sábado, 29 de diciembre de 2007

"Y aquí estamos..." 19-abril-01

“Y AQUI ESTAMOS...”

DECLARACION CONJUNTA DE ANIS E IGLESIA LUTERANA*
La Asociación Nacional Indígena Salvadoreña y la Iglesia Luterana, conscientes de la necesidad de impulsar la defensa de nuestra identidad cultural ante la arremetida globalizante y comprometidas con la tarea ineludible de construir espacios democráticos en nuestro país; proclamamos ante nuestra sociedad y naciones del mundo la siguiente Declaración Conjunta.

ANTECEDENTES
Nosotros y nosotras somos los pobladores originales de esta tierra, que llamamos Cuscatlan. En 1524, los invasores españoles penetraron en nuestro territorio y respondieron a nuestras muestras de amistad con el arcabuz y la espada. Ingresaron a nuestras poblaciones asesinando a nuestras mujeres, jóvenes, ancianos y niños, quemando nuestros ranchos y destruyendo nuestras cosechas.

Nuestro pueblo indígena organizo la resistencia Nos fuimos a los montes a defender nuestra dignidad, nuestra familia, nuestra tierra, nuestra lengua, nuestros dioses. Al final, se impuso la superioridad tecnológica de los invasores. Fuimos derrotados militarmente, pero no vencidos, porque nunca lograron apagar la llama de la libertad que siguió ardiendo en el corazón de nuestros descendientes, hasta nuestros días.

Y aquí estamos...somos los herederos de Anastasio Aquino y de Feliciano Ama!
Los invasores españoles ocuparon militarmente por casi 300 años nuestras tierras. En ese periodo destruyeron nuestra estructura social y nos impusieron la esclavitud; asesinaron a nuestros gobernantes y nos obligaron a rendir tributo al Rey; se adueñaron de nuestros campos y nos desalojaron de nuestros cultivos, destruyeron nuestros templos y quemaron nuestros libros sagrados; violaron a nuestras hijas y esposas y originaron el mestizaje. Y todo esto lo hicieron en el nombre de la civilización cristiana. Es importante conocer y reconocer que no fue un encuentro de culturas, ni un descubrimiento, sino una brutal intervención militar.

Posteriormente, con la independencia en 182 1,no se resolvieron nuestros problemas Únicamente cambiamos de amos y continuamos la resistencia indígena En 193 2, sufrimos de nuevo una violenta represión, esta vez a manos de la naciente dictadura militar bajo el mando del general Maximiliano Hernández Martínez. En esta ocasión, nos prohibieron usar nuestra lengua y vestimenta.

Con los Acuerdos de Paz de 1992 no se resolvieron nuestros problemas Las organizaciones y gobierno de ladinos que firmaron los acuerdos no reconocen nuestros problemas ni identidad indígena. Por lo que continuamos resistiendo, bajo nuevas condiciones de apertura democrática.

SITUACION ACTUAL
Nuestra población es la más pobre del país. Con los índices más altos de desempleo, analfabetismo, desnutrición, con los niveles más bajos de acceso a la salud, educación, vivienda, seguridad social, etc. Todavía no recuperamos la tierra que le fue robada a nuestros abuelos.

Nos encontramos a punto de perder nuestras lenguas autóctonas, el nahuat y el cacaopera. Los ladinos han logrado dividimos y atomizarnos. Nos han hecho mucho daño. Han causado mucho dolor y sufrimiento.

Pero no han destruido nuestro Espíritu, que baja desde las montañas y nos sonríe desde los ríos, que nos acaricia con el viento, nos da energía por medio de nuestro Padre Sol y sabiduría con nuestra Madre Luna.

NO LOGRARON VENCERNOS

Nos encontramos muy debilitados, pero no vencidos. Hoy podemos proclamar que los planes de los poderosos de siempre fracasaron. Y aquí estamos...no pudieron aplastarnos, no pudieron vencemos, no lograron destruir nuestras raíces populares. Ni los invasores españoles, ni los líderes independentistas, ni las tropas del General Martínez, ni los terratenientes, ni los profetas de la globalización y el mercado podrán destruirnos, porque no puede destruirse el espíritu de libertad de los pueblos.

En una sociedad como la salvadoreña en la que predominan los valores del egoísmo y del consumismo y todos viven bajo el lema: “sálvese quien pueda” nuestros pueblos indígenas reivindican la necesidad de cambiar de rumbo, de construir una nueva sociedad pluralista y tolerante de las diferencias. Compartimos con nuestro pueblo salvadoreño nuestros valores ancestrales: el respeto a los ancianos y ancianas, el valor de la vida comunitaria, el respeto a nuestra Madre Naturaleza, el respeto a la vida como relación sagrada con el Creador y Sostenedor.

La Asociación Nacional de Indígenas Salvadoreños, desde su fundación en 1971 ha trabajado incansablemente por defender los intereses y reivindicaciones de nuestros pueblos indígenas.

Por su parte, la Iglesia Luterana ha acompañado este esfuerzo de ANIS así como ha reconocido con humildad la parte de culpa que nos corresponde como iglesia cristiana. Y nos comprometemos a continuar acompañando este esfuerzo y hacemos un llamado a los sectores democráticos de nuestra sociedad a identificarse con este esfuerzo y adherirnos a esta causa justa de abrir nuevos espacios al pluralismo y la tolerancia en El Salvador.

La Asociación Nacional de Indígenas Salvadoreños y la Iglesia Luterana se comprometen a trabajar por lograr el cumplimiento de la siguiente:

PLATAFORMA INDIGENA
1 Reconocimiento constitucional del derecho de nuestro pueblo indígena a la autodeterminación.
2. Reconocimiento oficial de nuestras lenguas indígenas: el nahuat y el cacaopera.
3 Reconocimiento del derecho de las comunidades indígenas a la tierra.
4. Reconocimiento oficial de la Medicina Natural.
5. Reconocimiento de la religiosidad indígena, de sus sacerdotes, cultos y santuarios.
6. Reconocimiento oficial de los sistemas de gobierno indígenas.

ANIS IGLESIA LUTERANA

CUSCATLAN, 19 de abril de 2001

*Documento elaborado por Rev. Roberto Pineda

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