sábado, 12 de enero de 2008

El llamado de Jesús a estar alerta 8-nov-02

Reflexión sobre Mateo 25:1-13

"Debemos luchar para
vivir con dignidad
y morir con tranquilidad."
Dagoberto Gutiérrez


Mantenerse siempre alerta ante las sorpresas de la vida y de la lucha; no permitir que el enemigo nos sorprenda en ninguna circunstancia; nunca bajar la guardia ante nada y ante nadie; fueron los consejos que Jesús de Nazaret no se cansaba de repetir, en diversas formas, a sus seguidores. Sabía que en la firmeza de principios del Movimiento radicaba la semilla de la victoria. Entendía que la victoria ocurre primero en la cabeza de las personas, lo mismo que la derrota.

Jesús estaba seguro que el mínimo descuido, el más leve acomodamiento, la fisura que pareciera más insignificante, le permitiría al enemigo, al imperio, a los poderosos, avanzar en sus planes de consolidar su dominación y de esta forma garantizar sus intereses políticos, económicos e incluso religiosos. Así había ocurrido a lo largo de la historia, y por esta razón los poderosos conservaban su dominio. Sabían dividir y cooptar, asimilar y reprimir.

Adormecer las conciencias, destruir las raíces históricas y culturales, borrar la memoria histórica, doblegarlos moralmente, lograr que los oprimidos renuncien a su dignidad e internalicen la opresión, son los propósitos básicos de la estrategia ideológica de los sectores poderosos, en la antigüedad y en la actualidad.

Es por esto que Jesús enseño que el reino de Dios, además de ser un reino basado en la justicia es un reino que sabe defenderse, que no entrega fácilmente sus conquistas, que han sido ganadas con la sangre de sus mártires y héroes. Los constructores del reino de Dios no se cruzan de brazos ante los ataques del enemigo, del imperio, de los poderosos. Asumen el derecho de defender sus logros, sus sueños, sus ideales...

En este texto se nos habla de la necesidad de estar alerta, de formarnos en una actitud crítica, de estar siempre preparados, despiertos. Es una parábola de diez muchachas que en una boda, tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Hay mucha riqueza simbólica en este pasaje bíblico.

De estas diez muchachas, se nos dice que cinco eran responsables, previsoras y las otras cinco eran despreocupadas, ligeras. Nos encontramos con dos tipos de conducta, dos actitudes frente a la vida. Dos actitudes también frente ala lucha dentro del mismo Movimiento de Jesús, porque las diez han salido a recibir al novio. Estas dos actitudes las encontramos también en nuestras iglesias.

Las despreocupadas, llevaron lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo, no iban preparadas. No tomaron en serio su misión. Se necesita llevar siempre aceite. Se necesita tener aceite en nuestras vidas. Las previsoras, llevaron sus botellas de aceite, además de las lámparas. Iban preparadas. Asumieron su tarea con mucha responsabilidad. Tenían confianza en la victoria, en la llegada del novio.

Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño y se durmieron todas. Pero cerca de la medianoche llegó el novio. Muchas veces sucede de esta forma con la lucha de los pueblos, pasan meses, a veces hasta años y parece que el pueblo está dormido, que todo lo acepta, sin protestar, sin denunciar, pero de repente, surge la protesta, brota la rebeldía como surco subversivo que hace estallar la opresión.

Al saber que llegaba el novio, todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las despreocupadas descubrieron que sus lámparas se estaban apagando porque no tenían aceite y pidieron aceite a las previsoras. Cuando se apagan nuestras lámparas empezamos a fallecer, nuestras lámparas son nuestros corazones, y cuando dejamos de amar, dejamos de vivir.

Las muchachas previsoras no les dieron aceite "porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes." A veces es importante tomar decisiones enérgicas que garanticen la continuidad de la causa. Hubo una ruptura necesaria, estas cinco muchachas además de previsoras eran firmes en sus propósitos.

Jesús concluyó esta parábola exhortando a sus seguidores y seguidoras: "anténganse ustedes despiertos." Y ese llamado no pierde su vigencia, hoy el enemigo es mucho más poderoso, cuenta con cuantiosos recursos económicos, políticos, diplomáticos, militares, y hasta con iglesias que rechazan al Jesús que fue crucificado y resucitó al tercer día y adoran a un Dios exitoso en los negocios y carente de misericordia. Amén.

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Rev. Roberto Pineda
robertoarmando@navegante.com.sv
San Salvador, 8 de noviembre de 2002

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