Introducción
Las ideas expuestas a continuación son un aporte al debate abierto al interior del Foro de la Sociedad Civil sobre la visión estratégica que debe de orientar nuestra actividad para el período que se avecina, de agudización de la lucha social y de inicio de un nuevo período electoral.
Una de las tareas fundamentales que enfrenta el Movimiento Social es la necesidad de construir un planteamiento estratégico que permita unificar criterios, esfuerzos y acciones y orientarlos hacia la conquista de un nuevo El Salvador.
Han pasado diez años ya desde la firma de los Acuerdos de Paz, que pusieron fin a 12 años de conflicto armado y el Movimiento Social así como la Izquierda Política, se encuentra con altos niveles de dispersión orgánica, programática y estratégica, lo que permite que los sectores dominantes logren imponer con mínimas dificultades su modelo de globalización neoliberal.
El FMLN, fuerza principal de la Izquierda Política
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, la fuerza principal de la Izquierda Política, ha reconocido públicamente que durante estos últimos diez años "no realizó los esfuerzos necesarios para promover la organización y la lucha del pueblo en defensa de sus vitales intereses."1 El énfasis del FMLN en la lucha electoral ha creado confusión, apatía y pérdida de la perspectiva de lucha en algunos sectores. Para otros sectores populares el FMLN como partido político dejó de ser referente de lucha y de cambio y pasó a ser parte del sistema.
El FMLN le disputa al partido ARENA la conducción política del país, por el número de diputados y por el número e importancia de alcaldías que controla. Su nivel de votación refleja la acumulación histórica realizada por la izquierda salvadoreña en los últimos treinta años de lucha. Pero es una acumulación que no logra superar electoralmente a la derecha, a menos que se logre construir un bloque de fuerzas de centro-izquierda que permita desplazar a ARENA de la presidencia.
No obstante el peso político alcanzado por el FMLN en la vida nacional, en dos ocasiones ha sido derrotado electoralmente en la pelea por la presidencia y de no haber cambios importantes en la estrategia, tanto de la Izquierda Social como de la Izquierda Política, es previsible que en el 2004 se repita una nueva victoria del partido ARENA:
El Movimiento Social y sus desafíos
El Movimiento Social, que podemos calificar de Izquierda Social, por su parte, si bien logró mantener el vinculo con amplios sectores populares y renovar su visión y formas de lucha, no ha tenido la capacidad de unificar fuerzas, construir un programa de cambios para el país y convertirse en una alternativa política de nación.
El Foro de la Sociedad Civil, que surge inicialmente como una coalición de fuerzas sociales y de comunidades que enfrentan conjuntamente los efectos del huracán Mitch, en los últimos tres años ante el vacío existente de conducción, se ha venido convirtiendo en un referente político y social para la población, desde una visión alternativa, contestataria y popular, vinculado al movimiento mundial anti-globalización neo-liberal.
Le corresponde, por lo tanto, al Foro de la Sociedad Civil, contribuir a la construcción de una amplia coalición de fuerzas sociales y políticas, de centro izquierda, que permita una mayor democratización del proceso político, para romper con la hegemonía de la derecha en El Salvador y derrotar el modelo de globalización neo-liberal.
Para lograr este objetivo estratégico debe de tomarse en cuenta, que a diferencia de los años de la dictadura militar y del conflicto armado, durante los cuales la lucha ideológica y el trabajo político permitieron la toma de conciencia de importante sectores sociales, en la actualidad los sectores dominantes han logrado adormecer y neutralizar a vastos sectores de la población, mediante la escuela, la iglesia, el deporte y fundamentalmente, los medios de comunicación.
El momento histórico que vivimos
La tarea fundamental del actual momento histórico es la de construir una Cultura Democrática, que rebase el ámbito político del modelo democrático (libertades básicas, elecciones, partidos políticos) y se oriente hacia nuevas esferas de la participación ciudadana: democracia social (educación, salud, vivienda, empleo, seguridad) democracia económica (construcción de un polo de economía popular) y democracia cultural (tolerancia, resolución pacífica de conflictos)
La transición de la democracia política a la democracia social, económica y cultural es un proceso que comprende la ruptura del actual orden existente, el cual se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo de la sociedad salvadoreña, ya que reproduce y aumenta la desigualdad social y provoca el estancamiento de amplios sectores productivos.
