseer más que los demás.
Moisés evaluó correctamente que las murmuraciones no eran contra ellos sino contra Yahvé. Estas personas, a quien estaban rechazando era a Yahvé. Y por eso Yahvé al conceder de su Pan aclaro que "nadie debe dejar nada para el día siguiente
Y luego en otra medida revolucionaria, estableció el sábado como día de reposo, porque había que descansar como rechazo a la esclavitud
Y aun así el oportunismo se manifestó en que algunos salieron el sábado a buscar comida.
Al avanzar la marcha hacia Rafidim surgió de Nuevo el problema de la escasez de agua. Y la sed en la garganta de los hebreos provoco de nuevo murmuraciones. Por tercera vez consecutiva los esclavos eran confundidos por la añoranza de Egipto. Y le gritaban a Moisés en su propia cara: para que nos hiciste salir de Egipto. Para matarnos de sed.
Y de nuevo el Señor asesora a Moisés y aconseja prudencia. Le enseña a Moisés que debe golpear con el bastón una roca para que salga agua. Y de nuevo se resuelve la crisis generada por la falta de conciencia política entre los oprimidos.
Posteriormente surge una nueva amenaza. Los reyes del desierto escuchan con extrañeza sobre la presencia en sus territorios de este peligroso ejército de esclavos y se preparan para enfrentarlos y derrotarlos. No podían permitirles que penetraran en Canaan. Y tiene lugar la primera agresión de un rey cananeo de la tribu de los amalecitas. Moisés le encarga la conducción militar a Josué y el mantiene la conducción política-religiosa.
Y con la ayuda de Yahvé derrotan a los amalecitas. La clave de la victoria consistió en que Moisés mantuviera los brazos levantados pero a veces se cansaba por lo que lo sentaron y le ayudaron a mantener los brazos levantados. De esta primera batalla de los esclavos hebreos contra los reyes de Canaan surgió un himno revolucionario de Guerra conocido como El Señor es mi bandera.
Al pasar el tiempo, Moisés recibió la visita de su suegro, el sacerdote Jetro, a quien le compartió sobre todo lo que habían vivid durante la resistencia contra el faraon y luego en la marcha por el desierto. Jetro como sacerdote del dios de los cielos realizo un culto de acción de gracias. Al día siguiente Jetro observo como una larga línea de gente esperaba afuera de la tienda de Moisés para que este dictara sentencia y como esto agotaba la salud del patriarca.
Y entonces Jetro le recomienda que organice al pueblo, que nombre jueces como conductores políticos y que esto resuelvan los problemas inmediatos de la gente y que el se dedique más a la conducción estratégica de atravesar el desierto y Moisés escuchó a su suegro.
Al tercer mes de marcha llegan al monte Sinaí, el hogar de Yahvé, y Moisés sube a la Montaña para sostener un encuentro con Dios. Yahvé llama a Moisés para hacer un pacto. Y Yahvé le dice: si ustedes me obedecen en todo y cumplen mi pacto serán mi pueblo escogido entre todos los pueblos, pues toda la tierra me pertenece. Ustedes serán un reino de sacerdotes, un pueblo consagrado a mi."
Esta es una poderosa declaración que luego ha sido utilizada para justificar las políticas expansionistas del estado de Israel por lo que es importante saber en que contexto fue realizada. Se hace en el contexto de una lucha de liberación en la que Yahvé manifiesta su poder en favor de los oprimidos contra los reyes de la tierra. No es una manifestación de exclusividad sino de responsabilidad revolucionaria de combatir a los reyes de la tierra. La lucha es de los esclavos contra los reyes de la tierra y este fue el mandato, que luego es asumido por Jesús de Nazareth.
Y como símbolo de este mandato Yahvé decide que solo se puede subir al monte cuando se oiga el toque del cuerno de carnero. Cuando se oiga el anuncio para las nuevas luchas de los oprimidos por conquistar su derecho a vivir en paz, en salmo. Amen.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
Los Ángeles, California, 20 de enero de 2007
MOISES Y LA TRANSICION A LA TIERRA PROMETIDA 2-enero-07
MOISES Y LA TRANSICION A LA TIERRA PROMETIDA
Reflexión sobre Éxodo 13, 14 y 15
El culto religioso, las oraciones, los himnos, las ceremonias, celebraciones y los rituales litúrgicos surgen por lo general, de la lucha por la justicia y su práctica solo se justifica si regresan a la lucha, si son parte de un acto de acción de gracias por el acompañamiento de la divinidad y su misterio trascendente; en su respuesta divina a los sufrimientos y dolores, gritos y marchas de los oprimidos.
Cuando se realizan de otra forma, únicamente sirven para justificar situaciones de opresión y se convierten en mecanismos de esclavitud ideológica al servicio de los poderosos y de los imperios, se transforman en religiones escapistas e iglesias individualistas que legitiman el poder de los opresores.
Este es el criterio rector para medir la naturaleza opresora o liberadora de los actos litúrgicos, sea en el Egipto de los faraones o en la antigua Creta con el rey Minos; en la Francia de los enciclopedistas o en la Rusia de Lenin, en la Cuba de Fidel o en El Salvador de Monseñor Romero.
Cada revolución enfrenta una situación religiosa diferente en correspondencia con la cultura popular y la reacción de las clases dominantes. Y cada revolución también experimenta su propia transición, su propia modalidad de caminar hacia la Tierra Prometida o de construir el socialismo, luego de vencer al Minotauro.
La experiencia revolucionaria de Teseo y el Minotauro
En la lejana Knosos, el rey Minos, hijo de Zeus y de Europa, y hermano de Radamanto y Sarpedón, reinó sobre Creta por muchos años. Grecia era entonces una colonia de Creta. Minos era un déspota cruel que practicaba los sacrificios humanos. Y eran jóvenes esclavos atenienses las víctimas.
Y los sacrificaba para aplacar la cólera del monstruo Minotauro, que tenía cuerpo humano y cabeza de toro. Muchos siglos después en otro imperio cuya capital era Washington hubo otro dictador que sacrificaba jóvenes latinos, negros e incluso blancos en sus guerras de conquista. Irak era entonces una colonia de los Estados Unidos.
Cada nueve años Egeo, rey de Atenas era obligado como tributo, a enviar catorce jóvenes, siete muchachos y siete muchachas para ser sacrificados, devorados por el Minotauro en Knosos. Era un compromiso con el FMI de aquel tiempo, con el rey Minos de Creta. Cuando Teseo, hijo de Egeo toma conciencia de esta humillante situación y reacciona airado, decide rebelarse. En la decisión de luchar esta la decisión de vencer. Teseo iba a enfrentar al imperio. Su padre tuvo miedo de perderlo pero terminó apoyándolo.
Teseo se une a los jóvenes que serán sacrificados. La resistencia organiza una demostración que con los puños alzados despide a los muchachos y muchachas en el puerto del Pireo. Van en una embarcación con velas negras para señalar el dolor de la muerte. Egeo le dice a Teseo que si regresa triunfante que cambie el color de las velas por el blanco victorioso para saber que han vencido y que se encuentra vivo.
Durante la travesía Teseo recibió la visita del dios Neptuno para saludarlo e indicarle que debía buscar en el fondo del mar un anillo de oro que Minos había hace tiempo perdido. Al llegar a Creta son recibidos por Minos y su comitiva, que se sorprende por el anillo y le advierte que se enfrentara al Minotauro sin ningún tipo de arma.
Teseo no le quitó la vista a Ariadna, hija de Minos, que también lo miraba. A Teseo le atraía su belleza y que estaba bordando. A Ariadna le sorprendía el espíritu combativo de Teseo. Y decidió solidarizarse, ayudarlo en su empresa. Juntos iban a derrotar al Minotauro. A su propio hermano que aborrecía por su crueldad. En la noche Ariadna visitó a Teseo. Sellaron un pacto de lucha. Ariadna conocía los secretos del monstruo. Mientras hablaban sonaba el chasquido de las agujas en sus manos.
El Minotauro vivía oculto en la Casa Blanca de esa época, en un palacio llamado Laberinto construido por el arquitecto Dédalo. Era una edificación repleta de pasadizos intrincados que conducían al encuentro con el monstruo que devoraba a los que osaban desafiarlo. Se podía entrar pero no se podía salir. Cuando los jóvenes entraron, Ariadna le susurró a Teseo: coge este hilo y, ¡por lo que más quieras, no lo pierdas! Será lo que nos una.
Teseo obedeció. Y penetró con sus compañeros en el laberinto. Sabía que por más que caminaran siempre terminarían en su centro. Al anochecer percibieron un fuerte olor a carne podrida y escucharon unos temibles rugidos. Se acercaba el momento del enfrentamiento con el Minotauro. Camino hacia una plaza circular y pudo por vez primer observarlo. Era horripilante.
Y el monstruo amenazaba con atacarlo. El suelo estaba cubierto de huesos. Teseo tomó el más grande como arma. Y cuando el Minotauro lo embistió Teseo lo golpeo fuertemente. El monstruo rugió de dolor. Y Teseo aprovecho para encaramarse a su espalda y estrangularlo. Estuvieron revolcándose en la arena hasta que el Minotauro exhaló el último suspiro.
Había logrado matarlo. Ahora el desafío era salir del laberinto. Mediante el hilo de Ariadna empezaron a recorrer en sentido inverso el camino por donde entraron. Al final lograron salir. Ariadna esperaba afuera y al verlos corrió a abrazar a Teseo. Se encaminaron al puerto. Habían vencido y la Patria los esperaba. Antes de partir sabotearon todas las naves cretenses para evitar que los persiguieran.
En el camino una tenaz tormenta amenaza su regreso. Cuando se acercaba a Atenas la alegría de la victoria le hizo olvidar lo que su padre le había dicho antes de partir. Y regresó con las mismas velas negras. Cuando su padre vio la embarcación pensó que su hijo había fracasado, estaba muerto y decidió también quitarse la vida. Entonces nombran a Teseo como nuevo rey de Atenas. El sacrificio de jóvenes había concluido por medio de la lucha.
La experiencia revolucionaria de Moisés y el faraón
En la experiencia hebrea, la consagración de los primogénitos a Yahvé planteada por Moisés constituye un categórico rechazo al sacrificio por fuego de niños y niñas al dios cananeo Baal. La practica del sacrificio de jóvenes a los dioses es una práctica oscurantista de los poderosos orientada a fomentar el temor y el terror ante el misterio divino que también fue rechazada en la experiencia azteca por Quetzalcoatl. Las corrientes progresistas al interior de las religiones siempre han rechazado estas prácticas reaccionarias y mantenido una lucha ideológica contra sus partidarios.
Moisés y su Movimiento Popular descubren que la necesidad de conservar la memoria histórica es un imperativo para garantizar la continuidad del proceso revolucionario. Y es por eso que enfatizan en la conmemoración de los acontecimientos, de las fechas claves del calendario rebelde. Por eso se establece que "en el mes de Abib, acuérdense de este día, no deberán comer pan con levadura, deben celebrar esta ceremonia año tras año."
Y agrega "también deberán dar una ofrenda como rescate por cada hijo mayor, y cuando el día de mañana tus hijos te pregunten: ¿qué quiere decir esto? Les responderán: el Señor nos sacó con mano fuerte de la casa de servidumbre en Egipto."
Asimismo el Señor acompañaba a su pueblo en la travesía del desierto de día en una columna de nube y de noche en una columna de fuego para iluminarlos y que así pudieran viajar tanto de día como de noche. En determinado momento Moisés ordena que pongan campamento frente al mar.
Por otra parte, el faraón al enterarse que los esclavos judíos habían escapado por el desierto decide salir en su búsqueda para obligarlos a regresar a la esclavitud. Le preocupaba no contar con mano de obra esclava para sus proyectos imperiales. El faraón ordena que preparen su carro de combate y se dispone a perseguir a los fugitivos.
Los peligros de la marcha hacia la tierra prometida
Y logra el faraón alcanzarlos a la orilla del mar. Cuando los israelitas vieron a los egipcios tuvieron mucho miedo y le pidieron ayuda al Señor. Entonces Moisés les dice: No tengan miedo, manténganse firmes, y fíjense en lo que el Señor va a hacer con los egipcios. El Señor entonces habla con Moisés y le asesora.
Yahvé hace que el mar se parta en dos para permitirle pasar a su pueblo. Cuando han pasado el ejercito egipcio va siguiéndoles y penetran en el mar, y el Señor cierra las puertas del mar y se hunden los carros de guerra y sus guerreros perecen ahogados. Al ver los esclavos el poder del Señor recuperan la confianza y agradecen por este gesto liberador.
Y Moisés entona este canto de victoria: cantare en honor del Señor, que tuvo un triunfo maravilloso, al hundir en el mar caballos y jinetes, Mi canto es al Señor, quien es mi fuerza y salvación. Y también María tomó una pandereta, y todas las mujeres la siguieron bailando y tocando panderetas, mientras ella les cantaba: "canten en honor al Señor, que tuvo un triunfo maravilloso, al hundir en el mar caballos y jinetes."
Luego aparece un suceso muy significativo. La reacción levanta cabeza en el mismo grupo que huye de Egipto y protesta ante Moisés por la falta de agua. Le gritan: ¿Qué vamos a beber? Moisés pidió ayuda al Señor y este le mostró un arbusto de donde surgió agua. Y luego llegan a Elim., donde había doce manantiales de de agua y setenta palmeras. Y allí hacen campamento.
La derrota del faraón de Egipto por el Movimiento Popular conducido por Moisés y Aarón cerró un capítulo de la historia de la lucha de liberación del pueblo hebreo y abrió uno nuevo, más complejo, el de la transición. Transición que se ve teñida por la necesidad de resistir las embestidas de los enemigos que amenazaban la vida misma de este pueblo insurgente. La transición era un enfrentamiento político, militar e ideológico.
El Éxodo es el núcleo original del Pentateuco. La liberación de los esclavos en Egipto constituye la semilla, el corazón, el alma del Antiguo Testamento. Y es un relato que ha sido interpretado en diversas épocas para fortalecer el espíritu de lucha de los sectores populares. Pixley nos ayuda a reconocer cuatro niveles principales. El primero es el de los que vivieron la experiencia de la liberación de Egipto.
El segundo fue el re-producido por las tribus llamadas "Israel" en la tierra de Canaan, para legitimar los levantamientos campesinos en contra de los señores de las ciudades que les exigían tributo; el tercero es el de la resistencia israelita, una lucha de liberación contra los invasores filisteos que concluye en el establecimiento de una monarquía y el cuarto y último nivel, el de la comunidad judía que vive el destierro en el imperio persa y el acontecimiento se convierte en el símbolo de su identidad.
