sábado, 29 de diciembre de 2007

Lazaro y los ricos de El Salvador 30-sept-01

LAZARO Y LOS RICOS DE EL SALVADOR*





Reflexión sobre Lucas 16: 19-31

Jesús de Nazaret contempló con verguënza e indignación, como los ricos de su tiempo utilizaban sus vidas en fiestas y banquetes, derrochando lujo y opulencia, mientras los sectores populares sobrevivían día tras día, en el hambre, la miseria y la exclusión.

Jesús de Nazaret condenó y denunció esta demostración de soberbia por parte de los poderosos y trabajó incansablemente para que los pobres tomaran conciencia de su situación, se organizaran y se movilizaran para asumir su rol histórico de constructores del reino de Dios.

Hermanos y hermanas:

La lectura de este domingo podemos dividirla en tres partes. En la primera parte, aparecen dos personajes: un hombre rico, poderoso, y Lázaro, un pordiosero. En la segunda parte, nos encontramos con que tanto el rico como el pobre mueren y se enfrentan al Juicio de Dios y leemos que el hombre rico fue enviado a sufrir “en el lugar a donde van los muertos” mientras Lázaro, el pobre, fue conducido al paraíso, para estar en compañía de Abraham. En la tercera parte, asistimos a un díalogo entre el hombre poderoso, rico y el patriarca Abraham.

Es muy interesante como esta lectura nos aproxima al misterio de la muerte.A lo que sucede después de la muerte.Cada uno de nosotros y de nosotras nos dirigimos a la muerte. Como seres humanos nacemos, crecemos, tenemos hijos e hijas y morimos, es inevitable, parte de nuestra naturaleza corporal. Esta semana en nuestra iglesia nuestro Padre celestial llamó a nuestra hermana Carmencita para que regresara a casa. Estamos seguros que nuestra hermana ya se encuentra reunida con nuestro Creador. Nuestra hermana ya esta en el paraíso como Lázaro.

En el texto, Lucas nos describe a los personajes de esta historia.El hombre rico “se vestía con ropa fina y elegante” y todos los días, imagínense todos los días,”hacía fiestas con mucho lujo”mientras que el hombre pobre, Lázaro, no tenía nada, “estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a la puerta del rico” con la esperanza de comerse las migajas que caían de la mesa del hombre poderoso. El hombre rico lo tenía todo en este mundo, Lázaro no tenía nada material, sólo la esperanza.

La justicia divina

En la segunda parte, nos encontramos con que la situación ha cambiado profundamente. Ambos están muertos y la Justicia Dívina se ha manifestado. Lázaro se encuentra en el paraíso. El rico sufre los rigores del fuego. Lázaro ha sido premiado. El rico ha sido castigado. La lógica de Dios es distinta de la lógica del mundo.La voluntad de Dios hace justicia a los pobres y a los que sufren y castiga a los soberbios, a los poderosos. La gracia de Dios nunca abandona a los que la necesitan.Dios siempre escucha el clamor de sus hijos e hijas.


En la tercera parte asistimos a un díalogo entre el hombre rico y Abraham. El hombre rico alcanza a ver a Lázaro y a Abraham en el cielo. Y entonces le solicita a Abraham, que envíe a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y vaya a refrescar su lengua, imagínense que todavía el rico
conserva su don de mando, su prepotencia, pidiendo que se envíe a Lázaro, al pordiosero, a su criado para un mandado, para el úlimo mandado. Abrahám le costesta que existe una pared,una frontera, una brecha entre el paraíso y el infierno y que no existe comunicación, no existen caminos para pasar de un lado a otro. Es una petición imposible de cumplir.

El rico no se rinde y le hace a Abraham una segunda petición: mandá a Lázaro a casa de mi padre, donde hay cinco hermanos, para que les explique lo doloroso que es estar aquí. De nuevo plantea el rico, ponganle atención, enviar al esclavo Lázaro. Abraham vuelve a rechazar su solicitud. Y el rico vuelve a insistir con una tercera solicitud: porque no permitís que un muerto resucite y se los enviás a mis familiares para que ellos entiendan y se conviertan. Abraham vuelve a rechazar este tercer intento y le responde categóricamente: “si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite.”

