LA TERNURA Y LA FIRMEZA DE JESUS DE NAZARET
Reflexión sobre Lucas 17: 1-10
Rev. Roberto Pineda
A Jesús de Nazaret le preocupaba que sus discípulos fueran arrastrados al pecado, a la capitulación, a la rendición, a la renuncia de sus ideales. Conocía como el demonio, como el sistema, hace uso de su poder para poner a prueba el espíritu de lucha de sus militantes. El mismo Jesús fue puesto a prueba y derrotó la estrategia del maligno (Lucas 4: 1-13).
Y es por eso que en sus jornadas de capacitación, Jesús insistía en la necesidad de combinar la ternura con la firmeza. O sea abrir nuestros corazones a los que sufren, aprender a perdonar, ser tolerantes y comprensivos, ser justos y solidarios, y al mismo tiempo educar en la firmeza de carácter y de principios, en el rechazo a los privilegios y ofrecimientos de los poderosos, en la defensa de la misión de construir el Reino, incluso arriezgando nuestra vida.
Jesús no fue ni soñador romantico y astral, ni tampoco activista pragmático.Supo combinar la teoría con la práctica. La ternura con la firmeza. La lucha con la esperanza. Lo humano con lo divino.
La lectura seleccionada, se puede dividir en tres partes. En la primera, Jesús de Nazaret advierte a sus seguidores sobre las invitaciones al pecado. En la segunda parte, los apóstoles piden más fe y Jesús les responde y en la tercera parte, Jesús les explica sobre las responsabilidades de los militantes de su Movimiento.
Jesús recomendó a sus seguidores cuidarse de las invitaciones al pecado. denunció a las personas e instituciones que promovían el pecado .Observó con claridad la existencia del pecado estructural, del pecado que nace desde las instituciones y se propaga por todo el cuerpo social. A los explotadores,a los opresores del pueblo, les increpa: ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! Les advierte,les grita a los poderosos: ¡tengan cuidado!
Jesús educó a sus militantes en la ternura y en la firmeza. Les enseñó: si tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud,perdónalo. El llamado de atención y el perdón. La firmeza y la ternura. Insistió Jesús en la necesidad de ser generosos en el perdón aunque peque contra tí siete veces en un día... debes perdonarlo.
El llamado de atención y el perdón fueron mecanismos para garantizar en el Movimiento de Jesús un equilibrio entre la ternura y la firmeza. Entre la tolerancia y la disciplina. Entre la lucha y la esperanza. Es por eso que el Movimiento de Jesús no pudo ser destruido. La iglesia en diversos momentos históricos ha sido cooptada por los poderosos, pero los seguidores de Jesús siempre recuperan su memoria subversiva y su praxis liberadora y continúan caminando hacia el reino de Dios.
Los discípulos de Jesús reaccionaron pidiéndole que les fortalezca su fe. Le piden: danos más fe. Es un gesto de humildad pero también pone en evidencia la debilidades existentes en el Movimiento. La fe se adquiere y se fortalece en el seguimiento, en la lucha, en el trabajo de divulgar el evangelio, de enseñar sobre los misterios del reino de Dios. Los discípulos todavía no logran entenderlo.
Si tuvieran fe del tamaño de una semilla de mostaza...
Jesús un tanto molesto, les reponde: si ustedes tuvieran fe, del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a esta morera."arráncate de aquí y plántate en el mar" y el árbol les haría caso. La fe es poderosa. La fe mueve montañas. La fe destruye imperios. La fe logra lo imposible. la fe nos comunica con Dios.
Concluye Jesús, en la tercera parte, exponiéndoles el ejemplo del siervo inútil: se trata de un siervo que regresa del campo de trabajar y al llegar a la casa de su amo, no se va a descansar sino que debe prepararle la cena y atender a su patrón. Esto es lo que le corresponde hacer como criado. Son sus deberes como sirviente, no es una imposición.
Somos siervos inútiles...
De la misma forma que este sirviente actuó con su amo, nosotros y nosotras, cuando hayamos cumplido lo que Dios nos manda,podremos decirle con orgullo: somos siervos inútiles. Hicimos lo que nos correspondía hacer. Solidarizarnos con los que sufren y hacer justicia fue el llamado que recibimos y nuestra tarea, nuestra obligación como hijos e hijas de Dios.
Las invitaciones al pecado en El Salvador...
En nuestra sociedad salvadoreña, las invitaciones al pecado son múltiples y afectan a toda la sociedad, en particular a las iglesias. Existe la tentación de acercarnos al poder político y obtener favores, de aplaudir ciegamente a los gobernantes de turno y renunciar a nuestro rol profético. La tentación de arrodillarnos ante los idolos de la riqueza, de admirar sus mansiones y oficinas, de mirarnos en sus espejos relucientes, de abandonar nuestras raíces y asumir las experiencias religiosas de los opresores como propias. A cada instante, las iglesias reciben las invitaciones al pecado...
Es por esto que a las iglesias y a los pastores nos corresponde fortalecer nuestra fe, cultivarla, practicar la justicia yu el derecho, comprometernos con la verdad y la vida, y al final de nuestra existencia, decir con alegría y humildad, luego de años de lucha y de testimonio, sonreir con Jesús y exclamarle: somos siervos inútiles, porque no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación.
*Pastor de la Iglesia Luterana salvadoreña.
San Salvador, 7 de octubre de 2001
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