Cada proceso revolucionario luego de su victoria enfrenta el desafío de construir una nueva sociedad. Encara el problema de la transición. La forma que esta adopta determina sus problemas y dificultades. Pero antes se requiere vencer al Minotauro, derrotar al faraón, destronar a los explotadores y opresores del pueblo. En ambas situaciones, Yahvé acompaña nuestros esfuerzos. Amén.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
San Salvador, 2 de enero de 2007
Reflexión sobre Éxodo 13, 14 y 15
El culto religioso, las oraciones, los himnos, las ceremonias, celebraciones y los rituales litúrgicos surgen por lo general, de la lucha por la justicia y su práctica solo se justifica si regresan a la lucha, si son parte de un acto de acción de gracias por el acompañamiento de la divinidad y su misterio trascendente; en su respuesta divina a los sufrimientos y dolores, gritos y marchas de los oprimidos.
Cuando se realizan de otra forma, únicamente sirven para justificar situaciones de opresión y se convierten en mecanismos de esclavitud ideológica al servicio de los poderosos y de los imperios, se transforman en religiones escapistas e iglesias individualistas que legitiman el poder de los opresores.
Este es el criterio rector para medir la naturaleza opresora o liberadora de los actos litúrgicos, sea en el Egipto de los faraones o en la antigua Creta con el rey Minos; en la Francia de los enciclopedistas o en la Rusia de Lenin, en la Cuba de Fidel o en El Salvador de Monseñor Romero.
Cada revolución enfrenta una situación religiosa diferente en correspondencia con la cultura popular y la reacción de las clases dominantes. Y cada revolución también experimenta su propia transición, su propia modalidad de caminar hacia la Tierra Prometida o de construir el socialismo, luego de vencer al Minotauro.
La experiencia revolucionaria de Teseo y el Minotauro
En la lejana Knosos, el rey Minos, hijo de Zeus y de Europa, y hermano de Radamanto y Sarpedón, reinó sobre Creta por muchos años. Grecia era entonces una colonia de Creta. Minos era un déspota cruel que practicaba los sacrificios humanos. Y eran jóvenes esclavos atenienses las víctimas.
Y los sacrificaba para aplacar la cólera del monstruo Minotauro, que tenía cuerpo humano y cabeza de toro. Muchos siglos después en otro imperio cuya capital era Washington hubo otro dictador que sacrificaba jóvenes latinos, negros e incluso blancos en sus guerras de conquista. Irak era entonces una colonia de los Estados Unidos.
Cada nueve años Egeo, rey de Atenas era obligado como tributo, a enviar catorce jóvenes, siete muchachos y siete muchachas para ser sacrificados, devorados por el Minotauro en Knosos. Era un compromiso con el FMI de aquel tiempo, con el rey Minos de Creta. Cuando Teseo, hijo de Egeo toma conciencia de esta humillante situación y reacciona airado, decide rebelarse. En la decisión de luchar esta la decisión de vencer. Teseo iba a enfrentar al imperio. Su padre tuvo miedo de perderlo pero terminó apoyándolo.
Teseo se une a los jóvenes que serán sacrificados. La resistencia organiza una demostración que con los puños alzados despide a los muchachos y muchachas en el puerto del Pireo. Van en una embarcación con velas negras para señalar el dolor de la muerte. Egeo le dice a Teseo que si regresa triunfante que cambie el color de las velas por el blanco victorioso para saber que han vencido y que se encuentra vivo.
Durante la travesía Teseo recibió la visita del dios Neptuno para saludarlo e indicarle que debía buscar en el fondo del mar un anillo de oro que Minos había hace tiempo perdido. Al llegar a Creta son recibidos por Minos y su comitiva, que se sorprende por el anillo y le advierte que se enfrentara al Minotauro sin ningún tipo de arma.
Teseo no le quitó la vista a Ariadna, hija de Minos, que también lo miraba. A Teseo le atraía su belleza y que estaba bordando. A Ariadna le sorprendía el espíritu combativo de Teseo. Y decidió solidarizarse, ayudarlo en su empresa. Juntos iban a derrotar al Minotauro. A su propio hermano que aborrecía por su crueldad. En la noche Ariadna visitó a Teseo. Sellaron un pacto de lucha. Ariadna conocía los secretos del monstruo. Mientras hablaban sonaba el chasquido de las agujas en sus manos.
El Minotauro vivía oculto en la Casa Blanca de esa época, en un palacio llamado Laberinto construido por el arquitecto Dédalo. Era una edificación repleta de pasadizos intrincados que conducían al encuentro con el monstruo que devoraba a los que osaban desafiarlo. Se podía entrar pero no se podía salir. Cuando los jóvenes entraron, Ariadna le susurró a Teseo: coge este hilo y, ¡por lo que más quieras, no lo pierdas! Será lo que nos una.
Teseo obedeció. Y penetró con sus compañeros en el laberinto. Sabía que por más que caminaran siempre terminarían en su centro. Al anochecer percibieron un fuerte olor a carne podrida y escucharon unos temibles rugidos. Se acercaba el momento del enfrentamiento con el Minotauro. Camino hacia una plaza circular y pudo por vez primer observarlo. Era horripilante.
Y el monstruo amenazaba con atacarlo. El suelo estaba cubierto de huesos. Teseo tomó el más grande como arma. Y cuando el Minotauro lo embistió Teseo lo golpeo fuertemente. El monstruo rugió de dolor. Y Teseo aprovecho para encaramarse a su espalda y estrangularlo. Estuvieron revolcándose en la arena hasta que el Minotauro exhaló el último suspiro.
Había logrado matarlo. Ahora el desafío era salir del laberinto. Mediante el hilo de Ariadna empezaron a recorrer en sentido inverso el camino por donde entraron. Al final lograron salir. Ariadna esperaba afuera y al verlos corrió a abrazar a Teseo. Se encaminaron al puerto. Habían vencido y la Patria los esperaba. Antes de partir sabotearon todas las naves cretenses para evitar que los persiguieran.
En el camino una tenaz tormenta amenaza su regreso. Cuando se acercaba a Atenas la alegría de la victoria le hizo olvidar lo que su padre le había dicho antes de partir. Y regresó con las mismas velas negras. Cuando su padre vio la embarcación pensó que su hijo había fracasado, estaba muerto y decidió también quitarse la vida. Entonces nombran a Teseo como nuevo rey de Atenas. El sacrificio de jóvenes había concluido por medio de la lucha.
La experiencia revolucionaria de Moisés y el faraón
En la experiencia hebrea, la consagración de los primogénitos a Yahvé planteada por Moisés constituye un categórico rechazo al sacrificio por fuego de niños y niñas al dios cananeo Baal. La practica del sacrificio de jóvenes a los dioses es una práctica oscurantista de los poderosos orientada a fomentar el temor y el terror ante el misterio divino que también fue rechazada en la experiencia azteca por Quetzalcoatl. Las corrientes progresistas al interior de las religiones siempre han rechazado estas prácticas reaccionarias y mantenido una lucha ideológica contra sus partidarios.
Moisés y su Movimiento Popular descubren que la necesidad de conservar la memoria histórica es un imperativo para garantizar la continuidad del proceso revolucionario. Y es por eso que enfatizan en la conmemoración de los acontecimientos, de las fechas claves del calendario rebelde. Por eso se establece que "en el mes de Abib, acuérdense de este día, no deberán comer pan con levadura, deben celebrar esta ceremonia año tras año."
Y agrega "también deberán dar una ofrenda como rescate por cada hijo mayor, y cuando el día de mañana tus hijos te pregunten: ¿qué quiere decir esto? Les responderán: el Señor nos sacó con mano fuerte de la casa de servidumbre en Egipto."
Asimismo el Señor acompañaba a su pueblo en la travesía del desierto de día en una columna de nube y de noche en una columna de fuego para iluminarlos y que así pudieran viajar tanto de día como de noche. En determinado momento Moisés ordena que pongan campamento frente al mar.
Por otra parte, el faraón al enterarse que los esclavos judíos habían escapado por el desierto decide salir en su búsqueda para obligarlos a regresar a la esclavitud. Le preocupaba no contar con mano de obra esclava para sus proyectos imperiales. El faraón ordena que preparen su carro de combate y se dispone a perseguir a los fugitivos.
Los peligros de la marcha hacia la tierra prometida
Y logra el faraón alcanzarlos a la orilla del mar. Cuando los israelitas vieron a los egipcios tuvieron mucho miedo y le pidieron ayuda al Señor. Entonces Moisés les dice: No tengan miedo, manténganse firmes, y fíjense en lo que el Señor va a hacer con los egipcios. El Señor entonces habla con Moisés y le asesora.
Yahvé hace que el mar se parta en dos para permitirle pasar a su pueblo. Cuando han pasado el ejercito egipcio va siguiéndoles y penetran en el mar, y el Señor cierra las puertas del mar y se hunden los carros de guerra y sus guerreros perecen ahogados. Al ver los esclavos el poder del Señor recuperan la confianza y agradecen por este gesto liberador.
Y Moisés entona este canto de victoria: cantare en honor del Señor, que tuvo un triunfo maravilloso, al hundir en el mar caballos y jinetes, Mi canto es al Señor, quien es mi fuerza y salvación. Y también María tomó una pandereta, y todas las mujeres la siguieron bailando y tocando panderetas, mientras ella les cantaba: "canten en honor al Señor, que tuvo un triunfo maravilloso, al hundir en el mar caballos y jinetes."
Luego aparece un suceso muy significativo. La reacción levanta cabeza en el mismo grupo que huye de Egipto y protesta ante Moisés por la falta de agua. Le gritan: ¿Qué vamos a beber? Moisés pidió ayuda al Señor y este le mostró un arbusto de donde surgió agua. Y luego llegan a Elim., donde había doce manantiales de de agua y setenta palmeras. Y allí hacen campamento.
La derrota del faraón de Egipto por el Movimiento Popular conducido por Moisés y Aarón cerró un capítulo de la historia de la lucha de liberación del pueblo hebreo y abrió uno nuevo, más complejo, el de la transición. Transición que se ve teñida por la necesidad de resistir las embestidas de los enemigos que amenazaban la vida misma de este pueblo insurgente. La transición era un enfrentamiento político, militar e ideológico.
El Éxodo es el núcleo original del Pentateuco. La liberación de los esclavos en Egipto constituye la semilla, el corazón, el alma del Antiguo Testamento. Y es un relato que ha sido interpretado en diversas épocas para fortalecer el espíritu de lucha de los sectores populares. Pixley nos ayuda a reconocer cuatro niveles principales. El primero es el de los que vivieron la experiencia de la liberación de Egipto.
El segundo fue el re-producido por las tribus llamadas "Israel" en la tierra de Canaan, para legitimar los levantamientos campesinos en contra de los señores de las ciudades que les exigían tributo; el tercero es el de la resistencia israelita, una lucha de liberación contra los invasores filisteos que concluye en el establecimiento de una monarquía y el cuarto y último nivel, el de la comunidad judía que vive el destierro en el imperio persa y el acontecimiento se convierte en el símbolo de su identidad.
Cada proceso revolucionario luego de su victoria enfrenta el desafío de construir una nueva sociedad. Encara el problema de la transición. La forma que esta adopta determina sus problemas y dificultades. Pero antes se requiere vencer al Minotauro, derrotar al faraón, destronar a los explotadores y opresores del pueblo. En ambas situaciones, Yahvé acompaña nuestros esfuerzos. Amén.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
San Salvador, 2 de enero de 2007
MOISES Y LA BATALLA FINAL CONTRA EL FARAON DE EGIPTO 3-diciembre-06
Reflexión sobre Éxodo 11 y 12
Los procesos revolucionarios, al igual que la vida misma, atraviesan por diversas fases. La fase del surgimiento, la fase de la resistencia, la fase de los primeros enfrentamientos, la fase de consolidación y la fase de los combates decisivos para alcanzar la victoria, aunque no siempre se alcanza el triunfo y muchas veces los oprimidos experimentan la derrota y la necesidad de volver a comenzar el ciclo de lucha popular y revolucionaria.
Esto ha sido así desde el surgimiento del estado, de la propiedad privada y la lucha de clases, y este proceso ha acompañado el surgimiento y ocaso de los grandes imperios y de las pequeñas naciones. Fue así en las 13 colonias británicas que se lanzaron en América del Norte por la independencia y en el antiguo imperio de los hititas; en Vietnam y en El Salvador.
El imperio hitita
La gloria de ciertos imperios, así como sus crímenes y palacios, fueron borrados por la arena del desierto o por la maleza de la selva. El viento de la historia se encargó de silenciar los gritos de la resistencia. De su grandeza solo nos quedan algunas palabras solitarias. Tal es el caso del imperio de los hititas, que subyugaron a muchos pueblos, pero luego desaparecieron ocultando la huella de sus pasos. Su principal rey se llamaba Labarna (1680-1650 AC).
Su cuna se encontraba en el Turquestan, hoy el norte de Anatolia, en Turquía, y hablaban un lenguaje indoeuropeo de la misma familia que el español, el inglés, el ruso y el griego. La escritura era cuneiforme como el sumerio y el acadio. De la numeración hitita sólo se conocen cuatro números: 2 da-, 3 tri-, 4 meiu-, y 7 sipta-.
Sabemos que su capital era Hattusas, o la ciudad de los hititas. Ellos alcanzaron su apogeo entre los años 1600 y 1200 antes de nuestra era y sus fronteras se extendían por toda Asia Menor, Siria, Fenicia y Palestina. Se agotaron como imperio debido a una larga y costosa guerra con otro imperio, con el imperio egipcio.
Ambos gigantes quedaron exhaustos de tanto pelear y ya nunca pudieron recuperar su fuerza anterior. Los hititas fueron una puerta abierta entre el oriente y el occidente. Y también fue una espada de hierro que castigo con su dureza el pecho de muchos pueblos. Y eran muy crueles. Adoraban a un dios solar e incorporaban a su religión a los dioses de los pueblos que conquistaban. Las deidades hititas más importantes eran el dios de la Tormenta de Hatti, o dios del tiempo, y la diosa Sol de Harina. Entre los hebreos que eran esclavos en Egipto también había hititas. Y estos se incorporaron a la lucha, formaban parte de la resistencia popular.