Los ricos siempre han actuado con soberbia

Esta es la historia del rico, de Lázaro y de Abrahám. Los ricos han actuado con soberbia en todos los países y en todas las épocas. En nuestro país conocemos al rico de esta historia. Se pasa disfrutando los placeres de este mundo, los observamos en sus grandes residencias, en sus lujosos vehículos, en sus carísimas oficinas.Unicamente se preocupa de sí mismo,no se preocupa por los demás. La acumulación de riquezas y de propiedades se vuelve el fin de su vida. Es en el dinero que encuentra el sentido de su existencia.

Existen miles, millones de Lázaros en El Salvador

También conocemos a Lázaro.Nos encontramos con él con sólo salir de la iglesia y caminar por nuestro vecindario. Existen miles de Lázaros en nuestro país, quizás millones de Lázaros. A veces decidimos no verlos a los ojos porque en sus rostros miserables y en sus ojos tristes se refleja nuestro fracaso como sociedad, se refleja nuestro desafío como iglesia, nuestra responsabilidad como cristianos y cristianas.

Cada martes que reunimos en esta iglesia , para dar un almuerzo y una reflexión, a los de la Pastoral de Solidaridad, y vienen y se sientan en esta iglesia, sin bañarse, con las ropas sucias, con un fuerte olor a pobreza, quizás todavía drogados o alcoholizados,o las mujeres violadas o abusadas, nos estamos encontrando con Lázaro. Ellos y ellas no tienen nada, sólo un espíritu de esperanza que los hace seguir viviendo, aunque arrastren sus cuerpos.

En El Salvador existen miles, millones de Lázaros y un puñado de ricos prepotentes, como el de la historia de Lucas. Es importante saber esto y denunciar las desigualdades socio-económicas de nuestro país. Esto forma parte de los principios básicos del Movimiento de Jesús de Nazaret.

Pero también existe otra dimensión que como cristianos es necesario descubrir y profundizar. Es la dimensión personal. En cada uno de nosotros y de nosotras coexisten el hombre rico y el hombre pobre, independientemente de nuestra posición económico-social. Existe una espiritualidad de la riqueza y una espiritualidad de Lázaro.La primera se fundamente en el poder, la segunda en la esperanza. Existen pobres que piensan y actuan como ricos, de manera egoista y violenta, son rehenes de la espiritualidad de la riqueza.Están oprimidos por la ideología dominante. Asimismo existen ricos que son solidarios, que se identifican con los sufrimientos de los pobres, que utilizan su riqueza en favor de los demás, para compartirla. Son ricos que se han liberado de las cadenas de la riqueza y comparten la espiritualidad de Lázaro.

Peregrinación por la Paz y la Justicia en El Salvador y el Mundo.

Hermanos y hermanas:

La espiritualidad de Lázaro es una espiritualidad de esperanza, de paz y de justicia. Quiero compartirles que en este mismo espíritu de Lázaro el día de ayer participamos en una Peregrinación por la Paz y la Justicia en El Salvador y el Mundo.Marchamos desde la Plaza del Salvador del Mundo hasta la Plaza Civica y allí realizamos un Culto Ecuménico. Fue algo grandioso, muy evangélico, muy en el espíritu de Jesús,era muy lindo ver las miles de velitas encendidas en la marcha.La actividad fuem convocada por el Foro de la Sociedad Civil, del cual como Iglesia Luterana formamos parte.

Nos solidarizamos con el pueblo norteamericano

Esta actividad, esta peregrinación en la que participaron miles de personas tenía tres objetivos que se los comparto: el primero, pronunciarnos por la Paz y contra la Guerra. Nos solidarizamos con el pueblo norteamericano que sufre, que ha perdido a miles de sus ciudadanos como resultado del atentado terrorista a las Torres Gemelas y al Pentágono. Entre esos miles de ciudadanos hay centenares de salvadoreños y de salvadoreñas que también murieron. Nosotros conocimos el espíritu solidario del pueblo norteamericano durante la guerra. En los momentos más difíciles de la represión y de la persecución siempre contamos con la solidaridad, con las oraciones, con las vigilias, con al ayuda del pueblo norteamericano.