La dominación política de ARENA
Los últimos trece años han marcado un período histórico de dominación política del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), iniciado incluso antes de la firma de los Acuerdos de Paz de 1992. Este período puede dividirse en dos etapas: la primera, la del anticomunismo irracional y el terrorismo, representando los intereses de la oligarquía terrateniente, desde donde se enfrentó el peligro del triunfo de la revolución, y la segunda, la del discurso modernizante y la disputa política con el FMLN, representando intereses de sectores oligárquicos vinculados a la banca y el comercio.
El régimen político de Francisco Flores representa los intereses de la burguesía bancaria y comercial. Estos sectores se han visto obligados en los últimos meses a dirigir directamente el instrumento político debido al desgaste que sufren los "políticos" profesionales y la necesidad de garantizar la continuidad de su dominación.
A esta situación hay que añadir el estilo de gobierno de Francisco Flores que se asemeja más al de un "protectorado" norteamericano, que al de un gobierno independiente, y de esta forma se asegura el apoyo de los sectores guerreristas de la actual Administración Bush, interesados en agredir a Cuba, aislar a Venezuela e impulsar el Plan Colombia.
Nuestros objetivos
El objetivo estratégico del Foro de la Sociedad Civil es impulsar la organización, concientización, y movilización de los sectores populares para lograr construir una Cultura Democrática en El Salvador.
El objetivo del actual período es el de lograr por medio de la movilización popular y de una amplia política de alianzas, la derrota de ARENA, su desplazamiento del Ejecutivo, lograr una mayoría opositora en la Asamblea Legislativa, conquistar las alcaldías de las principales ciudades, con la plena conciencia que los sectores dominantes internos y externos, bloquearan por todos los medios, incluida la fuerza y el recurso a los cuarteles, la llegada al gobierno del FMLN o de una coalición de fuerzas opositoras.
El Movimiento Social atraviesa por un período muy difícil, complejo y a la vez con muchas oportunidades. Ya no es el Movimiento Popular de obreros y campesinos, fuerzas sociales predominantes en casi todo el siglo pasado. Existen nuevos actores sociales surgidos en el proceso de modificación del sistema económico. Estos nuevos actores poseen un mayor nivel de relaciones internacionales.
El actual Movimiento Social es mucho más sofisticado y preparado técnicamente, actúa en una variedad de temáticas novedosas que van desde lo ambiental, emigrantes, equidad de genero, jóvenes, Sida, hasta derechos de consumidores, lucha contra la corrupción, derechos de los niños y las niñas, etc. Ha alcanzado considerables niveles de autonomía política partidaria, que lo diferencian del anterior Movimiento Popular. Mantiene una diversidad de vínculos con las comunidades rurales y urbanas.
¿Por qué el FMLN no conquista la presidencia?
Entre los factores internos que bloquean la posibilidad del FMLN de acceder a la presidencia se encuentran los siguientes:
a) el FMLN está desvinculado de las luchas populares y su aparato político, sus cuadros, se han dedicado prioritariamente a la lucha electoral y a la lucha parlamentaria, así como a las tareas de la administración municipal.
b) el FMLN no desarrolla ningún tipo de estrategia de alianzas políticas y sociales que le permitan cambiar la correlación de fuerzas existente que favorece a ARENA.
c) el FMLN no cuenta con un programa de cambios que responda a las necesidades de los sectores populares y que contraste con la propuesta oficial.
d) el FMLN atraviesa por un proceso prolongado de fracturas y pugnas internas que lo debilitan ante la opinión pública y generan temores sobre su naturaleza democrática y el peso todavía vigente de una cultura autoritaria derivada de la guerra.
Tres distintos escenarios de la lucha popular
En pocos meses estaremos inmersos en plena campaña electoral. Existen diversas opiniones sobre como enfrentar este nuevo reto. Sobresalen tres visiones diferentes: la que plantea que no debemos de administrar la crisis del modelo; la que sostiene la necesidad de una coalición de centro-izquierda que desplace a ARENA,. con la que coincido, y una tercera, que opina que solo mediante el fortalecimiento del poder electoral del FMLN avanzara el proceso de cambios del país.