Sobre la violencia revolucionaria
Y así fue creciendo la lucha en Egipto. Los signos de la resistencia. Hubo grandes huelgas y demostraciones, manifiestos y protestas. La gente escribía Moisés en las paredes. Y la represión del faraón también golpeó y hubo cárcel y destierro, desapariciones y asesinatos. Donde hay represión hay resistencia. Luego de largos años de lucha los sectores populares aumentaron su fuerza hasta desafiar la dominación imperial y emprender la batalla final contra el faraón de Egipto, la batalla de las batallas.
Fue una batalla muy violenta. Los opresores imponen y pretenden eternizar su violento sistema de explotación económica que defienden con la represión del estado y la ideología de la religión. A los explotados la religión y la educación los socializa en la resignación y el fatalismo. Les inculcan que la opresión es el llamado de los dioses y la verdad de la vida. Cuando los oprimidos utilizan la violencia se les llama terroristas. Cuando los opresores imponen la violencia se les califica como defensores de la ley y el orden.
Es únicamente cuando los oprimidos rompen con el temor a la violencia de los opresores que empiezan a ser libres. Y como enseñaba Lenin, el maestro de los revolucionarios rusos, "sin emplear la violencia contra quienes la ejercen y detentan los instrumentos y órganos de poder, no es posible liberar al pueblo de sus opresores”.
La experiencia revolucionaria de la humanidad, a lo largo de los siglos, en las diversas culturas, nos enseña que por lo general, los oprimidos necesitan de la violencia revolucionaria para romper las cadenas de la opresión y derrotar a los poderosos, que son los dueños de la violencia legalizada desde el estado y sus aparatos represivos, jurídicos e ideológicos.
El uso de la violencia revolucionaria esta determinado por las condiciones de cada país y por el grado de resistencia a los cambios de los poderosos que detentan el uso de la fuerza. La lucha de los oprimidos es una guerra justa. Es un acto de respuesta ante la crueldad y la violencia de los opresores y de los imperios.
Es un legítimo derecho de defensa de los pueblos cuando se han agotado otros medios pacíficos o legales para lograr su liberación. Y este es un aprendizaje que realiza cada pueblo y que va enriqueciendo la lucha global a medida que cada país construye la casa de la resistencia, iluminada por la lámpara de la fe en la justicia y protegida por las paredes de la movilización popular.
La lucha en Egipto
En Egipto al calor de la lucha popular se fueron forjando los perfiles de la identidad hebrea; se fueron construyendo los valores de firmeza y solidaridad, de iniciativa y fe profunda en un Dios liberador que acompañaba a su pueblo en la lucha por la liberación de la opresión.
En el libro del Éxodo hemos seguido los diversos episodios de la lucha popular que Moisés y Aarón desatan contra el sistema del faraón en Egipto. Ante cada acción popular el faraón responde con mayor represión. Y el enfrentamiento ha crecido hasta llegar a su clímax, a su desenlace que fue de la siguiente forma.
Antes de lanzar el golpe final, la ofensiva definitiva, el pueblo egipcio que también estaba oprimido por el faraón, despidió a sus hermanos y hermanos de clase hebreos; les entrego objetos de oro, plata, y ropa para el largo viaje que iban a emprender. Era la unión entre los egipcios pobres y los hebreos pobres. Ambos luchaban contra un enemigo común: el sistema tributario del faraón de Egipto.
Los sectores populares hebreos hicieron la siguiente declaración de guerra: " a la medianoche pasaré por todo Egipto y morirá el hijo mayor de cada familia egipcia; desde el hijo mayor del faraón que ocupa el trono hasta el hijo mayor de la esclava que trabaja en el molino; también morirán las primeras crías de los animales. En todo Egipto habrá gritos de dolor…"
Y Yahvé les dio instrucciones a la población para conducirse en medio de este acontecimiento. El día diez tomarían un cordero o un cabrito, y e catorce lo matarían al atardecer y con la sangre del animal untarían la puerta de la casa donde lo comieran. Y esa noche comerían la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. ya vestidos y calzados y con el bastón en la mano, comerían de prisa el animal "porque es al Pascua del Señor. Esa noche dictare sentencia contra los dioses de Egipto."
Y Moisés y sus seguidores se preocuparon por conservar la memoria histórica al indicar y ordenar que "este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor del Señor."
Efectivamente, a medianoche el señor hirió de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y hubo grandes gritos de dolor por todo Egipto. Es hasta entonces que ya derrotado, el faraón se rinde y les grita: ¡váyanse! Y fueron muchos los que salieron. El texto nos habla de "gente de toda clase…" Habían vivido en Egipto 430 años. Esta fue la noche del Señor. La noche de la justicia de Dios. La noche de la victoria popular.
Mis noches de Pascua
Hay dos noches que experimente de manera especial la ansiedad de la batalla final. Fueron noches largas en las que se comía de prisa y había mucha angustia y temor. La primera fue la noche que asesinaron a Monseñor Romero. El 24 de marzo de 1980. A las cinco de la tarde recibí una llamada telefónica que me dice llorando: ¡Mataron al abuelo! Fue un fuerte golpe al pecho y las lágrimas de dolor y rabia surgieron indetenibles. Me movilice hacia la Policlínica donde lo habían llevado. Allí nos confirman que ha muerto. Se decide trasladar su cuerpo hacia la Basílica. Eran como los ocho de la anoche cuando llegamos. El ataúd esta en medio de la iglesia. Y hay algunas candelas prendidas y algunas flores. Nos reunimos para organizar la velación. En la calle se oyen gritos y disparos…y un silencio de muerte. Han matado a Monseñor. Empiezan a llegar monjas y sacerdotes. Gente que oyó por la radio y nos van a acompañar. Avisan que afuera rondan radiopatrullas. Decidimos cerrar las puertas de la iglesia. Pensamos que nos van a llegar a matar como mataron ya a Monseñor Romero. No sabemos que va a pasar mañana. No hemos traído ropa para cambiarnos. Hay gente que ha traído tamales y pupusas que se comparten. El cura Rogelio Ponseele inicia una procesión dentro de la iglesia y todos y todas nos incorporamos, no podemos detener las lágrimas, cantamos y lloramos, nos han matado a Monseñor… lo vemos en el ataúd y no podemos creerlo todavía…
La segunda noche fue un sábado. El 11 de noviembre de 1989. Era un día que se había venido retrasando de semana en semana. Y al final llegaba. Esa tarde me despedí de Isabel que estaba embarazada de Adela, mi primera hija. Me dolía mucho dejarla. No sabía si iba a verla de nuevo. Si fracasábamos y quedábamos vivo lo más seguro meditaba, era que nos fusilaran. Como en el 32. Nos habíamos levantado en armas. Pero íbamos a ganar. Una noche antes Damián me había dicho que "hay ya cinco mil guerrilleros del FMLN alrededor de San Salvador."Era la ofensiva final, hasta el tope…Íbamos a topar. Y el enemigo lo sabía y no podía evitarlo. Me correspondía estar en San Marcos. A las 5 de la tarde. Eran las cinco de la tarde de Lorca. Isabel me dejó en el centro. Tome la ruta 11. Llegue al lugar indicado. Empecé a caminar por la calle principal de norte a sur. Y empecé a ver caras conocidas en las paradas de buses. Parecía que toda la U se había venido para San Marcos. Dieron las seis y nada. Dieron las siete y nada. Y doscientas gentes caminando por San Marcos de turistas, metiéndose en las cervecerías, saliendo de las cervecerías.No había otro sitio donde meterse. Dieron los ocho y nada. Dago preguntándome que a que horas empezaba la fiesta. Norma preocupada. A las ocho y media empezó la fiesta. Explosiones por todo San Salvador. No era paja. Y la gente oyendo por la radio lo que pasaba, ataques al ejército en todo el país. Y nosotros. ¿A que horas? No han llegado las armas. No ha llegado la tropa guerrillera. Y a las 9 de la noche decidimos irnos para una casa de seguridad. Todos y todas en un solar de una casa. Oyendo la radio. Benito se comunicaba con Ramón. Y si nos capturan a todos. Era más peligroso estar afuera. Hay que tratar de dormir. Y como con toda esta tronazón…Y así hasta la madrugada que apareció la tropa, venían uniformados, con fusiles, con mochilas, bajamos emocionados a abrazarlos, empezaba la guerra…
Cada pueblo construye sus noches de pascua. A cada persona le es dado participar en las noches de pascua. Es un don y una elección que uno hace. Cuando se asume el compromiso de seguir a Jesús le esperan a uno muchas noches de Pascua en las que el espíritu de Dios que es un espíritu de justicia se revela en toda su gloria. Amén.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
San Salvador, 4 de diciembre de 2006
Los procesos revolucionarios, al igual que la vida misma, atraviesan por diversas fases. La fase del surgimiento, la fase de la resistencia, la fase de los primeros enfrentamientos, la fase de consolidación y la fase de los combates decisivos para alcanzar la victoria, aunque no siempre se alcanza el triunfo y muchas veces los oprimidos experimentan la derrota y la necesidad de volver a comenzar el ciclo de lucha popular y revolucionaria.
Esto ha sido así desde el surgimiento del estado, de la propiedad privada y la lucha de clases, y este proceso ha acompañado el surgimiento y ocaso de los grandes imperios y de las pequeñas naciones. Fue así en las 13 colonias británicas que se lanzaron en América del Norte por la independencia y en el antiguo imperio de los hititas; en Vietnam y en El Salvador.
El imperio hitita
La gloria de ciertos imperios, así como sus crímenes y palacios, fueron borrados por la arena del desierto o por la maleza de la selva. El viento de la historia se encargó de silenciar los gritos de la resistencia. De su grandeza solo nos quedan algunas palabras solitarias. Tal es el caso del imperio de los hititas, que subyugaron a muchos pueblos, pero luego desaparecieron ocultando la huella de sus pasos. Su principal rey se llamaba Labarna (1680-1650 AC).
Su cuna se encontraba en el Turquestan, hoy el norte de Anatolia, en Turquía, y hablaban un lenguaje indoeuropeo de la misma familia que el español, el inglés, el ruso y el griego. La escritura era cuneiforme como el sumerio y el acadio. De la numeración hitita sólo se conocen cuatro números: 2 da-, 3 tri-, 4 meiu-, y 7 sipta-.
Sabemos que su capital era Hattusas, o la ciudad de los hititas. Ellos alcanzaron su apogeo entre los años 1600 y 1200 antes de nuestra era y sus fronteras se extendían por toda Asia Menor, Siria, Fenicia y Palestina. Se agotaron como imperio debido a una larga y costosa guerra con otro imperio, con el imperio egipcio.
Ambos gigantes quedaron exhaustos de tanto pelear y ya nunca pudieron recuperar su fuerza anterior. Los hititas fueron una puerta abierta entre el oriente y el occidente. Y también fue una espada de hierro que castigo con su dureza el pecho de muchos pueblos. Y eran muy crueles. Adoraban a un dios solar e incorporaban a su religión a los dioses de los pueblos que conquistaban. Las deidades hititas más importantes eran el dios de la Tormenta de Hatti, o dios del tiempo, y la diosa Sol de Harina. Entre los hebreos que eran esclavos en Egipto también había hititas. Y estos se incorporaron a la lucha, formaban parte de la resistencia popular.
Sobre la violencia revolucionaria
Y así fue creciendo la lucha en Egipto. Los signos de la resistencia. Hubo grandes huelgas y demostraciones, manifiestos y protestas. La gente escribía Moisés en las paredes. Y la represión del faraón también golpeó y hubo cárcel y destierro, desapariciones y asesinatos. Donde hay represión hay resistencia. Luego de largos años de lucha los sectores populares aumentaron su fuerza hasta desafiar la dominación imperial y emprender la batalla final contra el faraón de Egipto, la batalla de las batallas.
Fue una batalla muy violenta. Los opresores imponen y pretenden eternizar su violento sistema de explotación económica que defienden con la represión del estado y la ideología de la religión. A los explotados la religión y la educación los socializa en la resignación y el fatalismo. Les inculcan que la opresión es el llamado de los dioses y la verdad de la vida. Cuando los oprimidos utilizan la violencia se les llama terroristas. Cuando los opresores imponen la violencia se les califica como defensores de la ley y el orden.
Es únicamente cuando los oprimidos rompen con el temor a la violencia de los opresores que empiezan a ser libres. Y como enseñaba Lenin, el maestro de los revolucionarios rusos, "sin emplear la violencia contra quienes la ejercen y detentan los instrumentos y órganos de poder, no es posible liberar al pueblo de sus opresores”.
La experiencia revolucionaria de la humanidad, a lo largo de los siglos, en las diversas culturas, nos enseña que por lo general, los oprimidos necesitan de la violencia revolucionaria para romper las cadenas de la opresión y derrotar a los poderosos, que son los dueños de la violencia legalizada desde el estado y sus aparatos represivos, jurídicos e ideológicos.
El uso de la violencia revolucionaria esta determinado por las condiciones de cada país y por el grado de resistencia a los cambios de los poderosos que detentan el uso de la fuerza. La lucha de los oprimidos es una guerra justa. Es un acto de respuesta ante la crueldad y la violencia de los opresores y de los imperios.
Es un legítimo derecho de defensa de los pueblos cuando se han agotado otros medios pacíficos o legales para lograr su liberación. Y este es un aprendizaje que realiza cada pueblo y que va enriqueciendo la lucha global a medida que cada país construye la casa de la resistencia, iluminada por la lámpara de la fe en la justicia y protegida por las paredes de la movilización popular.
La lucha en Egipto
En Egipto al calor de la lucha popular se fueron forjando los perfiles de la identidad hebrea; se fueron construyendo los valores de firmeza y solidaridad, de iniciativa y fe profunda en un Dios liberador que acompañaba a su pueblo en la lucha por la liberación de la opresión.
En el libro del Éxodo hemos seguido los diversos episodios de la lucha popular que Moisés y Aarón desatan contra el sistema del faraón en Egipto. Ante cada acción popular el faraón responde con mayor represión. Y el enfrentamiento ha crecido hasta llegar a su clímax, a su desenlace que fue de la siguiente forma.
Antes de lanzar el golpe final, la ofensiva definitiva, el pueblo egipcio que también estaba oprimido por el faraón, despidió a sus hermanos y hermanos de clase hebreos; les entrego objetos de oro, plata, y ropa para el largo viaje que iban a emprender. Era la unión entre los egipcios pobres y los hebreos pobres. Ambos luchaban contra un enemigo común: el sistema tributario del faraón de Egipto.
