sábado, 29 de diciembre de 2007

Jesús y los signos de los tiempos 21-agos-01

JESUS Y LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS

Lucas 12: 54-56

Rev.Roberto Pineda*

Una de las características principales del movimiento de Jesús de Nazaret fue el permanente análisis de la realidad política, social, económica y religiosa de su época. Esto fue parte básica de su ideología, de su concepción de mundo. La interpretación de los signos de los tiempos, es por lo tanto una responsabilidad cotidiana de los seguidores de Jesús.

En este breve texto, bajo la forma de un discurso "a la gente" Jesús critica fuertemente a sectores religiosos-fariseos, saduceos- que en su tiempo legitimaban la existencia de la opresión y de una religión formalista y escapista, que solo se preocupaba de reforzar a los poderes establecidos y rechazaba ocuparse del rumbo de la sociedad, de la vida de la gente, de sus problemas,anhelos, conflictos, intereses y diferencias.

Es muy interesante observar como esta misma problemática del análisis de la realidad, de la interpretación de los signos de los tiempos, aparece de manera diferenciada en los evangelios de Mateo y de Marcos. En Mateo (16:1-4) se trata de un enfrentamiento entre Jesús y los fariseos y saduceos, que pretendían tenderle una trampa pidiéndole una señal milagrosa,que probara "que él venía de parte de Dios." A continuación, Mateo habla de "la levadura de los fariseos y de los saduceos."

En el evangelio de Marcos(8:11-13) se trata de una discusión de Jesús únicamente con los fariseos. No se nos habla de los signos de los tiempos sino de la señal milagrosa y Jesús es categórico al afirmar que "no se les dará ninguna señal." A continuación se habla de "la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes."

¿Cómo es que no saben interpretar el tiempo en que viven?

Les interroga acusatoriamente Jesús en el marco de la discusión.Les increpa por su falta de carácter y de compromiso.Les critica su actitud elitista y discriminatoria contra los pobres.Denuncia su conformismo y pasividad.Rechaza su servilismo con los poderosos. Con dureza los califica de ¡Hipócritas!

El enfrentamiento ideológico de Jesús con sus adversarios se desarrolló a lo largo de tres líneas principales: la polemica acerca de su legitimidad como enviado de Dios, la polemica acerca de la naturaleza social de su mensaje de liberación y la polemica alrededor de su conducta y la de sus seguidores,que entraba en choque con aspectos de la ley mosaica.

En cada una de estas tres áreas se desarrolló un fuerte enfrentamiento ideológico. Una parte considerable de la práctica de Jesús estuvo orientada precisamente a dar respuesta a estas tres interrogantes y de esta manera educar politicamente a los sectores empobrecidos, liberarlos de "la levadura de los fariseos", de la opresión ideológica, cultural y religiosa de los sectores dominantes.

Jesús nos enseñó a desarrollar un pensamiento crítico, a analizar la realidad, a discernir el rumbo de los procesos sociales, a interpretar los factores de cambio y de mantenimiento del status quo. A identificar las diversas modalidades que adopta la ideología opresora.A descubrir donde surge lo nuevo y las resistencias del pasado. Esta actitud crítica es parte integral de la ideología de Jesús de Nazaret.

El pensamiento único se desmorona

Es importante que en el espíritu de Jesús analicemos los procesos de globalización.Constatamos que a nivel mundial el pensamiento único comienza a desmoronarse como castillo de naipes.Esto es el resultado del análisis crítico y de las acciones de rebeldía de millones de personas que se movilizan y protestan -e incluso dan su vida como Carlo Giuliani- contra las instituciones financieras internacionales en Seattle, Washington, Gotenburgo y últimamente en Génova.

La "levadura de los fariseos" proclamaba que era el fin de la historia y han quedado desenmascarados. La vida y el espíritu de resistencia de los pueblos que es el espíritu de Dios fue más fuerte y es más fuerte que los ídolos del mercado y del poder mundial neoliberal.

En el continente latinoamericano, la crisis se profundiza, el modelo de desarrollo impuesto agudiza la brecha social entre pobres y ricos, entre excluidos y globalizadores, pero a su vez la resistencia de los pueblos ante las medidas de ajuste estructural, dictadas por los centros financieros internacionales, es cada vez más extendida.

En El Salvador...

En El Salvador, es importante discernir que los poderosos no son invencibles y que su modelo se encuentra profundamente agrietado, no obstante los esfuerzos que realizan los sectores dominantes para ocultar esta situación,simulando que todo marcha perfectamente y que los terremotos de principios de año y la sequía actual, son solo inconvenientes pasajeros en la ruta trazada hacia el progreso.

Hay que discernir que la crisis es profunda y que es clave derrotar esta maniobra publicitaria, esta "levadura de los fariseos" que pretende desmoralizar a las fuerzas populares presentando a los sectores dominantes como invencibles. Hay que saber que están en crisis y están divididos.

En la misma "levadura de los fariseos" se inserta la campaña de la derecha religiosa para establecer la lectura obligatoria de la biblia en las escuelas. Es un esfuerzo por fortalecer una cultura autoritaria a la vez que se ocultan las verdaderas causas del crecimiento de la delincuencia, las cuales no radican -como se alega interesadamente- en una crisis, confusión o decadencia de valores.

Lo que sucede es que los sectores dominantes pretenden descargar la responsabilidad por la violencia social en los sectores populares,acusándolos de" perdida de valores", cuando son estos mismos sectores dominantes los que promueven en sus medios de comunicación una cultura consumista, el individualismo, la indiferencia social, el autoritarismo,la violencia, la depredación del medio ambiente y la intolerancia. Estos son los valores supremos de este sistema y están fuertemente enraizados en nuestra estructura socio-económica.

Los valores del reino de Dios son totalmente opuestos a los que prevalecen en nuestra sociedad. Estos son los valores rechazados por los poderosos pero que existen al interior de los sectores populares, del pueblo de Dios, y se manifiestan en la dignidad, en el espíritu de comunidad,en la solidaridad con los que sufren, en la protesta frente a la injusticia. Estos son los valores de Jesús de Nazaret.

Las clases dominantes pretenden perpetuarse en el poder y diseñan nuevas estrategias de domesticación ideológica, que incluyen una supuesta "recuperación de valores" que en realidad consiste en promover la desmovilización de los sectores populares, la atomización de la sociedad civil, la apatía y el desinteres de luchar por la justicia.

Al discernir los signos de los tiempos en nuestro país y el mundo podemos concluir que por encima de la soberbia de los poderosos existe la certeza bíblica, apostólica, evangélica, profética que "otro mundo es posible" y que jesús nos acompañará en su construcción.Amén.

*Pastor de la Iglesia Luterana salvadoreña

San Salvador, 21 de agosto de 2001

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