Nos solidarizamos con el pueblo afgano

También nos solidarizamos con el pueblo de Afganistán que en estos momentos enfrenta la amenaza de una acción militar.El pueblo afgano es también nuestro pueblo hermano. Afganistan es como El Salvador. Es un país pobre, oprimido, del tercer mundo. El pueblo afgano sufre la represión del gobierno militar talibán, un gobierno antidemocratico y represivo, así como era la dictadura militar en nuestro país, así son los talibanes. Debemos de solidarizarnos con la lucha del pueblo afgano por la democracia y contra la dictadura.

El Islam no es nuestro enemigo

Y debemos de entender que el Islam no es nuestro enemigo. Eso es un invento de un señor Huntington, un filósofo norteamericano que plantea que la lucha del futuro será entre culturas, entre el Occidente y el Islam, entre el cristianismo y el Islam. Dentro del Islam existen diferentes corrientes de pensamiento, igual que dentro del cristianismo y hay sectores conservadores y progresistas.Y hay también fascistas, Los talibanes son fascistas y no representan el pensamiento mayoritario de la comunidad musulmana.El Islam es una religión que tiene un origen común con nuestra fe cristiana así como con la fe judía. Somos primos y religiones monoteistas. El Islam es una religión d e la Paz, Salam.

Estamos a favor de la justicia y no de la venganza.

El segundo objetivo de la Peregrinación fue el de pronunciarnos por la Justicia y contra la venganza.Somos de la opinión que los que cometieron este acto terrorista, quienquiera que ellos sean,deben ser juzgados, condenados y castigados. Se debe de hacer justicia, este horrendo crimen no puede quedar en la impunidad.La justicia surge del derecho. Se debe de respetar el derecho internacional y sus organismos constituidos, como las Naciones Unidas. Nos preocupa que se este hablando de represalias militares y quese esté pensando en bombardear Kabul, la capital de Afganistán. Si esto sucede moriran miles de mujeres,jovenes, ancianos inocentes, de la misma forma que murieron en Nueva York y en Washington. Esto sería asumir los mismos esquemas mentales de Osama Bin Laden, el terror indiscriminado. La venganza surge del odio. Debemos de rechazar la venganza.

Por un nuevo El Salvador con Paz y Justicia
Asimismo nos preocupan las declaraciones de nuestro Presidente, Sr. Francisco Flores que ha ofrecido enviar tropas “humanitarias.”Pensamos que un presidente de un país tan pobre como el nuestro, de un país tan vulnerable como el nuestro, mejor debería de dedicarse a atender los múltiples problemas que nos agobian como los deslaves y las inundaciones de este invierno, y dejarse de posturas demagógicas como la de pretender enviar tropas a Afganistán. Pensamos que la mejor manera de contribuir a la Paz Mundial es crear una sociedad donde prevalezca una Cultura de Paz. Y para que exista Paz... como lo dice el lema de nuestra Iglesia para este año:
“La paz es el fruto de la justicia.”
Quisiera volver a enfatizar lo del espíritu de Lázaro y el espíritu del hombre rico. Quisiera saludar a la delegación de Noruega que nos acompaña en este culto.Ellos vienen de una escuela secundaria de Noruega, de la escuela de un pueblito que se llama Greaker, y se pronuncia Greoker. Fijense que ellos son de un país rico. Noruega tiene mucho petroleo,son un país industrializado,rico, es difícil encontrar pobres...Y por 15 años hemos sostenido una amistad, nos visitan y les visitamos, el año pasado con David Mena y Carla Cuellar estuvimos visitándolos y hoy ellos nos visitan aca. Cómo se explica esto? Por la solidaridad, por la amistad , porque compartimos una misma fe, un mismo espíritu de Lazaro. Eso explica que Henke abriera las puertas de su casa para que allí vivieramos. Eso explica el cariño de Aryld para nuestro pueblo, nuestra iglesia y nuestros colegios luteranos.
Hermanos y hermanas:

Que el amor de nuestro Padre Celestial, la gracia de nuestro señor Jesucristo y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros y nosotras. AMEN

* Predicación realizada por el Rev.Roberto Pineda en la Iglesia Luterana la Resurrección, el pasado 30 de septiembre del 2001, Décimo séptimo domingo después de Pentecostés.

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