lunes, 21 de abril de 2008

Schafik, una vida de lucha 28-enero-07

08/02/2007
Schafik, una vida de lucha



Hermanos y hermanas:

Es para mi motivo de inmensa alegría el poder compartir en esta ciudad de Los Ángeles algunos pensamientos sobre el significado de la vida de Schafik Handal. Y en especial en esta Primera Iglesia Universalista, tan vinculado a nuestro pueblo, porque en los principios de los años ochenta abrió sus puertas para los refugiados salvadoreños; y se transformo en una Iglesia Santuario; que protegió la vida de nuestro pueblo que huía de la represión de la dictadura militar. Mis respetos por esta Primera Iglesia Universalista de Los Ángeles.

Voy a compartir con ustedes tres textos de mi tradición religiosa, que surge de la gran reforma protestante del siglo XVI, la tradición luterana. Son textos que surgen del calendario litúrgico, que compartimos las iglesias cristianas con la
Iglesia Católica Romana. El primer texto es de un gran profeta, de un gran revolucionario, como lo fue Schafik. Es un texto del profeta Jeremías, y se encuentra en su libro, en el capitulo 1, versículos del 1 al 4. Y dice así:

Desde que estabas en el vientre de tu madre ya te conocía,

Antes de que nacieras, ya te había yo apartado

Te había destinado ha ser profeta de las naciones

La segunda lectura es de una carta enviada por el apóstol Pablo, también un gran profeta, a los cristianos que Vivian en Los Ángeles, es decir en Corinto. Es el capitulo 13 y habla sobre el amor. Habla sobre ese poderoso sentimiento humano conocido como amor y que es una fuerza transformadora en nuestras vidas y dice así:

Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para ser quemado pero si yo no tengo amor, de nada me sirve. El amor es compasivo, es bondadoso, no tiene envidia, no es presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta…Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejara de existir.



Y también leeremos un texto de los Evangelios, del Evangelio de Lucas, en el capitulo 4, versículos del 21 al 24. Y dice así:

El comenzó a hablar, diciendo: hoy mismo se ha cumplido esta escritura delante de ustedes. Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas bellas que decía. Se preguntaban: no es este el hijo de José. Jesús les respondió: Seguramente ustedes me dirán este refrán: medico, cúrate a ti mismo. Y además me dirán: lo que oímos que hiciste en Capernaum, hazlo también aquí en tu propia tierra. Y siguió diciendo: Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra…

De la misma forma que Jesús fue criticado e incluso encarcelado, torturado en su propia tierra, de la misma forma contra Schafik se desato una millonaria campaña presentándolo como un violento agitador y un peligro para el país.

De la misma forma que a Jesús, las clases dominantes, los poderosos le tenían miedo a la integridad del carácter y al pensamiento liberador de Schafik.

Es importante conocer las raíces del pensamiento revolucionario de Schafik Handal. En los últimos años en muchas ocasiones platicamos sobre diversos temas. Como a muchas personas nos invitaba a su casa a desayunar. Una vez le preguntamos sobre como había adquirido su conciencia revolucionaria, como había despertado su sensibilidad social.

Cada persona, cada uno de nosotros en determinado momento de nuestras vidas, atraviesa por experiencias que lo impactan, lo cambian, lo transforman. Puede ser una persona, un suceso, una lectura, que deja una huella profunda que marca toda nuestra existencia. Cada uno de nosotros tiene raíces como los árboles, y también ramas, también hojas y damos frutos. Las raíces nos sustentan y nos mantienen firmes frente a las tormentas de la vida.

Schafik nació en el seno de una familia de emigrantes palestinos, que nosotros llamamos turcos y que llegaron a El Salvador a principios del siglo pasado. Ellos venían de Palestina huyendo de la represión y de la pobreza. Específicamente venían de Belén, el sitio donde nació Jesús, debido a la opresión y represión del Imperio Otomano, de los turcos, que era un imperio cruel como han sido crueles todos los imperios que han existido sobre la faz de la tierra. Como lo es el actual imperio estadounidense.