Los sectores populares hebreos hicieron la siguiente declaración de guerra: " a la medianoche pasaré por todo Egipto y morirá el hijo mayor de cada familia egipcia; desde el hijo mayor del faraón que ocupa el trono hasta el hijo mayor de la esclava que trabaja en el molino; también morirán las primeras crías de los animales. En todo Egipto habrá gritos de dolor…"
Y Yahvé les dio instrucciones a la población para conducirse en medio de este acontecimiento. El día diez tomarían un cordero o un cabrito, y e catorce lo matarían al atardecer y con la sangre del animal untarían la puerta de la casa donde lo comieran. Y esa noche comerían la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. ya vestidos y calzados y con el bastón en la mano, comerían de prisa el animal "porque es al Pascua del Señor. Esa noche dictare sentencia contra los dioses de Egipto."
Y Moisés y sus seguidores se preocuparon por conservar la memoria histórica al indicar y ordenar que "este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor del Señor."
Efectivamente, a medianoche el señor hirió de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y hubo grandes gritos de dolor por todo Egipto. Es hasta entonces que ya derrotado, el faraón se rinde y les grita: ¡váyanse! Y fueron muchos los que salieron. El texto nos habla de "gente de toda clase…" Habían vivido en Egipto 430 años. Esta fue la noche del Señor. La noche de la justicia de Dios. La noche de la victoria popular.
Mis noches de Pascua
Hay dos noches que experimente de manera especial la ansiedad de la batalla final. Fueron noches largas en las que se comía de prisa y había mucha angustia y temor. La primera fue la noche que asesinaron a Monseñor Romero. El 24 de marzo de 1980. A las cinco de la tarde recibí una llamada telefónica que me dice llorando: ¡Mataron al abuelo! Fue un fuerte golpe al pecho y las lágrimas de dolor y rabia surgieron indetenibles. Me movilice hacia la Policlínica donde lo habían llevado. Allí nos confirman que ha muerto. Se decide trasladar su cuerpo hacia la Basílica. Eran como los ocho de la anoche cuando llegamos. El ataúd esta en medio de la iglesia. Y hay algunas candelas prendidas y algunas flores. Nos reunimos para organizar la velación. En la calle se oyen gritos y disparos…y un silencio de muerte. Han matado a Monseñor. Empiezan a llegar monjas y sacerdotes. Gente que oyó por la radio y nos van a acompañar. Avisan que afuera rondan radiopatrullas. Decidimos cerrar las puertas de la iglesia. Pensamos que nos van a llegar a matar como mataron ya a Monseñor Romero. No sabemos que va a pasar mañana. No hemos traído ropa para cambiarnos. Hay gente que ha traído tamales y pupusas que se comparten. El cura Rogelio Ponseele inicia una procesión dentro de la iglesia y todos y todas nos incorporamos, no podemos detener las lágrimas, cantamos y lloramos, nos han matado a Monseñor… lo vemos en el ataúd y no podemos creerlo todavía…
La segunda noche fue un sábado. El 11 de noviembre de 1989. Era un día que se había venido retrasando de semana en semana. Y al final llegaba. Esa tarde me despedí de Isabel que estaba embarazada de Adela, mi primera hija. Me dolía mucho dejarla. No sabía si iba a verla de nuevo. Si fracasábamos y quedábamos vivo lo más seguro meditaba, era que nos fusilaran. Como en el 32. Nos habíamos levantado en armas. Pero íbamos a ganar. Una noche antes Damián me había dicho que "hay ya cinco mil guerrilleros del FMLN alrededor de San Salvador."Era la ofensiva final, hasta el tope…Íbamos a topar. Y el enemigo lo sabía y no podía evitarlo. Me correspondía estar en San Marcos. A las 5 de la tarde. Eran las cinco de la tarde de Lorca. Isabel me dejó en el centro. Tome la ruta 11. Llegue al lugar indicado. Empecé a caminar por la calle principal de norte a sur. Y empecé a ver caras conocidas en las paradas de buses. Parecía que toda la U se había venido para San Marcos. Dieron las seis y nada. Dieron las siete y nada. Y doscientas gentes caminando por San Marcos de turistas, metiéndose en las cervecerías, saliendo de las cervecerías.No había otro sitio donde meterse. Dieron los ocho y nada. Dago preguntándome que a que horas empezaba la fiesta. Norma preocupada. A las ocho y media empezó la fiesta. Explosiones por todo San Salvador. No era paja. Y la gente oyendo por la radio lo que pasaba, ataques al ejército en todo el país. Y nosotros. ¿A que horas? No han llegado las armas. No ha llegado la tropa guerrillera. Y a las 9 de la noche decidimos irnos para una casa de seguridad. Todos y todas en un solar de una casa. Oyendo la radio. Benito se comunicaba con Ramón. Y si nos capturan a todos. Era más peligroso estar afuera. Hay que tratar de dormir. Y como con toda esta tronazón…Y así hasta la madrugada que apareció la tropa, venían uniformados, con fusiles, con mochilas, bajamos emocionados a abrazarlos, empezaba la guerra…
Cada pueblo construye sus noches de pascua. A cada persona le es dado participar en las noches de pascua. Es un don y una elección que uno hace. Cuando se asume el compromiso de seguir a Jesús le esperan a uno muchas noches de Pascua en las que el espíritu de Dios que es un espíritu de justicia se revela en toda su gloria. Amén.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
San Salvador, 4 de diciembre de 2006
LA TESIS INSURRECIONAL DE MOISES FRENTE AL FARAON DE EGIPTO 26-noviembre-06
LA TESIS INSURRECIONAL DE MOISES FRENTE AL FARAON DE EGIPTO
Reflexión sobre Éxodo 7, 8,9 y 10
La ofensiva popular de Moisés contra el régimen del faraón de Egipto comprendió una serie ininterrumpida de acciones que abarcaron tanto la negociación como la insurrección, el enfrentamiento religioso como el sabotaje a la economía, la educación popular como la agitación política. Fue un proceso largo de enfrentamiento entre la soberbia imperial del faraón y la dignidad subversiva de los hebreos.
Es significativo, que en un inicio Moisés dude de su capacidad para conducir la lucha emancipadora del pueblo hebreo, alegando su poca experiencia y frágil capacidad de comunicación. Pero Yahvé el Dios de la justicia, no acepta estas justificaciones y le reitera su decisión de enviarlo para sacar a su pueblo de la esclavitud. Dios conoce nuestros corazones y siempre confía en nuestras potencialidades.
Es muy revelador que Moisés y Aarón asuman este compromiso revolucionario de conducir al pueblo hebreo a edades avanzadas. Moisés tenía 80 años y Aarón 83. Desde el comienzo es Yahvé el que acompaña este proceso, el que guía, aconseja, asesora y protege a estos dirigentes populares.
La batalla de los bastones y las serpientes
Moisés y Aarón realizan el segundo encuentro de diálogo con el faraón. Llegan al palacio del monarca y ante su muda presencia el bastón de Aarón se convierte en serpiente. Es un desafío de carácter religioso. La serpiente era un animal sagrado para los egipcios. El símbolo del imperio era la cobra que incluso adornaba la diadema del faraón.
Y sucede que el Dios de los esclavos rebeldes también dominaba a las serpientes. El faraón estaba sorprendido pero inmediatamente convoca a sus sabios y magos para conjurar esta inesperada amenaza. Los sacerdotes del faraón repiten la hazaña de convertir los bastones en serpientes. Pero entonces los bastones de Aarón se comieron a los bastones del faraón. Era una acción guerrillera desde la magia. No obstante esto, el faraón se sintió seguro de la respuesta de sus magos y decidió no hacerle caso, ignorar a la resistencia hebrea. Había sido una batalla al interior del palacio.
No es casual que la primera batalla entre el imperio del faraón y la resistencia de los hebreos haya sido en el terreno religioso. La sociedad egipcia era profundamente religiosa y se necesitaba derrotar primeramente a los símbolos religiosos de poder. Era magia contra magia, poder ideológico contra poder ideológico. La lucha de clase se manifiesta en diversos terrenos: el político, el económico, y el ideológico que transcurre en los rincones de la religión, la cultura, la historia, el deporte, el arte, y la educación.
El sabotaje al río Nilo
El río Nilo es Egipto y por sus venas circula la sangre del imperio. La segunda acción guerrillera consistió en el sabotaje a la principal fuente de abastecimiento de agua, a la llave del comercio y la economía. Al símbolo de la eterna grandeza de la monarquía. Moisés golpeó con su bastón el agua del río. El agua del río se transformó en sangre, en un río de sangre.
¡Había sangre por todo Egipto! La confrontación era ahora pública y el faraón la estaba perdiendo. El corazón de Egipto estaba golpeado por los rebeldes. Los peces morían en las orillas del río y el agua no podía beberse. Y el faraón desesperado convoca a sus técnicos y estos logran administrarle la crisis. Y el sistema opresor puede de nuevo asimilar este nuevo golpe de la guerrilla de Moisés. Y por segunda vez, el faraón ignoró la amenaza.
La invasión de las ranas
La tercera acción guerrillera consistió en una abrumadora invasión de ranas. En la mitología egipcia las ranas eran las portadoras del misterio de la vida y de la resurrección. Eran las mediadoras entre la vida y la muerte. Fue precisamente la diosa Herit la que ayudo a recomponer e insuflar vida en el cuerpo destrozado de Osiris.
El faraón se encuentra con que los esclavos rebeldes también controlaban el mundo mágico de las ranas. E incluso lograron que esta invasión de ranas afectara "los hornos y en donde amasas tu pan." Era un sabotaje esta vez a la alimentación de los egipcios. El faraón esta vez se preocupa y maniobra para ganar tiempo, fingiendo ceder pero en realidad sin estar dispuesto a cumplir. La lucha continuaba.
La invasión de los mosquitos
La cuarta acción guerrillera fue provocada por Moisés, golpeando con su bastón el polvo de la tierra y generando la aparición de millones de mosquitos. Antes había golpeado el agua del río. Era un sabotaje a la agricultura y un golpe a la salud. Y esta vez los magos del imperio no pudieron controlar la situación y se ven obligados a reconocer ante el mismo faraón su derrota, afirmando que ¡esto es cosa de Dios! Pero la soberbia del faraón sigue imperturbable, continúa ignorando la magnitud de la amenaza que se cierne sobre el imperio.
La invasión de piojos
La quinta acción guerrillera fue el envío de millones de piojos para que picaran y martirizaran los cuerpos de los egipcios. Era un ataque a la salud y la economía. El país sufrió los estragos de una economía paralizada y casi destruida. Y en esta ocasión Moisés tuvo el cuidado de establecer una clara separación entre egipcios y hebreos, ya que esta plaga no afecto a estos últimos, que habitaban en Gosén, "donde vive mi pueblo."
El sabotaje al ganado.
La sexta acción guerrillera fue la destrucción del hato ganadero del faraón. Fue un golpe al tesoro del imperio. Una manifestación de fuerza para quebrar la moral y la economía de Egipto. Los esclavos rebeldes mostraban su poder. Esta misma táctica fue utilizada en nuestro país por el FMLN a mediados de los años ochenta del siglo pasado, para castigar a los terratenientes derechistas, sostén de la dictadura militar.
El ataque a la piel de los explotadores
La séptima acción guerrillera fue la aparición de llagas en el cuerpo de los egipcios que los inmovilizaban. Era un golpe a la salud del estamento dominante. Los esclavos hebreos golpeaban la piel de los explotadores para doblar el brazo altivo del faraón. La hora de la victoria popular se iba acercando.
La tormenta de granizo
La octavo acción guerrillera fue una temible tormenta de granizo que destruyó la economía de Egipto. El faraón enfrentaba los frutos del odio de los esclavos hebreos y de la poderosa ira del Dios de la Justicia. Cada acción guerrillera debilitaba la voluntad opresora del faraón.
La invasión de las langostas
La novena acción guerrillera fue una inmensa invasión de langostas. Las langostas terminaron de destruir la economía de Egipto. El país se encontraba arruinado. Pero la soberbia del faraón continúa evitando una salida a la crisis. El faraón únicamente maniobra pero no tiene una voluntad real para negociar con los esclavos rebeldes.
Las tinieblas se apoderan de Egipto. Yahvé derrota a Ra
La décima acción guerrillera tuvo un carácter religioso. La religión imperial giraba alrededor del culto al Sol. El sol era el dios que proporcionaba la vida. El faraón era el representante del sol en la tierra. Y los esclavos rebeldes derrotaban a Ra, a Horus y a Amón. Derrotaban al sol. Establecían la oscuridad en pleno día.
Era como cuando durante la guerra en El Salvador los sabotajes a la energía eléctrica dejaban a oscuras el país. El faraón estaba ya derrotado si sus magos y consejeros no podían evitar este ataque al corazón del poder imperial. Yahvé era más fuerte que el sol. Yahvé había derrotado al dios sol que nace cada mañana, cruza el cielo en la barca solar, envejece, pero no muere y viaja a través del mundo subterráneo durante la noche en un ciclo de regeneración.
Cada una de las distintas campañas guerrilleras señaladas, utilizadas por el Movimiento Popular conducido por Moisés y acompañado por Yahvé, fue debilitando la maquinaria represiva y la moral imperial del faraón, y obligándolo a reconocer la necesidad de permitir que salieran al desierto, lo cual era claramente una maniobra para conquistar su liberación.
El reloj de la historia es el reloj de la resistencia
El reloj de la historia es el reloj de la resistencia. Los oprimidos con sus luchas han ido marcando el curso de la historia y el curso de las religiones. El teólogo Jorge Pixley nos alumbró el camino para entender el Exodo como una historia de liberación.
Y nos explicó que existen cuatro relecturas de este episodio histórico, la primera fue la realizada por los levitas, autores originales de esta revolución social; la segunda fue la realizada por los israelitas que se enfrentaron a los dictadores cananeos, la tercera vinculada a la escuela yahvista y elohista, es la que le imprime un carácter de enfrentamiento antiimperialista; y la ultima, la sacerdotal, después del exilio en Persia, enfatiza la singularidad de la fe en un Dios liberador.
