lunes, 31 de diciembre de 2007

La alegría del encuentro con Jesús 18-dic-01

La alegría del encuentro con Jesús
Reflexión sobre Mateo 11:2-11

Las clases dominantes sueñan y pretenden que su dominación sea eterna, y la justifican vinculándola al orden natural de las cosas. Conciben la realidad como inmutable, y por esto se escandalizan ante cualquier tipo de cambio; y mucho más si este pone en peligro su estilo de vida e intereses.

Jesús de Nazaret se encargó de aclarar a los sectores dominantes del pasado y del presente, que el futuro pertenece a los humildes, a los desheredados. Su mensaje y practica liberadora estuvieron orientados a demostrar que todo cambia en los cielos y en la tierra, en la naturaleza y en la sociedad.

En el texto seleccionado, Jesús de Nazaret responde a las dudas de Juan el Bautista, que se encontraba encarcelado, y nos describe de manera concreta el significado de su mensaje de salvación, del anuncio del reino de Dios, de su programa revolucionario, de su plataforma de cambios.

Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y oyendo

Jesús no fundamenta su misión en promesas imaginarias o rituales fraudulentos, sino en hechos concretos que pueden ser fácilmente comprensibles por las personas. La praxis liberadora de Jesús de Nazaret se fundamenta en la realidad, en la cotidianidad, en la lucha. Jesús no acostumbraba jugar a las escondidas con secretos para iniciados.

Los ciegos ven...

La humanidad recupera la visión. Hace algún tiempo me impactó escuchar las declaraciones de un líder negro norteamericano: "I have lost my sight, but not my vision." He perdido mi vista, pero no mi visión. Los poderosos le temen a la visión de los débiles, por esto han construido un complejo poder mediático para adormecer la conciencia de los pobres. Jesús devuelve la visión a los pobres.

Los cojos andan...

La humanidad comienza a caminar. Todos y todas recorremos un camino desde que nacemos hasta que morimos. La vida puede vivirse de rodillas o de pie. Y este no es un problema físico sino de actitud. Jesús de Nazaret nos convoca a vivir de pie, con dignidad, con la frente en alto. A rechazar la humillación de ser esclavo. Jesús nos restituye la capacidad de caminar.

Los leprosos quedan limpios de su enfermedad...

La humanidad lucha por recobrar la salud. Las enfermedades golpean el cuerpo y el espíritu de los pobres. En los hospitales se pierde la esperanza y predomina la angustia de la muerte. En nuestras sociedades existe la lepra del sometimiento, de la claudicación, de la genuflexión moral, de la defensa de los intereses del amo. Jesús nos restablece la decisión de vivir.

Los sordos oyen...

La humanidad escucha una canción de esperanza. El mensaje de liberación de Jesús de Nazaret sigue vigente aunque los poderosos hayan tratado por dos mil años de silenciarlo, distorsionarlo, u endulzarlo. Es fermento liberador, es una luz que ilumina, es una idea de paz y de justicia que no podrá ser borrada de la memoria ni de los corazones. Jesús nos susurra al oído que siempre estará con nosotros, en las derrotas como en las victorias, cuando anochece y cuando amanezca.

Los muertos vuelven a la vida...

La humanidad se libera del temor a la muerte. La resurrección es el hecho máximo de la justicia de Dios. Todos los que murieron luchando por una causa justa, los que fueron golpeados, secuestrados, martirizados, calumniados, desaparecidos, ahorcados, vendidos como esclavos, torturados en los cuarteles, desterrados de sus hogares, asesinados, se encuentran ya en la gloria del Padre y en espera de la resurrección. Jesús hace justicia a sus hermanas y hermanos.

A los pobres se les anuncia el mensaje de salvación...

La humanidad conoce la alegría del encuentro con Jesús. Los poderosos se consideraron por mucho tiempo como dueños absolutos de la salvación y contrataban adivinos y sacerdotes para justificar su dominación, alegando que la situación en la tierra era un reflejo de lo que ocurría en el cielo. Unos mandaban y otros obedecían. Jesús rechaza esta concepción elitista y se identifica claramente con los olvidados, con los excluidos, con los pobres.

Los que se visten con lujo están en la casa de los reyes...

Jesús de Nazaret fue categórico en su definición social y política. Estaba con los pobres y a favor del cambio social. Por esto la lucha por la justicia es el corazón de los Evangelios. Por esto Jesús fue asesinado en la Cruz, por subversivo, por desafiar a los imperialistas romanos y a sus sirvientes locales, los saduceos. Por esto el mensaje de Jesús se adultera en los palacios y se vive con el corazón ardiente en las barriadas populares de nuestra América Latina. Es un mensaje que sigue vigente, y que nos sigue convocando a ver, a caminar, a luchar por la salud, a escuchar, a resucitar y a responder con nuestra vida en pie de lucha al llamado de Jesús.

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