El ALCA y la cena del Señor
Por Rev.Roberto Pineda, 23/04/2001
Pastor de la Iglesia LuteranaSan Salvador
"y mientras unos se quedan con hambre,otros hasta se emborrachan..." 1Cor 11:21b
La recien concluida III Cumbre de las Américas,realizada en Quebec,puso de manifiesto la profunda brecha existente entre los países que deciden y los países que obedecen.Y de nuevo, los pequeños como el nuestro,se ven obligados a arrodillarse para pedir ser incluidos, en el reparto de las migajas comerciales, que caen de la mesa del festin de las naciones poderosas.Esto es lo que se conoce como globalización,o tambien como ALCA 2005.
Quebec se asemeja a Corinto.Y los poderosos siguen siendo los mismos,dentro y fuera de la iglesia.En la iglesia primitiva, particularmente en la experiencia conocida por el Apostol Pablo en la ciudad de Corinto,sucedía que durante el desarrollo de la Cena del Señor, los personajes de la comunidad llevaban suculentas comidas mientras los humildes muchas veces se quedaban sin comer.Quebec es Corinto.
La iglesia en Corinto reflejaba la sociedad de su tiempo.La reunión de presidentes en Quebec nos devela la realidad actual.En ambas sociedades y realidades predominaba el abismo entre pobres y ricos,entre poderosos y debiles,entre los que tienen y los que no tienen, sean estos personas o naciones.
Pablo se escandalizó en Corinto.Y denunció que esa no era la Cena del Señor porque chocaba con las enseñanzas de Jesus de Nazaret,golpeaba la praxis solidaria de los apostoles, era una burla de los principios del movimiento de Jesus: caritas,gaudium,pax.(caridad,alegría,paz).Gal. 5-23.Y es que la iglesia como comunidad de fe en el Crucificado y Resucitado,en nuestro Señor Jesucristo,no puede aceptar que los valores del mundo -el egoismo,el afan de acumular riquezas,la idolatría ante el dinero,la hegemonía de los poderosos- predominen en su seno.Ni en Corinto ni en Quebec.
Nuestro Señor Jesus, la noche en que fue entregado,estableció la Cena comunitaria,para todos y todas, al compartir su cuerpo y sangre como vínculo de fe reafirmó que pertenecemos a una gran familia,que comparte una mesa comun,sin exclusiones, en la que todos y todas somos bienvenidos y bienvenidas como hijos e hijas de nuestro Padre Celestial.
Y es precisamente este compartir, subrayado por el termino griego KOINONIA,lo que nos impulsa a trabajar por una mesa mundial en la que la solidaridad,la koinonía, y no el comercio determinen las prioridades de las naciones, una mesa mundial en la cual se respete la diversidad cultural y el medio ambiente y no sean las ganancias de las compañías transnacionales las que determinen las agendas y definan los patrones de desarrollo.Estos son nuestros sueños y compromiso, nuestro imaginario y desafío; opuesto a los planes y estrategias de los países poderosos, dueños de la OMC,del Banco Mundial, del FMI, del BID, del ALCA, de nuestro El Salvador.
En Quebec, como en Corinto, no hubo una mesa comun,y mucho menos Cena del Señor.En Quebec hubo una reunión de un par de gobernantes poderosos y de un grupo de gobernadores coloniales,con sus honrosas excepciones y ausencias.En Quebec como en Corinto dominó la lógica que los fuertes dominan a los debiles.Pero en Quebec, como quizas en Corinto, estuvo presente tambien la resistencia y la rebeldía, la dignidad y la lucha.
El Area de Libre Comercio de las Americas (ALCA), tema predominante en Quebec, constituye el proyecto estadounidense para consolidar su hegemonía continental e imponer sus planes y estrategias comerciales que le permitan ventajas competitivas sobre los otros dos bloques de la estructura económica y de poder mundial.
O sea que cada bloque (Estados Unidos, Japón, Unión Europea) construye su hipermercado y se prepara para el enfrentamiento.esta es la lógica de la fuerza y del mercado imponiendose a la lógica de la humanidad y de la vida del planeta.Es la dinámica de la busqueda de mercados que penetrar y de mano de obra barata que comprar.La Cumbre de Quebec fue para alinear, a las tropas latinoamericanas y caribeñas, por medio del ALCA, para la futura batalla comercial mundial.
Consideramos que es importante insertarse a la economía mundial,pero esto puede hacerse de manera soberana y no subordinada. Deberíamos de aprovechar, como hacen otros países,realizar alianzas tambien con la Unión Europea y Japón,y no ser simples apéndices de la economía norteamericana.
En nuestro caso, nuestro gobierno suplica a los poderosos en Quebec que nos permitan convertirnos en zona franca.Esa es su visión de país: colocar botones y retocar cuellos para las camisas de las grandes marcas mundiales.Esa es la apuesta estratégica de nuestras clases dominantes: convertirnos en un país maquila,subordinado, por medio del ALCA a la política USA de inserción al mercado mundial.
En esta situación, es fundamental mantener el imaginario de una mesa comun,en la que sea la solidaridad y no las ganancias las que determinen el rumbo de la sociedad.Como Iglesia Luterana mantenemos el sueño de la mesa comun,de la Cena del Señor.Y nunca olvidamos que nuestro Señor Jesucristo es más poderoso que cualquier nación, por muy poderosa que parezca.El Apocalipsis de Juan nos deja un testimonio sobre este punto:
"Los comerciantes del mundo tambien lloraran y haran lamentación por esa ciudad,porque ya no habrá quien les compre sus cargamentos." Ap 18:11
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