Cada pueblo lee el Exodo desde su propia historia de liberación. En nuestro caso, los doce años de Guerra Popular Revolucionaria de 1980 al 1992 nos dieron un marco de reflexión de mucha profundidad sobre el significado de la resistencia popular y de la soberbia del imperio. En esta nueva época de posguerra las paginas del Exodo, sus enseñanzas, la historia de sus héroes y mártires nos sigue ayudando para discernir el presente y soñar con un futuro de una tierra socialista que mane leche y miel. Amén.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
San Salvador, 26 de noviembre de 2006
Reflexión sobre Éxodo 7, 8,9 y 10
La ofensiva popular de Moisés contra el régimen del faraón de Egipto comprendió una serie ininterrumpida de acciones que abarcaron tanto la negociación como la insurrección, el enfrentamiento religioso como el sabotaje a la economía, la educación popular como la agitación política. Fue un proceso largo de enfrentamiento entre la soberbia imperial del faraón y la dignidad subversiva de los hebreos.
Es significativo, que en un inicio Moisés dude de su capacidad para conducir la lucha emancipadora del pueblo hebreo, alegando su poca experiencia y frágil capacidad de comunicación. Pero Yahvé el Dios de la justicia, no acepta estas justificaciones y le reitera su decisión de enviarlo para sacar a su pueblo de la esclavitud. Dios conoce nuestros corazones y siempre confía en nuestras potencialidades.
Es muy revelador que Moisés y Aarón asuman este compromiso revolucionario de conducir al pueblo hebreo a edades avanzadas. Moisés tenía 80 años y Aarón 83. Desde el comienzo es Yahvé el que acompaña este proceso, el que guía, aconseja, asesora y protege a estos dirigentes populares.
La batalla de los bastones y las serpientes
Moisés y Aarón realizan el segundo encuentro de diálogo con el faraón. Llegan al palacio del monarca y ante su muda presencia el bastón de Aarón se convierte en serpiente. Es un desafío de carácter religioso. La serpiente era un animal sagrado para los egipcios. El símbolo del imperio era la cobra que incluso adornaba la diadema del faraón.
Y sucede que el Dios de los esclavos rebeldes también dominaba a las serpientes. El faraón estaba sorprendido pero inmediatamente convoca a sus sabios y magos para conjurar esta inesperada amenaza. Los sacerdotes del faraón repiten la hazaña de convertir los bastones en serpientes. Pero entonces los bastones de Aarón se comieron a los bastones del faraón. Era una acción guerrillera desde la magia. No obstante esto, el faraón se sintió seguro de la respuesta de sus magos y decidió no hacerle caso, ignorar a la resistencia hebrea. Había sido una batalla al interior del palacio.
No es casual que la primera batalla entre el imperio del faraón y la resistencia de los hebreos haya sido en el terreno religioso. La sociedad egipcia era profundamente religiosa y se necesitaba derrotar primeramente a los símbolos religiosos de poder. Era magia contra magia, poder ideológico contra poder ideológico. La lucha de clase se manifiesta en diversos terrenos: el político, el económico, y el ideológico que transcurre en los rincones de la religión, la cultura, la historia, el deporte, el arte, y la educación.
El sabotaje al río Nilo
El río Nilo es Egipto y por sus venas circula la sangre del imperio. La segunda acción guerrillera consistió en el sabotaje a la principal fuente de abastecimiento de agua, a la llave del comercio y la economía. Al símbolo de la eterna grandeza de la monarquía. Moisés golpeó con su bastón el agua del río. El agua del río se transformó en sangre, en un río de sangre.
¡Había sangre por todo Egipto! La confrontación era ahora pública y el faraón la estaba perdiendo. El corazón de Egipto estaba golpeado por los rebeldes. Los peces morían en las orillas del río y el agua no podía beberse. Y el faraón desesperado convoca a sus técnicos y estos logran administrarle la crisis. Y el sistema opresor puede de nuevo asimilar este nuevo golpe de la guerrilla de Moisés. Y por segunda vez, el faraón ignoró la amenaza.
La invasión de las ranas
La tercera acción guerrillera consistió en una abrumadora invasión de ranas. En la mitología egipcia las ranas eran las portadoras del misterio de la vida y de la resurrección. Eran las mediadoras entre la vida y la muerte. Fue precisamente la diosa Herit la que ayudo a recomponer e insuflar vida en el cuerpo destrozado de Osiris.
El faraón se encuentra con que los esclavos rebeldes también controlaban el mundo mágico de las ranas. E incluso lograron que esta invasión de ranas afectara "los hornos y en donde amasas tu pan." Era un sabotaje esta vez a la alimentación de los egipcios. El faraón esta vez se preocupa y maniobra para ganar tiempo, fingiendo ceder pero en realidad sin estar dispuesto a cumplir. La lucha continuaba.
La invasión de los mosquitos
La cuarta acción guerrillera fue provocada por Moisés, golpeando con su bastón el polvo de la tierra y generando la aparición de millones de mosquitos. Antes había golpeado el agua del río. Era un sabotaje a la agricultura y un golpe a la salud. Y esta vez los magos del imperio no pudieron controlar la situación y se ven obligados a reconocer ante el mismo faraón su derrota, afirmando que ¡esto es cosa de Dios! Pero la soberbia del faraón sigue imperturbable, continúa ignorando la magnitud de la amenaza que se cierne sobre el imperio.
La invasión de piojos
La quinta acción guerrillera fue el envío de millones de piojos para que picaran y martirizaran los cuerpos de los egipcios. Era un ataque a la salud y la economía. El país sufrió los estragos de una economía paralizada y casi destruida. Y en esta ocasión Moisés tuvo el cuidado de establecer una clara separación entre egipcios y hebreos, ya que esta plaga no afecto a estos últimos, que habitaban en Gosén, "donde vive mi pueblo."
El sabotaje al ganado.
La sexta acción guerrillera fue la destrucción del hato ganadero del faraón. Fue un golpe al tesoro del imperio. Una manifestación de fuerza para quebrar la moral y la economía de Egipto. Los esclavos rebeldes mostraban su poder. Esta misma táctica fue utilizada en nuestro país por el FMLN a mediados de los años ochenta del siglo pasado, para castigar a los terratenientes derechistas, sostén de la dictadura militar.
El ataque a la piel de los explotadores
La séptima acción guerrillera fue la aparición de llagas en el cuerpo de los egipcios que los inmovilizaban. Era un golpe a la salud del estamento dominante. Los esclavos hebreos golpeaban la piel de los explotadores para doblar el brazo altivo del faraón. La hora de la victoria popular se iba acercando.
La tormenta de granizo
La octavo acción guerrillera fue una temible tormenta de granizo que destruyó la economía de Egipto. El faraón enfrentaba los frutos del odio de los esclavos hebreos y de la poderosa ira del Dios de la Justicia. Cada acción guerrillera debilitaba la voluntad opresora del faraón.
La invasión de las langostas
La novena acción guerrillera fue una inmensa invasión de langostas. Las langostas terminaron de destruir la economía de Egipto. El país se encontraba arruinado. Pero la soberbia del faraón continúa evitando una salida a la crisis. El faraón únicamente maniobra pero no tiene una voluntad real para negociar con los esclavos rebeldes.
Las tinieblas se apoderan de Egipto. Yahvé derrota a Ra
La décima acción guerrillera tuvo un carácter religioso. La religión imperial giraba alrededor del culto al Sol. El sol era el dios que proporcionaba la vida. El faraón era el representante del sol en la tierra. Y los esclavos rebeldes derrotaban a Ra, a Horus y a Amón. Derrotaban al sol. Establecían la oscuridad en pleno día.
Era como cuando durante la guerra en El Salvador los sabotajes a la energía eléctrica dejaban a oscuras el país. El faraón estaba ya derrotado si sus magos y consejeros no podían evitar este ataque al corazón del poder imperial. Yahvé era más fuerte que el sol. Yahvé había derrotado al dios sol que nace cada mañana, cruza el cielo en la barca solar, envejece, pero no muere y viaja a través del mundo subterráneo durante la noche en un ciclo de regeneración.
Cada una de las distintas campañas guerrilleras señaladas, utilizadas por el Movimiento Popular conducido por Moisés y acompañado por Yahvé, fue debilitando la maquinaria represiva y la moral imperial del faraón, y obligándolo a reconocer la necesidad de permitir que salieran al desierto, lo cual era claramente una maniobra para conquistar su liberación.
El reloj de la historia es el reloj de la resistencia
El reloj de la historia es el reloj de la resistencia. Los oprimidos con sus luchas han ido marcando el curso de la historia y el curso de las religiones. El teólogo Jorge Pixley nos alumbró el camino para entender el Exodo como una historia de liberación.
Y nos explicó que existen cuatro relecturas de este episodio histórico, la primera fue la realizada por los levitas, autores originales de esta revolución social; la segunda fue la realizada por los israelitas que se enfrentaron a los dictadores cananeos, la tercera vinculada a la escuela yahvista y elohista, es la que le imprime un carácter de enfrentamiento antiimperialista; y la ultima, la sacerdotal, después del exilio en Persia, enfatiza la singularidad de la fe en un Dios liberador.
Cada pueblo lee el Exodo desde su propia historia de liberación. En nuestro caso, los doce años de Guerra Popular Revolucionaria de 1980 al 1992 nos dieron un marco de reflexión de mucha profundidad sobre el significado de la resistencia popular y de la soberbia del imperio. En esta nueva época de posguerra las paginas del Exodo, sus enseñanzas, la historia de sus héroes y mártires nos sigue ayudando para discernir el presente y soñar con un futuro de una tierra socialista que mane leche y miel. Amén.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
San Salvador, 26 de noviembre de 2006
Moisés convoca a la huelga general en Egipto…18-noviembre-06
Moisés convoca a la huelga general en Egipto…
Reflexión sobre Éxodo 5 y 6
"Deja ir a mi pueblo al desierto,
para que haga allí una fiesta en mi honor…"
Llamado a la Huelga general
La huelga general, la insurrección popular y la guerra de guerrillas han sido diversas modalidades de lucha implementados por los movimientos sociales a lo largo de la historia, sea para conquistar la independencia o para liberarse del yugo de una brutal tiranía. La experiencia liberadora de Moisés en Egipto fue en su fase inicial la de una huelga general contra el faraón.
Los sectores populares han usado con mucha creatividad los más variados métodos para impulsar las transformaciones revolucionarias y la defensa de su identidad nacional, que van desde el rechazo a hablar el idioma del invasor hasta el asalto a los cuarteles coloniales del imperio.
La responsabilidad de la vanguardia revolucionaria es sistematizar las diferentes formas de lucha mediante las cuales, los sectores populares y las clases oprimidas responden a las agresiones económicas, políticas, ideológicas y militares que surgen de los sistemas de opresión al servicio de los poderosos. Esto fue lo que realizaron Moisés y Aarón.
El siglo pasado fue una época de intensas y multifacéticas luchas sociales que incluso condujeron a la formación de un amplio y variado campo socialista que por sus mismas contradicciones colapsó en 1989.Entre las más relevantes experiencias de ese período sobresalen la Gran Revolución Socialista de Octubre que en 1917 con Lenin a la cabeza formó el primer estado proletario; la Revolución China de 1949 y la Revolución Cubana de 1959.
En la historia del pueblo hebreo, la resistencia patriótica ante los imperios y las luchas de clases de los sectores oprimidos, abarcaron desde las guerras contra los dictadores locales cananeos; contra los invasores filisteos entre los que estaba Goliat; contra los crueles asirios, contra los caldeos.
Contra los persas y romanos hasta llegar a la denuncia profética de la injusticia, pronunciada por Isaías, Jeremías y Amós; desde el trabajo revolucionario clandestino en Babilonia hasta el regreso para construir los muros destruidos de Jerusalén. En cada uno de estos momentos determinado método de lucha fue el principal.
La experiencia revolucionaria de Moisés y Aarón
Pero entre las diversas experiencias revolucionarias del pueblo hebreo, sobresale por su riqueza y profundidad, la gesta liberadora conducida por Moisés y Aarón y un grupo de revolucionarios que se enfrentaron a la maquinaria militar más poderosa de esa época, la del faraón de Egipto y lograron derrotarlo. La salida de Egipto fue el Dien Bien Fu que sufrió el imperio del faraón.
Los hebreos eran esclavos en Egipto. Habían llegado buscando comida y fueron sometidos a la explotación. Y el sistema tributario existente los obligó a trabajar como peones en la construcción de grandes ciudades de almacenamiento de trigo. Estos campesinos hebreos convertidos en obreros de la construcción eran una masa abandonada, oprimida y explotada por los poderosos que se encarnaban en el faraón.
Moisés que estaba exilado en Madian recibe el mandato divino de regresar a Egipto y ponerse al frente del movimiento de liberación. Al regresar, lo primero que hace es sostener una reunión con los ancianos hebreo-israelitas y ponerlos al tanto de sus planes. Los ancianos lo escuchan con atención y se regocijan ante la noticia que Yahvé ha escuchado sus lamentos y esta dispuesto a acompañarlos.
Moisés busca primero a su gente para organizar la resistencia. Y logra ganarlos a la idea de la revolución. Ello le agradecen a Yahvé su solidaridad. Al organizarse y asumir tareas como núcleo dirigente dejan de ser masa y se convierten en un pueblo en resistencia, empiezan a caminar con dignidad. Donde hay opresión hay resistencia.
Acto seguido se reúnen con el faraón de Egipto. Es un encuentro entre la resistencia hebrea y el imperio egipcio. Eran ya dos poderes, uno que subía y otro que bajaba. El poder de los débiles y el de los poderosos. Cuando los oprimidos se organizan construyen poder popular, se convierten en una fuerza y permite que la dignidad de los explotados se coloque frente a frente con la soberbia de los poderosos. Es entonces que surge la flor de la victoria.
Moisés, desde los oprimidos, le habla al faraón con mucha autoridad, con la fuerza del pueblo: Esto dice el Señor, deja ir a mi pueblo al desierto para que haga una fiesta en mi honor. Era una demanda atrevida. Los esclavos revindicaban el derecho a la fiesta; exigían el derecho a practicar su religión, demandaban su liberación de las cadenas de la esclavitud. Y lo hacían a nombre de un Dios que los escuchaba y los acompañaba.
El teólogo nicaragüense Jorge Pixley nos enseña que "saber que Dios esta de lado de los oprimidos es siempre un impacto para el opresor; y la mayoría de las veces esta experiencia es negada con una indignación que brota de un sentido de culpa."
¿Y quien es el Señor?
Y el faraón responde furioso: ¿Y quien es el señor? En su mentalidad imperial el único dios es él. En su mundo de ideas no cabía que los esclavos pensaran y se rebelaran. Moisés le rompe los esquemas. Y le responden Moisés y Aarón: el Dios de los hebreos ha venido a nuestro encuentro, así que iremos a una distancia de tres días de camino para ofrecerle sacrificios.