Nos contaba Schafik que los soldados de este imperio otomano o turco, eran rapaces, depredadores, como la Guardia Nacional o la Policía de Hacienda. Sus papas o abuelos le habían contado que una vez estaban sentados en la mesa comiendo, almorzando, cuando tocaron fuerte mente a la puerta y eran ellos y entraron violentamente y los empujaron de sus sillas y ellos se abalanzaron y se sentaron a comerse los alimentos que estaban en los platos.

Y fue de esta situación de abusos y represión que huyeron muchos hacia América, incluyendo la familia de Schafik, que se estableció en el oriente del país, en Usulutan. Es la misma experiencia que vivieron las familias salvadoreñas que huyeron de la represión de los militares en los ochenta y que hoy huyen de la pobreza, del desempleo. La familia de Schafik fue una familia









de refugiados políticos, de refugiados económicos, vino de Belén a San Salvador así como las familias de refugiados vienen hoy de El Salvador a los Estados Unidos, a Los Ángeles, en busca de un empleo, de un sitio seguro donde vivir en el que no sean perseguidos…

Schafik nos contaba que la primera lección de solidaridad la recibió de su madre que se llamaba Erlinda. El estudiaba primaria en la escuela municipal de Usulutan, departamento al oriente de San Salvador. Y todos los días su mama le preparaba dos panes grandes para llevarlos a la escuela. Y le decía: uno es para vos y otro para unos amiguitos

que su mama no le haya puesto un pan para comer. Y entonces yo compartía ese otro pan. Este fue el primer momento de un aprendizaje que lo llevo después a convertirse en el revolucionario mas destacado del siglo XX en El Salvador. Este es el momento inicial, el primer momento. Nuestras madres nos enseñan casi siempre el valor de la solidaridad

El Segundo momento. Nos contaba que una vez cuando estudiaba quinto o sexto grado llegaron a la escuela unos miembros del PUCA, del Partido Unionista Centro Americano y hablaron sobre Morazán y la necesidad de reconstruir la federación Centro Americana, sobre el ideal unionista. Y esto le impacto y lo llevo a sumarse a este ideal y marco toda su vida con un espíritu centroamericanista alejado de las tradicionales visiones estrechas y nacionalistas de la ideología dominante. Allí nació su visión internacionalista, su solitadaridad con los pueblos que luchan por su liberación, su solidaridad con Corea, con Vietnam, con Palestina, con Cuba, con Chile, con Irak, su amistad con el pueblo soviético

El tercer momento. Cuando termínala primaria lo enviaron a San Salvador para continuar sus estudios porque no había plan básico en Usulutan. Corría el año 1944. Schafik tenía 14 años. Nació el 14 de octubre de 1930. Dos años después de su nacimiento estallo la insurrección indígena campesina del 22 de enero de 1932. Hace setenta y cinco años nuestro pueblo estaba alzado en armas. Y en el año 1944 presencio desde el Colegio García Flamenco dos grandes acontecimientos históricos. Los resultados de la sublevación cívico militar del 2 de abril y luego en mayo la Huelga General de Brazos Caídos

Contra el dictador General Maximiliano Hernández Martínez. El levantamiento del 2 de abril no logro la victoria. El general Martínez tuvo la suficiente inteligencia y astucia para desmantelar la amenaza y luego instaurar un reinado de terror y empezó a fusilar a los rebeldes.

Y Schafik como todo el pueblo observo las carretas de bueyes que pasaban por la Avenida Cuscatlan hacia el cementerio donde los fusilaban. Eran condenados a muerte por sedición y le pueblo escuchaba los disparos de los asesinos. Ni su propio hijo se salvo del odio de este militar. Y esta masacre desperto la indignación popular. Y esto marco a Schafik y los acontecimientos de mayo le dejaron una huella mas profunda.