No hay por quien votar...
El desgaste del sistema político, argumentan, es de tal magnitud que lo más ético y lo más adecuado políticamente es diferenciarse y contribuir al desmoronamiento de uno de los principales mecanismos de adormecimiento ideológico: los procesos electorales. Esta posición va al encuentro de la mayoría de la población que decide no participar en el proceso electoral. Por otra parte, existe el peligro de dejarle la cancha libre a ARENA, fortaleciendo a la derecha y debilitando a la izquierda.
Votemos por un bloque de fuerzas democráticas
Construir un gran bloque de fuerzas de centro-izquierda que desplace a ARENA del Ejecutivo, del Legislativo y de las Municipalidades es otra opción. Este bloque comprendería a todos los sectores económicos y sociales que se ven afectados por el modelo económico neo-liberal así como a todos los sectores políticos que no forman parte del bloque hegemónico ARENA-PCN.
Fortalecer al FMLN...
Un sector del Movimiento Social considera que es importante continuar el proceso de acumulación política iniciado por el FMLN, a partir de su constitución como partido político, que registra un incremento importante y creciente de las simpatías del electorado.
Poder real y poder formal
Las elecciones forman parte del diseño político de democracia representativa vigente en el país y ratificado por los Acuerdos de Paz. Es por medio de las elecciones que se distribuye el poder formal en la sociedad salvadoreña. No toca las estructuras de la sociedad. Únicamente define los administradores del poder formal.
El poder real en la sociedad salvadoreña no se somete y nunca se disputa en elecciones. El poder real se fundamenta en las estructuras económicas, sociales y políticas vigentes. El poder real se encuentra por encima de las elecciones y de los partidos políticos y comprende a actores tanto nacionales como internacionales.
Es una elite económica, social y política la que controla tanto el poder real como el poder formal en El Salvador. ARENA controla parte del poder formal. El FMLN también ha logrado importantes espacios en el poder formal, pero es muy débil en el poder real. Durante la guerra fue parte del poder real, aunque no estuviera en el gobierno.
Nuestro programa de cambios
El Movimiento Social necesita construir un Programa de cambios en las esferas política, económica, social y cultural. Es importante iniciar un proceso de consultas que permita que este Programa de cambios se vaya construyendo tanto desde las comunidades como desde los centros de investigación. Que combine las necesidades más sentidas con el análisis científico.
Es importante profundizar en lo político sobre nuevas formas de representación que no sean exclusivamente los partidos políticos, en lo económico sobre la necesidad de construir un polo popular de la economía que garantice empleo y prosperidad; en los social sobre mecanismos para combatir la pobreza y la exclusión, en lo cultural sobre la tolerancia, etc. No se trata de hacer un listado de problemas sino de buscar soluciones desde una visión de nación, basada en los trabajadores y no una visión de nación en beneficio exclusivo de los inversionistas.
La construcción de instituciones, valores, y tradiciones democráticas es un proceso que requiere un esfuerzo enorme, ya que necesita que estos se internalicen en la cotidianidad de los salvadoreños y salvadoreñas y rompa con una cultural autoritaria ancestral.
Debemos aspirar a un abanico de fuerzas sociales y políticas lo más amplio posible que permita derrotar a ARENA. Hacia este objetivo debemos de orientar nuestros esfuerzos.
Como Foro de la Sociedad Civil debemos de combinar la lucha reivindicativa con la lucha electoral, la lucha social con la lucha política y la lucha nacional con la lucha internacional. Cada uno de estos componentes es clave y se fortalecen los unos a los otros. Nuestra estrategia es la unidad y la lucha.
De la claridad de la visión política y de la firmeza de la voluntad de lucha dependerá que logremos vencer a la derecha y democratizar al país o que suframos una nueva derrota que provoque mayor confusión y frustración. El reto esta planteado. Finalizo con una idea de ese latinoamericano inmortal que fue el Che:
"El presente es de lucha, el futuro es nuestro."
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