Y entonces el faraón comprende la magnitud de la amenaza y reacciona airado: Moisés y Aarón, ¿por que distraen a la gente de su trabajo? ¡Vayan a seguir trabajando! Y agrega de manera reveladora de sus verdaderos temores: ahora que hay tanta gente ¿van ustedes a hacer que dejen de trabajar? El faraón descubre su interés básico que es el de seguirlos explotando y evitar el desarrollo de la Huelga General.
Es probable a la luz del texto, que mientras dialogaban estos representantes del imperio y del trabajo, la Huelga General se abriera paso por todas las edificaciones y los martillos y piochas de estos trabajadores de la construcción se paralizaran por el llamado subversivo. Los oprimidos mostraban la fuerza de su unidad. Y el faraón pronto mostraría la respuesta represiva del imperio. Y los trabajadores aprendieron que el fruto de la lucha es la victoria, pero que la lucha es difícil. Era el choque de dos voluntades.
Y frente al llamado a la Huelga General el faraón responde endureciendo las ya críticas condiciones de trabajo de los hebreos y ordena a sus capataces: ya no les den paja a los israelitas para que hagan adobes, como se ha estado haciendo ¿Qué vayan ellos mismos a recoger la paja! pero exíjanles la misma cantidad de adobes que han hecho hasta ahora. ¡Ni un solo adobe menos! Son unos holgazanes y por eso gritan: ¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios! Hagan trabajar más duro a esa gente, mantengalos ocupados para que no hagan caso de mentiras.
O sea que el faraón les quitó la materia prima. Eran esclavos y tenían también que buscar los materiales de construcción. Eran formas de profundizar la explotación. De la misma forma opinaban y actuaban los terratenientes cuando nuestros campesinos exigían sus derechos. Y de la misma forma actúan hoy los dueños taiwaneses y surcoreanos de las maquilas, donde explotan a nuestras mujeres en las zonas francas. Es la globalización de la explotación.
Y esta represión que mordió a los trabajadores hebreos impactó también a su núcleo dirigente e incluso a Moisés. Sucedió que cuando los jefes de los hebreos fueron a reclamarle al faraón por esta medida represiva el les respondió: ¡holgazanes, a trabajar! Y logró dividirlos, abrir una brecha entre los sectores organizados ya que estos le dijeron a Moisés: ustedes tienen la culpa. Y entonces Moisés vacila también y se queja con Yahvé, el dios liberador.
Yahvé no se deja impresionar ni confundir, tiene claridad del rumbo estratégico y le responde a Moisés con mucha autoridad: esto dice el Señor, solo por la fuerza les dejara salir de su país. Los faraones, los mandarines, los zares, los generales, los capitalistas solo son expulsados de su situación de privilegio por medio de la fuerza. Yahvé estaba claro de la situación, había que topar, había que confrontar. La palabra debía estar acompañada de a acción. Y la acción era la Huelga General.
Y Yahvé agregó con mucha autoridad: iré a decirle a los israelitas que yo, el Señor, voy a librarlos de su esclavitud y de los duros trabajos a que han sido sometidos por los egipcios. Desplegare mi poder y los salvare con grandes actos de justicia. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios. Los llevará al país que prometí darles. Yo soy el Señor.
Cuando Moisés regresó con los jefes israelitas para informarles de esto, no le hicieron caso. El miedo se había apoderado ya de sus conciencias., estaban muy desanimados por la dureza de su esclavitud. Y entonces el Señor le reitera a Moisés la orden de decirle al faraón que deja salir a los israelitas. Era una lucha hasta el final.
Nuestra experiencia
Como pueblo salvadoreño en diversas ocasiones hemos hecho uso de la Huelga General. En mayo de 1944 logramos derrocar una dictadura de trece años por medio de una Huelga general de Brazos Caídos que paralizó el país. Fue una experiencia exitosa. En agosto de 1980 el llamado a la Huelga General realizado por el Frente Democrático Revolucionario (FDR) no logró el resultado previsto porque la gente ya había sido golpeada por la represión y no tuvo confianza en la capacidad de respuesta de la vanguardia popular.
A partir de 1992 la lucha electoral pasó a ocupar en nuestro país el lugar principal en el diseño estratégico para la construcción y toma del poder, desplazando a la lucha armada como forma principal de lucha. Como fondo de esto estuvo la apertura de espacios democráticos conquistados a través de una larga guerra de doce años, del 1980 al 1992.
En la actualidad, a punto de concluir el año 2006, el cierre de esos mismos espacios como resultado de la crisis del sistema político y social que origina una permanente protesta social, puede conducir de nuevo a la búsqueda de modalidades de movilización social que garanticen la autodefensa de los sectores populares. La derecha amenaza de nuevo con cárcel a los luchadores populares, la izquierda debe prepararse para nuevos desafíos. Como Iglesia Luterana Popular en cualquier situación, seguiremos acompañando a nuestro pueblo.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
San salvador, 18 de noviembre de 2006
Reflexión sobre Éxodo 5 y 6
"Deja ir a mi pueblo al desierto,
para que haga allí una fiesta en mi honor…"
Llamado a la Huelga general
La huelga general, la insurrección popular y la guerra de guerrillas han sido diversas modalidades de lucha implementados por los movimientos sociales a lo largo de la historia, sea para conquistar la independencia o para liberarse del yugo de una brutal tiranía. La experiencia liberadora de Moisés en Egipto fue en su fase inicial la de una huelga general contra el faraón.
Los sectores populares han usado con mucha creatividad los más variados métodos para impulsar las transformaciones revolucionarias y la defensa de su identidad nacional, que van desde el rechazo a hablar el idioma del invasor hasta el asalto a los cuarteles coloniales del imperio.
La responsabilidad de la vanguardia revolucionaria es sistematizar las diferentes formas de lucha mediante las cuales, los sectores populares y las clases oprimidas responden a las agresiones económicas, políticas, ideológicas y militares que surgen de los sistemas de opresión al servicio de los poderosos. Esto fue lo que realizaron Moisés y Aarón.
El siglo pasado fue una época de intensas y multifacéticas luchas sociales que incluso condujeron a la formación de un amplio y variado campo socialista que por sus mismas contradicciones colapsó en 1989.Entre las más relevantes experiencias de ese período sobresalen la Gran Revolución Socialista de Octubre que en 1917 con Lenin a la cabeza formó el primer estado proletario; la Revolución China de 1949 y la Revolución Cubana de 1959.
En la historia del pueblo hebreo, la resistencia patriótica ante los imperios y las luchas de clases de los sectores oprimidos, abarcaron desde las guerras contra los dictadores locales cananeos; contra los invasores filisteos entre los que estaba Goliat; contra los crueles asirios, contra los caldeos.
Contra los persas y romanos hasta llegar a la denuncia profética de la injusticia, pronunciada por Isaías, Jeremías y Amós; desde el trabajo revolucionario clandestino en Babilonia hasta el regreso para construir los muros destruidos de Jerusalén. En cada uno de estos momentos determinado método de lucha fue el principal.
La experiencia revolucionaria de Moisés y Aarón
Pero entre las diversas experiencias revolucionarias del pueblo hebreo, sobresale por su riqueza y profundidad, la gesta liberadora conducida por Moisés y Aarón y un grupo de revolucionarios que se enfrentaron a la maquinaria militar más poderosa de esa época, la del faraón de Egipto y lograron derrotarlo. La salida de Egipto fue el Dien Bien Fu que sufrió el imperio del faraón.
Los hebreos eran esclavos en Egipto. Habían llegado buscando comida y fueron sometidos a la explotación. Y el sistema tributario existente los obligó a trabajar como peones en la construcción de grandes ciudades de almacenamiento de trigo. Estos campesinos hebreos convertidos en obreros de la construcción eran una masa abandonada, oprimida y explotada por los poderosos que se encarnaban en el faraón.
Moisés que estaba exilado en Madian recibe el mandato divino de regresar a Egipto y ponerse al frente del movimiento de liberación. Al regresar, lo primero que hace es sostener una reunión con los ancianos hebreo-israelitas y ponerlos al tanto de sus planes. Los ancianos lo escuchan con atención y se regocijan ante la noticia que Yahvé ha escuchado sus lamentos y esta dispuesto a acompañarlos.
Moisés busca primero a su gente para organizar la resistencia. Y logra ganarlos a la idea de la revolución. Ello le agradecen a Yahvé su solidaridad. Al organizarse y asumir tareas como núcleo dirigente dejan de ser masa y se convierten en un pueblo en resistencia, empiezan a caminar con dignidad. Donde hay opresión hay resistencia.
Acto seguido se reúnen con el faraón de Egipto. Es un encuentro entre la resistencia hebrea y el imperio egipcio. Eran ya dos poderes, uno que subía y otro que bajaba. El poder de los débiles y el de los poderosos. Cuando los oprimidos se organizan construyen poder popular, se convierten en una fuerza y permite que la dignidad de los explotados se coloque frente a frente con la soberbia de los poderosos. Es entonces que surge la flor de la victoria.
Moisés, desde los oprimidos, le habla al faraón con mucha autoridad, con la fuerza del pueblo: Esto dice el Señor, deja ir a mi pueblo al desierto para que haga una fiesta en mi honor. Era una demanda atrevida. Los esclavos revindicaban el derecho a la fiesta; exigían el derecho a practicar su religión, demandaban su liberación de las cadenas de la esclavitud. Y lo hacían a nombre de un Dios que los escuchaba y los acompañaba.
El teólogo nicaragüense Jorge Pixley nos enseña que "saber que Dios esta de lado de los oprimidos es siempre un impacto para el opresor; y la mayoría de las veces esta experiencia es negada con una indignación que brota de un sentido de culpa."
¿Y quien es el Señor?
Y el faraón responde furioso: ¿Y quien es el señor? En su mentalidad imperial el único dios es él. En su mundo de ideas no cabía que los esclavos pensaran y se rebelaran. Moisés le rompe los esquemas. Y le responden Moisés y Aarón: el Dios de los hebreos ha venido a nuestro encuentro, así que iremos a una distancia de tres días de camino para ofrecerle sacrificios.
Y entonces el faraón comprende la magnitud de la amenaza y reacciona airado: Moisés y Aarón, ¿por que distraen a la gente de su trabajo? ¡Vayan a seguir trabajando! Y agrega de manera reveladora de sus verdaderos temores: ahora que hay tanta gente ¿van ustedes a hacer que dejen de trabajar? El faraón descubre su interés básico que es el de seguirlos explotando y evitar el desarrollo de la Huelga General.
Es probable a la luz del texto, que mientras dialogaban estos representantes del imperio y del trabajo, la Huelga General se abriera paso por todas las edificaciones y los martillos y piochas de estos trabajadores de la construcción se paralizaran por el llamado subversivo. Los oprimidos mostraban la fuerza de su unidad. Y el faraón pronto mostraría la respuesta represiva del imperio. Y los trabajadores aprendieron que el fruto de la lucha es la victoria, pero que la lucha es difícil. Era el choque de dos voluntades.
Y frente al llamado a la Huelga General el faraón responde endureciendo las ya críticas condiciones de trabajo de los hebreos y ordena a sus capataces: ya no les den paja a los israelitas para que hagan adobes, como se ha estado haciendo ¿Qué vayan ellos mismos a recoger la paja! pero exíjanles la misma cantidad de adobes que han hecho hasta ahora. ¡Ni un solo adobe menos! Son unos holgazanes y por eso gritan: ¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios! Hagan trabajar más duro a esa gente, mantengalos ocupados para que no hagan caso de mentiras.
O sea que el faraón les quitó la materia prima. Eran esclavos y tenían también que buscar los materiales de construcción. Eran formas de profundizar la explotación. De la misma forma opinaban y actuaban los terratenientes cuando nuestros campesinos exigían sus derechos. Y de la misma forma actúan hoy los dueños taiwaneses y surcoreanos de las maquilas, donde explotan a nuestras mujeres en las zonas francas. Es la globalización de la explotación.
Y esta represión que mordió a los trabajadores hebreos impactó también a su núcleo dirigente e incluso a Moisés. Sucedió que cuando los jefes de los hebreos fueron a reclamarle al faraón por esta medida represiva el les respondió: ¡holgazanes, a trabajar! Y logró dividirlos, abrir una brecha entre los sectores organizados ya que estos le dijeron a Moisés: ustedes tienen la culpa. Y entonces Moisés vacila también y se queja con Yahvé, el dios liberador.
Yahvé no se deja impresionar ni confundir, tiene claridad del rumbo estratégico y le responde a Moisés con mucha autoridad: esto dice el Señor, solo por la fuerza les dejara salir de su país. Los faraones, los mandarines, los zares, los generales, los capitalistas solo son expulsados de su situación de privilegio por medio de la fuerza. Yahvé estaba claro de la situación, había que topar, había que confrontar. La palabra debía estar acompañada de a acción. Y la acción era la Huelga General.
Y Yahvé agregó con mucha autoridad: iré a decirle a los israelitas que yo, el Señor, voy a librarlos de su esclavitud y de los duros trabajos a que han sido sometidos por los egipcios. Desplegare mi poder y los salvare con grandes actos de justicia. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios. Los llevará al país que prometí darles. Yo soy el Señor.
Cuando Moisés regresó con los jefes israelitas para informarles de esto, no le hicieron caso. El miedo se había apoderado ya de sus conciencias., estaban muy desanimados por la dureza de su esclavitud. Y entonces el Señor le reitera a Moisés la orden de decirle al faraón que deja salir a los israelitas. Era una lucha hasta el final.
Nuestra experiencia
Como pueblo salvadoreño en diversas ocasiones hemos hecho uso de la Huelga General. En mayo de 1944 logramos derrocar una dictadura de trece años por medio de una Huelga general de Brazos Caídos que paralizó el país. Fue una experiencia exitosa. En agosto de 1980 el llamado a la Huelga General realizado por el Frente Democrático Revolucionario (FDR) no logró el resultado previsto porque la gente ya había sido golpeada por la represión y no tuvo confianza en la capacidad de respuesta de la vanguardia popular.
A partir de 1992 la lucha electoral pasó a ocupar en nuestro país el lugar principal en el diseño estratégico para la construcción y toma del poder, desplazando a la lucha armada como forma principal de lucha. Como fondo de esto estuvo la apertura de espacios democráticos conquistados a través de una larga guerra de doce años, del 1980 al 1992.