Y en mayo los estudiantes universitarios organizados en AGEUS llamaron a la Huelga General de Brazos Caídos. Y todo, todo El Salvador fue paralisado. Las oficinas y los talleres, los ferrocarriles y los autobuses, los campos, las escuelas y los hospitales. El llama do de los estudiantes fue obedecido por el pueblo y recuerda Schafik que en el marco de esa lucha llegaron unos estudiantes universitarios al García Flamenco y recuerda Schafik que los exhortaron a apoyar la huelga hasta que caiga el tirano.

Y esto los entusiasmo y se pararon y tomaron sus útiles y se sumaron a la Huelga. Y estas palabras de este estudiante las record aria toda su vida con mucha fuerza: hasta que caiga el tirano. Cuando el pueblo se une puede derrocar a las tiranías fue la lección que aprendió y que nunca olvido. El director del García Flamenco estaba preocupado. Pero el junto a otro amigos corrieron para alcanzar el ultimo ferrocarril hacia Oriente. En esa época se viajaba en ferrocarril. Tomaba cuatro horas llegar a Usulutan. No estaba todavía la carretera Litoral. Allá en Usulutan se entero con alegría que el tirano había caído.

El cuarto momento. Luego paso a estudiar al Colegio Francisco Gavidia. El director era el científico y comunista salvadoreño José Celestino Castro. Allí junto con otros amigos funda un periódico, llama do Alma Joven. Y salían a vender el periódico. Iban a los colegios, incluso a colegios católicos y sin problemas. Pero una vez le dedicaron un numero al 100 aniversario del

Nacimiento o muerte, ya no me acuerdo, de Gerardo Barrios y salio la madre superiora del colegio religioso bien enojada, hablando pestes contra Barrios, y ellos comprendieron como el nombre de Gerardo Barrios seguía teniendo un peso, generaba rechazo en sectores conservadores, y es que fue un gran caudillo liberal que separo a la iglesia del estado, y todo esto les fortaleció en sus ideas progresistas, en sus convicciones democráticas.

He querido señalar estos cuatro momentos porque de Nuevo les comparto, que cada uno de nosotros recibe en el transcurso de nuestras vidas aprendizajes que nos van orientando hacia la lucha. La lucha se convierte entonces en el sentido de la vida y se vive una vida con dignidad lo que le permite a uno morir con tranquil dad. Se ha cumplido con la misión en la vida. Y Schafik cumplió con su misión de profeta del pueblo salvadoreño.

Schafik denuncio un sistema capitalista que ha destruido nuestra naturaleza y ha creado una sociedad discriminatoria, desigual, excluyente, con mucha pobreza y con mucha explotación. Frente a esto reacciono Schafik y por más de sesenta años se convirtió en un firme y sabio luchador por la justicia social.

En un gran organizador popular que desde la clandestinidad, desde la montaña, desde la lucha diplomática y desde el parlamento defendió los intereses populares y levanto la gloriosa bandera del socialismo y nos dejo como herencia una conducta intransigente con los explotadores y el imperialismo, pero de mucha ternura e identificación con la gente humilde, con la gente que sufre, con la gente que llora y que también lucha y que de esa lucha nace la esperanza.

Schafik, ese gran profeta que ya se unió a Monseñor Romero y a Farabundo Marti y a Prudencia Ayala en los cielos, vivirá por siempre en las mentes y los corazones de los que lo conocimos y de las nuevas generaciones que encontrara en su pensamiento y su acción una fuente inagotable de sabiduría y de entusiasmo para seguir luchando hasta la victoria final porque como el decía y la lucha continua.



* Predicación realizada el 28 de enero de 2007 por Rev. Roberto Pineda, presbítero de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador, en la Primera Iglesia Unitaria Universalista de Los Ángeles, California, USA, en Acto de Homenaje organizado por el FMLN de esta ciudad.

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