En la actualidad, a punto de concluir el año 2006, el cierre de esos mismos espacios como resultado de la crisis del sistema político y social que origina una permanente protesta social, puede conducir de nuevo a la búsqueda de modalidades de movilización social que garanticen la autodefensa de los sectores populares. La derecha amenaza de nuevo con cárcel a los luchadores populares, la izquierda debe prepararse para nuevos desafíos. Como Iglesia Luterana Popular en cualquier situación, seguiremos acompañando a nuestro pueblo.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular
San salvador, 18 de noviembre de 2006
América Latina: una zarza ardiendo en el desierto de la globalización 11-noviembre-06
América Latina: una zarza ardiendo en el desierto de la globalización
Reflexión sobre Éxodo 3 y 4
"La zarza ardía con el fuego pero no se consumía…"
Éxodo 3:2b
La victoria electoral de Daniel Ortega el 5 de noviembre de 2006 en Nicaragua abre una nueva época en Centro América de la misma forma que lo fue la victoria militar del Frente Sandinista el 19 de julio de 1979. En ambas ocasiones la victoria fue contra el imperio y sus aliados locales. En los dos casos el Faraón en Washington reaccionó airado e impotente.
Los débiles vencen a los fuertes con principios, imaginación y unidad. Es la historia de la resistencia de la humanidad a los imperios. La dignidad de los pueblos cuando despierta es invencible. La rebeldía es el corazón de la historia. Es la historia de Moisés Sandino enfrentado al Faraón Bush.
Es la zarza combativa que le disparan y sigue ardiendo, que la encarcelan y sigue ardiendo, que la aplastan con botas y sigue ardiendo, que la calumnian con mentiras y sigue ardiendo. Porque el color de la sangre jamás se olvida y la alegría de la lucha nunca se extingue.
Los poderosos confían en el control de las mentes y los corazones de los humildes. Construyen espadas para herir el pensamiento de los que luchan y sus herreros son diestros en la fragua del temor. Pretenden encadenar la poesía de los que levantan la mirada al horizonte del futuro. Lo poderosos pueden ser derrotados nos enseña Moisés y nos enseña el Che. Nos enseña Lito y nos enseña Galia.
Y Cuba derrotó a los poderosos. A 90 millas del imperio. Cuba es un jardín bloqueado. Pero es un jardín La imagen de Fidel con sus barbudos bajando de la Sierra Maestra nos sigue estremeciendo las fibras del alma. El rostro de los niños y las niñas cubanos sin hambre y sin miedo nos llena de orgullo y alegría. Cuba es una zarza socialista que sigue iluminando, que sigue ardiendo…
Y Venezuela derrota a los poderosos. El imperio pensó que con sus recursos podría arrodillar a la patria de Simón Bolívar y se equivocó. Y cuando pensaban desde Washington derrocar a Hugo Chávez bajaron miles de lo cerros para defender la vida. Venezuela es el petróleo recuperado para el milagro del pan en la mesa de todos y todas.
Y Bolivia derrota a los poderosos. En el corazón de la Patria Grande se levanta el espíritu de Tupac Katari y de los mineros que abren la mina de los sueños de justicia y dignidad. Evo convoca a la solidaridad y a la lucha. Y la wapala multicolor de la resistencia echa raíces en nuestros corazones.
Y Brasil es un gigante encadenado por el imperio; una esperanza de esmeralda que despierta para convertirse en marcha; una gran estrella roja que se levanta en el sur. Y los campesinos sin tierra han confiado de nuevo en Lula. La derecha fue vencida pero la izquierda debe por fin gobernar.
Y Nicaragua tan cerca de nuestro corazón nos sorprende con la victoria de Sandino. En las Segovias de nuestro pensamiento surge el asalto al palacio conducido por el FSLN. Y las banderas rojas y negras, flamean en las barricadas de nuestra memoria que se niega a rendirse y se abraza a la esperanza que surge de la lucha conducida por Daniel.
Y en El Salvador lloramos a nuestros muertos, a los esposos Francisco y Jesús Carrillo, pastores luteranos que entregaron sus vidas por el sueño del pan y la justicia. Lloramos a todos nuestros muertos de toda nuestra historia mientras nos preparamos para la siembra del maíz de la victoria.
Y así fue en Egipto…
Moisés vivía exilado en Madian. Había escapado de la policía política del faraón en Egipto. Y al llegar a Madian había conocido al sacerdote Jetro, que se convirtió en su suegro y le brindo refugio en sus casa. Moisés se volvió pastor.
Y en una ocasión que pastoreaba en el cerro de Guazapa, digo en el cerro del Sinaí, vivió una experiencia que de nuevo transformó su vida. Observó que una zarza ardía con el fuego pero no se consumía. Y oyó una voz que decía: la tierra que caminas es sagrada. El Sinaí era sagrado.Hay sitios que se vuelven sagrados. La tierra se vuelve sagrada al ser cuna de las luchas de los pueblos y juntarse con la sangre de los mártires.
En El Salvador Jayaque es hoy un lugar sagrado porque recientemente fueron asesinados dos pastores luteranos, los esposos Francisco y Jesús Carrillo. Izalco es un lugar sagrado porque en 1932 asesinaron a Feliciano Ama. Guazapa es un lugar sagrado porque allí lucharon, murieron y vencieron muchos salvadoreños y salvadoreñas durante la Guerra Popular Revolucionaria.
Y también el Palacio de Invierno de San Petersburgo en Rusia es sagrado porque hace 89 años estalló la más profunda revolución de la historia. Y las montañas del Yenan, los barrios de Hanoi, las Segovias y la Sierra Maestra son sagrados. Y Ñancahuazu. En sus sierras y calles sopla el viento de la rebelión. La lucha de los pueblos, el sacrificio de los mártires y la audacia de los héroes bendice la tierra.
A Moisés en medio de la zarza ardiente se le aparece un enviado de Dios. Y le explica y le informa, que el Dios de los cielos y de la tierra, ha visto el sufrimiento de su pueblo y ha escuchado los gritos de protesta de los que luchan y sueñan… y ha decidido acompañarlos en su lucha de liberación. Les promete una tierra donde mane leche y miel. Es una tierra donde viven otros pueblos oprimidos. Es una tierra socialista en la que no habrá hambre ni sed, opresión ni explotación.
Y entonces el Ángel de Dios le ordena a Moisés: ponte en camino. Moisés tenía que regresar a Egipto a reanudar la lucha de liberación. Tenía que abandonar la comodidad del hogar, la cena caliente y el lecho tibio, y regresar a enfrentar los peligros de la persecución y la resistencia…
Te voy a enviar al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, le dice el Ángel. Y Moisés duda de sus fuerzas y busca evadir la tarea ¿y quien soy yo? le responde. Entonces el Ángel le promete: Yo estaré contigo. Yo soy el que soy. Dios nos acompaña siempre. Y en especial cuando nos embarcamos en la lucha. Dios acompañó a los mártires a los que rendimos tributo este día. Dios nos sigue acompañando. Amén.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular de El Salvador
San Salvador, 11 de noviembre de 2006
Reflexión sobre Éxodo 3 y 4
"La zarza ardía con el fuego pero no se consumía…"
Éxodo 3:2b
La victoria electoral de Daniel Ortega el 5 de noviembre de 2006 en Nicaragua abre una nueva época en Centro América de la misma forma que lo fue la victoria militar del Frente Sandinista el 19 de julio de 1979. En ambas ocasiones la victoria fue contra el imperio y sus aliados locales. En los dos casos el Faraón en Washington reaccionó airado e impotente.
Los débiles vencen a los fuertes con principios, imaginación y unidad. Es la historia de la resistencia de la humanidad a los imperios. La dignidad de los pueblos cuando despierta es invencible. La rebeldía es el corazón de la historia. Es la historia de Moisés Sandino enfrentado al Faraón Bush.
Es la zarza combativa que le disparan y sigue ardiendo, que la encarcelan y sigue ardiendo, que la aplastan con botas y sigue ardiendo, que la calumnian con mentiras y sigue ardiendo. Porque el color de la sangre jamás se olvida y la alegría de la lucha nunca se extingue.
Los poderosos confían en el control de las mentes y los corazones de los humildes. Construyen espadas para herir el pensamiento de los que luchan y sus herreros son diestros en la fragua del temor. Pretenden encadenar la poesía de los que levantan la mirada al horizonte del futuro. Lo poderosos pueden ser derrotados nos enseña Moisés y nos enseña el Che. Nos enseña Lito y nos enseña Galia.
Y Cuba derrotó a los poderosos. A 90 millas del imperio. Cuba es un jardín bloqueado. Pero es un jardín La imagen de Fidel con sus barbudos bajando de la Sierra Maestra nos sigue estremeciendo las fibras del alma. El rostro de los niños y las niñas cubanos sin hambre y sin miedo nos llena de orgullo y alegría. Cuba es una zarza socialista que sigue iluminando, que sigue ardiendo…
Y Venezuela derrota a los poderosos. El imperio pensó que con sus recursos podría arrodillar a la patria de Simón Bolívar y se equivocó. Y cuando pensaban desde Washington derrocar a Hugo Chávez bajaron miles de lo cerros para defender la vida. Venezuela es el petróleo recuperado para el milagro del pan en la mesa de todos y todas.
Y Bolivia derrota a los poderosos. En el corazón de la Patria Grande se levanta el espíritu de Tupac Katari y de los mineros que abren la mina de los sueños de justicia y dignidad. Evo convoca a la solidaridad y a la lucha. Y la wapala multicolor de la resistencia echa raíces en nuestros corazones.
Y Brasil es un gigante encadenado por el imperio; una esperanza de esmeralda que despierta para convertirse en marcha; una gran estrella roja que se levanta en el sur. Y los campesinos sin tierra han confiado de nuevo en Lula. La derecha fue vencida pero la izquierda debe por fin gobernar.
Y Nicaragua tan cerca de nuestro corazón nos sorprende con la victoria de Sandino. En las Segovias de nuestro pensamiento surge el asalto al palacio conducido por el FSLN. Y las banderas rojas y negras, flamean en las barricadas de nuestra memoria que se niega a rendirse y se abraza a la esperanza que surge de la lucha conducida por Daniel.
Y en El Salvador lloramos a nuestros muertos, a los esposos Francisco y Jesús Carrillo, pastores luteranos que entregaron sus vidas por el sueño del pan y la justicia. Lloramos a todos nuestros muertos de toda nuestra historia mientras nos preparamos para la siembra del maíz de la victoria.
Y así fue en Egipto…
Moisés vivía exilado en Madian. Había escapado de la policía política del faraón en Egipto. Y al llegar a Madian había conocido al sacerdote Jetro, que se convirtió en su suegro y le brindo refugio en sus casa. Moisés se volvió pastor.
Y en una ocasión que pastoreaba en el cerro de Guazapa, digo en el cerro del Sinaí, vivió una experiencia que de nuevo transformó su vida. Observó que una zarza ardía con el fuego pero no se consumía. Y oyó una voz que decía: la tierra que caminas es sagrada. El Sinaí era sagrado.Hay sitios que se vuelven sagrados. La tierra se vuelve sagrada al ser cuna de las luchas de los pueblos y juntarse con la sangre de los mártires.
En El Salvador Jayaque es hoy un lugar sagrado porque recientemente fueron asesinados dos pastores luteranos, los esposos Francisco y Jesús Carrillo. Izalco es un lugar sagrado porque en 1932 asesinaron a Feliciano Ama. Guazapa es un lugar sagrado porque allí lucharon, murieron y vencieron muchos salvadoreños y salvadoreñas durante la Guerra Popular Revolucionaria.
Y también el Palacio de Invierno de San Petersburgo en Rusia es sagrado porque hace 89 años estalló la más profunda revolución de la historia. Y las montañas del Yenan, los barrios de Hanoi, las Segovias y la Sierra Maestra son sagrados. Y Ñancahuazu. En sus sierras y calles sopla el viento de la rebelión. La lucha de los pueblos, el sacrificio de los mártires y la audacia de los héroes bendice la tierra.
A Moisés en medio de la zarza ardiente se le aparece un enviado de Dios. Y le explica y le informa, que el Dios de los cielos y de la tierra, ha visto el sufrimiento de su pueblo y ha escuchado los gritos de protesta de los que luchan y sueñan… y ha decidido acompañarlos en su lucha de liberación. Les promete una tierra donde mane leche y miel. Es una tierra donde viven otros pueblos oprimidos. Es una tierra socialista en la que no habrá hambre ni sed, opresión ni explotación.
Y entonces el Ángel de Dios le ordena a Moisés: ponte en camino. Moisés tenía que regresar a Egipto a reanudar la lucha de liberación. Tenía que abandonar la comodidad del hogar, la cena caliente y el lecho tibio, y regresar a enfrentar los peligros de la persecución y la resistencia…
Te voy a enviar al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, le dice el Ángel. Y Moisés duda de sus fuerzas y busca evadir la tarea ¿y quien soy yo? le responde. Entonces el Ángel le promete: Yo estaré contigo. Yo soy el que soy. Dios nos acompaña siempre. Y en especial cuando nos embarcamos en la lucha. Dios acompañó a los mártires a los que rendimos tributo este día. Dios nos sigue acompañando. Amén.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular de El Salvador
San Salvador, 11 de noviembre de 2006
MOISES Y EL MANDAMIENTO ANTIMPERIALISTA 3-noviembre-06
Reflexión sobre Éxodo 1 y 2
La prohibición de adorar a dioses extranjeros es la base sólida sobre la que descansa el edificio de la fe del Antiguo Testamento. Y es además una herencia valiosa para las generaciones de revolucionarios que asumen en el mundo la lucha por el socialismo como la tarea de sus vidas.
Lo que conocemos como 10 mandamientos de Yahvé entregados a Moisés, constituyen una significativa denuncia antiimperialista, son el resultado de una guerra de liberación, que originó un credo político de la resistencia hebrea que sigue teniendo vigencia en la actual lucha contra la globalización neoliberal.
Los 10 mandamientos surgen del calor del desierto y de la altura de la montaña. Desierto y montaña son elementos explosivos. El calor del desierto encendió con justicia los corazones de los que huyeron de Egipto, mientras que la altura del Monte Sinaí amplió la visión y permitió diseñar los principios de una nueva vida socialista.
Entre Yahvé y la resistencia hebrea hay una alianza per secula seculorum, por los siglos de los siglos. Es una alianza tatuada en la piel del corazón de los que marcharon por el desierto y sintieron el frío de la soledad; de los que cantaron los himnos de victoria y celebraron con el pan y el vino de la rebelión.
Las ocho prohibiciones y dos preceptos fueron surgiendo como gotas de hermandad en un mundo de opresión. Es la sabiduría de la resistencia que se encuentra siempre vigilando el ataque del enemigo. Era prohibido con la muerte regresar a la esclavitud. La resistencia es la vocación de los oprimidos. Yahvé los había sacado con mano fuerte de la casa de la explotación. Y no había marcha atrás.
Y no se podía permitir que los dioses del imperio hicieran propaganda. Ni que se adueñaran de imágenes para promover la opresión. Ni que los obispos utilizaran el nombre de Dios para enriquecerse. Había que celebrar la fiesta de la liberación. Había que honrar a nuestro padre y madre. No podíamos matar por hambre ni por represión ni intervenir militarmente como lo hacen los imperios. No podíamos ser desleales y egoístas.
No podíamos robar y saquear países como lo hacen los poderosos. No podíamos dar falso testimonio de nuestros hermanos y hermanas. No podíamos codiciar las tierras de los campesinos ni el salario de los humildes. Y esto estaba escrito en la piedra de la dignidad del hombre y la mujer, creados a imagen y semejanza de Dios. Era el programa revolucionario de una vida nueva.
Y en el centro de esta plataforma antiimperialista se encuentra el hecho que Yahvé es un dios celoso que castiga con firmeza a los poderosos y abraza con ternura los oprimidos. Para tí no habrá otros dioses frente a mi (Éxodo 20.3) Los revolucionarios dirigidos por Moisés no podían permitirse la menor debilidad frente al enemigo, que se encontraba presente en la amenaza de las tropas del faraón y en la amenaza más peligrosa de las tropas de muchos corazones, que anhelaban regresar a la tranquilidad de la opresión, a la dulzura del yugo imperial.
El carácter antiimperialista y revolucionario de la vida de Moisés inicia en Egipto. Moisés nace en Egipto. Nace en medio de una situación de mucha opresión. El pueblo hebreo era esclavo en Egipto. Egipto era el imperio. Y donde hay opresión hay resistencia. Y los esclavos se rebelaron contra la espada del faraón. El Éxodo es un libro que relata esta historia de liberación del pueblo hebreo. Israel surge en el calor de esta lucha. La liberación de Egipto nos enseña nuestra hermano Jorge Pixley es el hecho fundante y fundador del pueblo hebreo.
El faraón egipcio ordenó a los capataces de los hebreos que les impusieran trabajos muy duros. Pero mientras más los maltrataban, más aumentaban. Eran tratados los hebreos con mucha crueldad. Los utilizaban para construir ciudades graneros. Pero también les temían y odiaban.
El odio hacia los hebreos llegó al extremo que el faraón ordenó a las parteras egipcias Sifra y Fúa, matar a los niños de estos esclavos. Pero Sifra y Fúa obedecieron a su corazón y desobedecieron al faraón. Se solidarizaron con los hebreos. Iniciaron una hermosa tradición universal que consiste en que los pueblos de los imperios se solidarizan con los pueblos oprimidos. La solidaridad de los estudiantes de la Universidad de Kent con Vietnam en los años sesenta es una página de esta tradición milenaria.
También una mujer hebrea desafió esta prohibición del faraón y tuvo un hijo y lo escondió durante tres meses. Luego lo puso en una cesta en el río Nilo. Y la cesta es encontrada por la hija del faraón que decide salvarle la vida al niño. De nuevo surge la solidaridad y esta vez en el corazón del mismo círculo gobernante. Moisés es educado como príncipe. Una grieta en la pared del imperio.
Cada persona descubre su camino a la liberación. Me acuerdo que Schafik nos contaba que él fue impactado por un discurso de un estudiante universitario que llegó a donde estudiaba a invitarlos a incorporarse a la Huelga General de Brazos Caídos contra el dictador Martínez. Eso fue en 1944. El nunca olvidó ese llamado. Marcó un quiebre en su vida. Una ruptura vital. Fue transformado por la palabra liberadora.
En determinado momento de nuestra vida se abren las puertas del cielo. Un encuentro, una experiencia e incluso una lectura nos transforman la existencia. Nos cambia la piel del alma. La lucha es un don de Dios igual que la fe, que la esperanza. y que el amor. Pero el poder, la riqueza y hasta la sabiduría pueden bloquear este proceso, como le sucedió al joven rico en los Evangelios. Pero no fue así con Pedro, ni con Juan, ni con Santiago. Ellos se incorporaron a la lucha.
Y le pasó a Moisés. El pudo superar las barreras culturales y de clase. Era egipcio y era hebreo. Y fue más hebreo que egipcio. Moisés fue al encuentro de sus hermanos y se conmovió ante su opresión, ante su falta de derechos, ante la injusticia que rodeaba sus vidas. Moisés pudo derrotar las murallas del poder, de la riqueza y de la indiferencia que muchas veces provoca la sabiduría. Aprendió a ver con el corazón, a sentir indignación ante la injusticia.
La experiencia vital de Moisés sucedió en una de sus visitas a sus hermanos. Vio que un egipcio estaba golpeando a uno de sus hermanos hebreos. Y entonces miro bien a todos lados, y al no ver a nadie por allí, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Con este acto subversivo, violento, transformó su corazón y transformó su vida. Hizo el aprendizaje de la resistencia al opresor.
El siguiente día, tuvo otra experiencia también vital, la de la ingratitud y la deslealtad que muchas veces acompaña a los que luchan por la justicia. Vio que dos hebreos estaban peleando y al intervenir para separarlos le reprocharon la muerte del egipcio. Los oprimidos muchas veces pero no todas las veces confían en sus opresores y rechazan la liberación. Así han sido socializados. Es una venda que hay que romper para que recuperen la vista. Y Moisés al oírlos tuvo miedo y experimentó la soledad del revolucionario.
Y pronto el faraón lo mandó a buscar para matarlo. Era la represión del sistema. Y tuvo que exilarse. Huyó y se fue a vivir a la región de Madian. Alí iba a enriquecer su visión de mundo y a prepararse para las luchas futuras que Dios le tenía reservadas. Dios nos entrega a cada persona una misión, una tarea a cumplir. La lucha es de todos y de todas.
Al llegar a Madian de nuevo se identifica con los oprimidos, en este caso, con las oprimidas. Defiende a siete jóvenes, hijas del sacerdote Reuel o Jetro, que deseaban sacar agua de un pozo y unos hombres se los impedían. Reuel le da posada a Moisés y luego le entrega a una de sus hijas, a Sefora, como esposa. Moisés aprende de su suegro el oficio de pastor y también de sacerdote. Moisés se prepara para la lucha contra el faraón del imperio.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular de El Salvador
San Salvador, 3 de noviembre de 2006
La prohibición de adorar a dioses extranjeros es la base sólida sobre la que descansa el edificio de la fe del Antiguo Testamento. Y es además una herencia valiosa para las generaciones de revolucionarios que asumen en el mundo la lucha por el socialismo como la tarea de sus vidas.
Lo que conocemos como 10 mandamientos de Yahvé entregados a Moisés, constituyen una significativa denuncia antiimperialista, son el resultado de una guerra de liberación, que originó un credo político de la resistencia hebrea que sigue teniendo vigencia en la actual lucha contra la globalización neoliberal.
Los 10 mandamientos surgen del calor del desierto y de la altura de la montaña. Desierto y montaña son elementos explosivos. El calor del desierto encendió con justicia los corazones de los que huyeron de Egipto, mientras que la altura del Monte Sinaí amplió la visión y permitió diseñar los principios de una nueva vida socialista.
Entre Yahvé y la resistencia hebrea hay una alianza per secula seculorum, por los siglos de los siglos. Es una alianza tatuada en la piel del corazón de los que marcharon por el desierto y sintieron el frío de la soledad; de los que cantaron los himnos de victoria y celebraron con el pan y el vino de la rebelión.
Las ocho prohibiciones y dos preceptos fueron surgiendo como gotas de hermandad en un mundo de opresión. Es la sabiduría de la resistencia que se encuentra siempre vigilando el ataque del enemigo. Era prohibido con la muerte regresar a la esclavitud. La resistencia es la vocación de los oprimidos. Yahvé los había sacado con mano fuerte de la casa de la explotación. Y no había marcha atrás.
Y no se podía permitir que los dioses del imperio hicieran propaganda. Ni que se adueñaran de imágenes para promover la opresión. Ni que los obispos utilizaran el nombre de Dios para enriquecerse. Había que celebrar la fiesta de la liberación. Había que honrar a nuestro padre y madre. No podíamos matar por hambre ni por represión ni intervenir militarmente como lo hacen los imperios. No podíamos ser desleales y egoístas.
No podíamos robar y saquear países como lo hacen los poderosos. No podíamos dar falso testimonio de nuestros hermanos y hermanas. No podíamos codiciar las tierras de los campesinos ni el salario de los humildes. Y esto estaba escrito en la piedra de la dignidad del hombre y la mujer, creados a imagen y semejanza de Dios. Era el programa revolucionario de una vida nueva.
Y en el centro de esta plataforma antiimperialista se encuentra el hecho que Yahvé es un dios celoso que castiga con firmeza a los poderosos y abraza con ternura los oprimidos. Para tí no habrá otros dioses frente a mi (Éxodo 20.3) Los revolucionarios dirigidos por Moisés no podían permitirse la menor debilidad frente al enemigo, que se encontraba presente en la amenaza de las tropas del faraón y en la amenaza más peligrosa de las tropas de muchos corazones, que anhelaban regresar a la tranquilidad de la opresión, a la dulzura del yugo imperial.
El carácter antiimperialista y revolucionario de la vida de Moisés inicia en Egipto. Moisés nace en Egipto. Nace en medio de una situación de mucha opresión. El pueblo hebreo era esclavo en Egipto. Egipto era el imperio. Y donde hay opresión hay resistencia. Y los esclavos se rebelaron contra la espada del faraón. El Éxodo es un libro que relata esta historia de liberación del pueblo hebreo. Israel surge en el calor de esta lucha. La liberación de Egipto nos enseña nuestra hermano Jorge Pixley es el hecho fundante y fundador del pueblo hebreo.
El faraón egipcio ordenó a los capataces de los hebreos que les impusieran trabajos muy duros. Pero mientras más los maltrataban, más aumentaban. Eran tratados los hebreos con mucha crueldad. Los utilizaban para construir ciudades graneros. Pero también les temían y odiaban.
El odio hacia los hebreos llegó al extremo que el faraón ordenó a las parteras egipcias Sifra y Fúa, matar a los niños de estos esclavos. Pero Sifra y Fúa obedecieron a su corazón y desobedecieron al faraón. Se solidarizaron con los hebreos. Iniciaron una hermosa tradición universal que consiste en que los pueblos de los imperios se solidarizan con los pueblos oprimidos. La solidaridad de los estudiantes de la Universidad de Kent con Vietnam en los años sesenta es una página de esta tradición milenaria.
También una mujer hebrea desafió esta prohibición del faraón y tuvo un hijo y lo escondió durante tres meses. Luego lo puso en una cesta en el río Nilo. Y la cesta es encontrada por la hija del faraón que decide salvarle la vida al niño. De nuevo surge la solidaridad y esta vez en el corazón del mismo círculo gobernante. Moisés es educado como príncipe. Una grieta en la pared del imperio.
Cada persona descubre su camino a la liberación. Me acuerdo que Schafik nos contaba que él fue impactado por un discurso de un estudiante universitario que llegó a donde estudiaba a invitarlos a incorporarse a la Huelga General de Brazos Caídos contra el dictador Martínez. Eso fue en 1944. El nunca olvidó ese llamado. Marcó un quiebre en su vida. Una ruptura vital. Fue transformado por la palabra liberadora.
En determinado momento de nuestra vida se abren las puertas del cielo. Un encuentro, una experiencia e incluso una lectura nos transforman la existencia. Nos cambia la piel del alma. La lucha es un don de Dios igual que la fe, que la esperanza. y que el amor. Pero el poder, la riqueza y hasta la sabiduría pueden bloquear este proceso, como le sucedió al joven rico en los Evangelios. Pero no fue así con Pedro, ni con Juan, ni con Santiago. Ellos se incorporaron a la lucha.
Y le pasó a Moisés. El pudo superar las barreras culturales y de clase. Era egipcio y era hebreo. Y fue más hebreo que egipcio. Moisés fue al encuentro de sus hermanos y se conmovió ante su opresión, ante su falta de derechos, ante la injusticia que rodeaba sus vidas. Moisés pudo derrotar las murallas del poder, de la riqueza y de la indiferencia que muchas veces provoca la sabiduría. Aprendió a ver con el corazón, a sentir indignación ante la injusticia.
La experiencia vital de Moisés sucedió en una de sus visitas a sus hermanos. Vio que un egipcio estaba golpeando a uno de sus hermanos hebreos. Y entonces miro bien a todos lados, y al no ver a nadie por allí, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Con este acto subversivo, violento, transformó su corazón y transformó su vida. Hizo el aprendizaje de la resistencia al opresor.
El siguiente día, tuvo otra experiencia también vital, la de la ingratitud y la deslealtad que muchas veces acompaña a los que luchan por la justicia. Vio que dos hebreos estaban peleando y al intervenir para separarlos le reprocharon la muerte del egipcio. Los oprimidos muchas veces pero no todas las veces confían en sus opresores y rechazan la liberación. Así han sido socializados. Es una venda que hay que romper para que recuperen la vista. Y Moisés al oírlos tuvo miedo y experimentó la soledad del revolucionario.
Y pronto el faraón lo mandó a buscar para matarlo. Era la represión del sistema. Y tuvo que exilarse. Huyó y se fue a vivir a la región de Madian. Alí iba a enriquecer su visión de mundo y a prepararse para las luchas futuras que Dios le tenía reservadas. Dios nos entrega a cada persona una misión, una tarea a cumplir. La lucha es de todos y de todas.
Al llegar a Madian de nuevo se identifica con los oprimidos, en este caso, con las oprimidas. Defiende a siete jóvenes, hijas del sacerdote Reuel o Jetro, que deseaban sacar agua de un pozo y unos hombres se los impedían. Reuel le da posada a Moisés y luego le entrega a una de sus hijas, a Sefora, como esposa. Moisés aprende de su suegro el oficio de pastor y también de sacerdote. Moisés se prepara para la lucha contra el faraón del imperio.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular de El Salvador
San Salvador, 3 de noviembre de 2006
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